Tema de la DD2: Discriminación laboral en Perú

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Entre las diversas etapas de la discriminación laboral, se muestran principalmente tres. En primer lugar, se puede mencionar la etapa pre-ocupacional, la cual se refiere al planteo de requisitos que piden las empresas para que las personas puedan tener acceso a un empleo. Por ejemplo, en diversas compañías se les exige a las mujeres que se realicen un test de embarazo cuyo resultado sea negativo para que así puedan obtener un puesto de trabajo. En segundo lugar, se presenta la etapa ocupacional. Es decir, cuando el individuo es discriminado para el puesto de trabajo, tiene mayor probabilidad de ser despedido por cualquier razón. Esto se produce porque el empleador no es capaz de enfrentar las conductas discriminatorias por parte de algunos jefes o empleados hacia la víctima. Por último, se desarrolla la etapa post-ocupacional, la cual se refiere al término de la relación laboral entre la empresa y sus trabajadores. Para ello, se toman en cuenta que condiciones de despido puedan ser considerados injustificados por discriminatorios. Un caso que ilustra lo anterior ocurre cuando el individuo provee su fuerza laboral y es productivo, pero es despedido por sus características de raza o etnia. Asimismo, este problema es generado por diversos factores de la sociedad, principalmente los estereotipos con respecto al trabajo.

Existen diversas causas por las que se genera la discriminación laboral, entre las cuales destacan los estereotipos. Sin embargo, solo se mencionarán tres clases que influyen significativamente en dicho fenómeno. En primer lugar, se ha podido comprobar que uno de los motivos por los cuales ocurre la discriminación laboral es el estereotipo con respecto a las personas que poseen alguna discapacidad, la cual, según la Organización Mundial de la salud, se define como el resultado de interacciones complejas entre las limitaciones funcionales de la persona y del ambiente social y físico que representan las circunstancias en las que vive esa persona. Esta condición influye en las personas al momento de estereotipar a aquellos que tienen discapacidades, al asumir que su calidad de vida es mala o que no están habilitados para desarrollarse en el trabajo o en otro aspecto de su vida debido a sus deficiencias. Esto repercute a la hora de elegir a los trabajadores, puesto que los empleadores tienden a pensar que las personas con discapacidad no están lo suficientemente preparadas para desarrollarse en el ámbito laboral correctamente, por lo que piensan que se ausentarán de su puesto y tendrán un menor rendimiento a comparación de sus compañeros de trabajo. Estas creencias generalizadas fomentan la discriminación laboral hacia estas personas y se pueden evidenciar de tres maneras. Una de ellas es la discriminación directa, la cual sucede cuando existe un rechazo en la promoción o contratación del puesto de trabajo. En cuanto a la segunda manera, se muestra la discriminación indirecta, la cual se produce cuando se exigen requisitos específicos, como estado civil, talla, edad, apariencia física, entre otros para ocupar algún puesto de trabajo. Con respecto a la última manera, se refleja la segregación, la cual es cualquier forma de discriminación ejercida hacia una persona o colectivo tan solo por pertenecer a un grupo, en este caso, el de las personas con discapacidad. También, existe cuando no se le permite ocupar mandos directivos.

En segundo lugar, se encuentran los estereotipos de género, los cuales son modelos de conducta que definen cómo deben ser, actuar, pensar o sentir los hombres y mujeres en una sociedad. El estereotipo representa al conjunto de características que se les asigna a mujeres y hombres, es decir son creencias generalizadas sobre las características de los roles típicos que los hombres y mujeres tienen que desarrollar en sus vidas. Sin embargo, en este estereotipo se ve más afectada la mujer, puesto que se cuestiona la capacidad y desempeño que puede ejercer en el mercado laboral. Esto influye en las decisiones de los empleadores, como en el sueldo que se fijará y el cargo que se le asignará. Esta discriminación se puede evidenciar mediante la poca presencia de mujeres en puestos directivos, en sueldos inferiores de la misma labor que un trabajador varón, y las faltas de respeto y abusos.

Por último, se puede señalar el estereotipo con respecto a la orientación sexual, el cual se desarrolla a través de la discriminación a las personas lesbianas, gays, bisexuales y transexuales (LGBT). Este estereotipo afecta directamente a las personas que tienen una orientación sexual que no es muy común para los demás, es decir, personas que poseen una atracción emocional, romántica, sexual o afectiva hacia personas de su mismo género. Por ello, sufren de un abuso discriminatorio en el mercado laboral. Según un estudio realizado por la Organización Internacional del Trabajo, a menudo, la causa de la discriminación en el mercado laboral ocurre debido a la percepción que tienen las personas acerca de que lo normal es la heterosexualidad y lo anormal es la homosexualidad. Esto influye en gran medida en el acceso al empleo y en el ciclo del trabajo, en diversos casos, los trabajadores LGBT pueden llegar a sufrir acoso, hostigamiento, abuso sexual o hasta maltrato físico. Esta discriminación se evidencia en la división entre trabajadores en el trabajo, el reparto de tareas de una manera no igualitaria, en el acoso, exclusión y violencia verbal o física hacia las personas LGBT. A raíz de todos los estereotipos mencionados, se generan efectos y provocan consecuencias en la sociedad.

La discriminación laboral como ya se mencionó en párrafos anteriores, se define como una distinción que tiene por efecto alterar o anular la igualdad del trato del trabajador en la ocupación que esté ejerciendo. Esta acción de desigualdad injustificada trae como resultado consecuencias para el empleado en distintos ámbitos. En primer lugar, en lo económico, el cual se interpreta como el conjunto de bienes y actividades que comprenden la riqueza que cada individuo adquiere por su trabajo. Por un lado, el trato diferenciado impide el crecimiento económico de los trabajadores, esto imposibilita que puedan adquirir mayores ingresos en su capital de ahorro. Esto significa que su crecimiento económico será lento. Por otro lado, se restringe la adquisición de bienes, así como las actividades que el trabajador podría realizar para su entrenamiento o mejora individual. En segundo lugar, la salud del empleado se va deteriorando por distintas enfermedades que puedan adquirir en su espacio de trabajo. Pueden sufrir trastornos psicológicos tales como la depresión, la ansiedad, el estrés, alteración de la personalidad entre otras dolencias. Esto ocurre porque el trabajador tolera presión, acoso y hostigamiento. Inclusive,