Análisis del Contexto.

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Durante el siglo XX, el rápido crecimiento de la población (en promedio, 8.7 % anual, contabilizado cada 10 años) fue nutrido por intensos flujos migratorios. Todavía en el 2000, la población nacida fuera de la entidad representó 48 por ciento del total de sus residentes.

El crecimiento de Tijuana, al igual que el del conjunto de las ciudades fronterizas, ha ocurrido con tasas que rebasan el promedio entre las ciudades del país, y ha sido interpretado como producto de la combinación de las diferencias estructurales entre México y Estados Unidos y la condición fronteriza. Las diferencias fundamentales ocurren en la capacidad de acumulación de capital y en la distribución social del ingreso, que se manifiestan en disparidad en precios y salarios. Estas diferencias configuran una complementariedad entre ambos lados de la frontera que, sumada a la adyacencia geográfica, tiene como resultado intensos flujos transfronterizos de capital, bienes y personas. Desde la esfera de gobierno, sólo se pueden aplicar restricciones selectivas a esos flujos. Las actividades que se incorporan a esos flujos son los componentes principales de la dinámica economía local fronteriza. En términos dinámicos, cuando las diferencias estructurales entre ambos países se ahondan, los flujos transfronterizos se incrementan y las ciudades fronterizas crecen. El ahondamiento de las diferencias entre ambos países está asociado a dos procesos: a) en la frontera mexicana se incrementan la inversión que busca bajos salarios y los trabajadores transmigrantes ( i.e. , los que residen en Tijuana y trabajan en San Diego) que buscan mejores salarios del otro lado de la frontera; b) generalmente, la economía del interior de México se reduce, incrementándose el desempleo y achicándose el salario, por lo que se produce migración hacia las ciudades con empleo, como las fronterizas. Para Tijuana (y para el resto de la frontera, en menor o mayor medida), el primer proceso significa el crecimiento económico y el segundo, el crecimiento demográfico, y ambos se configuran como crecimiento urbano. Cuando le va mal al país, por lo regular le va bien a Tijuana.

Legalizando la ciudad: Asentamientos informales y procesos de regularización en Tijuana

Tito Alegría Olazábal y Gerardo Ordoñez Barba. México, El Colef, 2016, 176 páginas.

Contexto Legal:

Se puede decir que el marco normativo vigente contiene bases para la construcción de políticas de gran trascendencia en la mejora de la educación en México, y la adecuación del mismo debe acompañarse de acciones concretas y con visión de largo plazo, a fin de que las normas no queden como meras declaraciones. Un importante hecho a notar es que, como sucede respecto a otras disposiciones constitucionales, en el caso del derecho a la educación se han establecido ideales que no corresponden necesariamente a la realidad social y económica del país.

http://www.planeducativonacional.unam.mx/PDF/CAP_16.pdf