La ética en las organizaciones

1. Los conceptos claramente definidos en ese capítulo 

En el primer capítulo del libro, introduce conceptos básicos para la compresión y estudio de la ética en las organizaciones.  Partiendo de lo anterior, se define término de ética, desde su etimología griega «ethos», hasta su sentido, el cual se relaciona con calidad humana y comportamiento. “(…) En una primera aproximación al concepto, cabe decir que un comportamiento se califica como ético precisamente cuando contribuye al desarrollo de las cualidades propias del ser humano o, lo que es lo mismo, cuando hace al individuo mejor persona, cuando su calidad humana crece. La ética tiene que ver con el obrar diario de la persona, y caben actuaciones que pueden tener una valoración ética en diverso grado (…).

Ligado a lo anterior, se definen los conceptos del bien, el mal y norma, desde el sentido ético. Lo primero corresponde a aquellas actuaciones correctas del ser humano, (…) aquello que contribuye a la perfección de la persona como tal, al desarrollo de su dimensión propiamente humana (…), lo contrario, el mal, como aquello que deshumaniza, aquellas acciones que van en contra de lo que realmente es el hombre. Dichas actuaciones pueden estar definidas a través de normas que se deben cumplir, sin embargo, no son suficientes para obtener un comportamiento completamente ético. Esto por cuanto el comportamiento humano, de su carácter voluntario y racional, de ahí, las paradojas de la ética, a saber:

• La ética se puede exponer, pero no imponer, se puede presentar, pero a cada cual toca aprenderla, de modo totalmente libre. La ética y su racionalidad pueden ser explicadas y descritas, pero precisamente porque la racionalidad humana es libre, la ética no puede ser impuesta, sino expuesta.
• La ética nunca se termina de aprender.
• Aprender ética es «arriesgado». Cuando se descubren los dinamismos del ser humano y las leyes éticas propias de estos dinamismos, pueden encontrarse rincones inexplorados, o aspectos del propio comportamiento, que debieran ser cambiados y el aprendizaje requiere siempre estar dispuesto al cambio.

Otro concepto muy importante de destacar, es la ética organizacional, como el estudio del comportamiento de las personas –presidentes, gerentes, empleados, proveedores, clientes, entre otros– orientado a las decisiones de negocio de envuelve a una empresa. (…) la ética organizacional es para aquellos que quieran hacer de su ámbito de trabajo un lugar, no sólo más eficiente y eficaz, sino más humano.

Dentro del proceso de creación de valor de la organización, se desarrolla el concepto de la construcción de confianza en las relaciones verticales y a su vez, en el entorno de las organizaciones. “La responsabilidad y la transparencia pueden dar a una organización una ventaja competitiva en la ejecución de su estrategia corporativa y a la hora de ayudar a los individuos, equipos y divisiones a conseguir un rendimiento in esperado” (Epstein y Birchard, 2001, p. 18). Lo anterior, respalda la urgencia de incorporar dentro de las instituciones la gestión de la ética, inclusive, estratégica.