Situación económica y perspectivas de futuro BBVA research Rafael Domenech
Enviado por Mikki • 28 de Diciembre de 2018 • 3.785 Palabras (16 Páginas) • 427 Visitas
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Por su parte, el déficit de la balanza de rentas ha sido el principal motivo del incremento del déficit por cuenta corriente en los últimos años. Esta evolución del saldo de rentas refleja el rápido crecimiento del nivel de endeudamiento de la economía española frente al exterior y el repunte de los tipos de interés. Los llamados otros sectores residentes (hogares y empresas) y, sobre todo, las instituciones financieras son los que han incrementado en mayor medida su endeudamiento frente al exterior.
La evolución del déficit por cuenta corriente es el resultado de un período excepcionalmente propicio para la expansión de la inversión y del consumo: el proceso de integración en la unión monetaria, que condujo a , por una parte, una caída de los tipos de interés, que en algunos años llevó a tipos de interés reales negativos provocando aumentos de inversión e impulsando el consumo (y desincentivarndo el ahorro). Además, el intenso período de expansión económica que siguió a la entrada en la UEM, pudo haber generado expectativas sobre su continuidad futura, añadiendo desincentivos al ahorro y, por tanto, a la ampliación de la brecha.
En el momento actual, la corrección del déficit exterior tendrá que realizarse a través de un intenso ajuste interno -menor inversión y consumo o mediante una deflación relativa- que permitiera ganar competitividad frente al exterior.
La corrección del déficit exterior estará asociada a un mayor crecimiento si descansa en ganancias de competitividad con el exterior
Unas expectativas de crecimiento más pesimistas reducen las necesidades de financiación exterior de la economía, sin embargo, los resultados que se han presentado también indican que el tipo de interés real resulta un determinante igualmente importante del déficit exterior. Puesto que el tipo de interés real está definido como la diferencia entre el tipo de interés nominal y el diferencial con el exterior de la inflación en los costes laborales unitarios, una mejora de la competitividad de la economía española permitiría que el ajuste del déficit exterior estuviera asociado a un mayor crecimiento de la actividad económica y, por ende, a un menor crecimiento del desempleo.
Aunque las ganancias de competitividad en los costes laborales unitarios pueden lograrse con un crecimiento salarial menor que el de los países con los que compite la economía española, también pueden conseguirse mediante crecimientos de la productividad relativa. En este terreno, el margen de mejora para el conjunto de la economía española en relación a sus competidores es muy grande.
Para asegurar el crecimiento potencial es necesario un impulso de la productividad. La implementación de políticas micro y macroeconómicas apropiadas será crucial para conseguirlo.
Políticas aplicando la metodología de contabilidad del crecimiento, y generalizando los resultados de Doménech, Estrada y González-Calbet (2008)
El crecimiento de la productividad actuaría en el futuro como factor compensador de las expectativas relativamente menos favorables de las variables demográficas y de mercado de trabajo.
¿Puede la economía española volver a crecer a tasas del 3%, o incluso superiores, tras la actual crisis económica? Dichas tasas de crecimiento son factibles, siempre que se asegure un entorno económico favorable. Para ello es necesario avanzar decisivamente en tres frentes distintos.
1) A corto plazo es necesario minimizar los efectos de la crisis actual sobre la producción y el empleo aumentando la flexibilidad de precios y salarios. Una evolucion más favorable del diferencial de inflación con la UEM, con el consiguiente aumento de la competitividad de la economía española, permitiría que el ajuste del déficit exterior se realice más a través de los precios relativos que de la cantidad de actividad y empleo. Cuanto más descanse una mejor evolución de la inflación en una respuesta adecuada de los salarios a las menores expectativas de actividad, más se evitaría un aumento significativo del desempleo estructural. De no ser así, el consiguiente aumento de la NAIRU afectaría negativamente al crecimiento potencial de los próximos años.
2) Se necesita implementar una variedad de políticas estructurales encaminadas a mejorar la productividad combinada de los factores desde políticas con un claro perfil macroeconómico (políticas de I+D+i orientadas a la creación y expansión de sectores con alto contenido tecnológico o políticas educativas que mejoren el capital humano), a políticas con un marcado perfil microeconómico (políticas de organización dentro de la empresa para mejorar la eficiencia por hora trabajada). Un esfuerzo en este sentido por parte de todos los agentes económicos aseguraría ganancias de productividad a medio plazo.
3) Es necesario que a medio plazo la economía española pueda reducir significativamente la tasa de desempleo estructural, tras el aumento que experimentará a corto plazo. Los resultados del ejercicio de proyección del trabajo de Doménech, Estrada y González-Calbet (2008) indican que la evolución de la población activa, en general, y del empleo, en particular, constituyen los determinantes del crecimiento económico que inducen mayor incertidumbre. Los servicios públicos de empleo deben contribuir aún más a reducir de un modo efectivo los costes de búsqueda de empleo. Al respecto, la evidencia empírica existente para numerosos países ha demostrado que ni la contratación temporal por parte del sector público, ni los programas de formación generalizados para los desempleados, resultan eficaces para aumentar el empleo y la empleabilidad. Por el contrario, las políticas activas como las medidas de asistencia en la búsqueda de empleo, además de implicar un menor gasto público que las anteriores, sí han resultado efectivas en aquellos países en los que se han implementado, por ejemplo, Suecia, Reino Unido y EEUU.
También debería estudiarse la eficacia de los subsidios a la contratación de grupos de población concretos con cierta desventaja en el acceso al empleo o con un grado de empleabilidad más reducid. La eficacia de estos programas es más elevada entre los desempleados de larga duración y entre mujeres, y no tanto para colectivos de jóvenes con baja cualificación.
Por último, si bien la flexibilidad del mercado laboral español ha crecido durante las últimas décadas, lo ha hecho en mayor medida a través de un incremento de la temporalidad, que de cambios en la estructura legislativa que lo regula. Por tanto, un mecanismo de negociación colectiva que vincule más directamente
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