ROUSSEAU Resumen cap I- X

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CONTRA LA SOCIEDAD CIVILIZADA

Denis Diderot fue uno de los filósofos y escritores más importantes de su siglo. La base de su filosofía era la preeminencia de la naturaleza, no aceptaba un Dios en la naturaleza y mantenía que el universo material esta en perpetuo movimiento, su fe en el naturalismo le hacía rechazar moralidad cristiana porque negaba los placeres naturales producidos por funciones naturales, para él la verdadera virtud era la caridad, aplicada a toda la humanidad y a favor de la cual debían emplearse las ciencias y la tecnología. Debido a sus ideas Diderot fue encarcelado y Rousseau al enterarse de esto se enojó mucho y escribió una carta a Mme. De Pompadour pidiéndole que Diderot fuera puesto en libertad o, de lo contrario, que también fuera encarcelado.

Rousseau en el periódico vio un anuncio en el que la Real Academia de Dijon ofrecía un premio al mejor ensayo sobre si el restablecimiento de las artes y las ciencias había contribuido al perfeccionamiento de la moral. Para Rousseau la pregunta era una revelación a la cual iba a responder con un no rotundo.

Así Rousseau argumentaba que el progreso de las ciencias y las artes había dado lugar a un mundo artificial y corrompido, la sociedad colmaba de riquezas y privilegios a los que ya la poseían e imponía toda clase de privaciones y miserias a los que no tenían nada.

La época más dichosa que el ser humano disfruto fue cuando no existían la ciudades, el arte ni las ciencias; antes de que estas introdujeran el lujo, la relajación de la moral y la esclavitud en la sociedad, casticos que el hombre se imponía a si mismo producto de su vanidad, para salir del feliz estado de ignorancia en el cual la eterna sabiduría le había puesto en la naturaleza.

El arte y las ciencias son el producto de nuestros vicios, ¿De qué serviría el arte si no existiera la riqueza para mantenerlo, o la historia si no existieran tiranos, guerras y conspiraciones?

A la paradoja de Rousseau le fue otorgado el premio y fue publicada, el jurado no llego a esta conclusión pero el contenido, sin duda, debió generar y quedar impresionado por la belleza de su estilo, la originalidad de sus ideas y quizá por sus valores sensacionalistas. Desde el momento de la publicación Rousseau salto a la fama, lo que su vanidad anhelaba aunque más tarde lo negaría.

Rousseau ya tenía 3 trabajos y mucho dinero acumulado, entonces se dio cuenta que no podía continuar así y que tenía que ser consecuente con los duros ataques que había hecho publicametne contra los ricos viciosos y la sociedad en general, debía predicar con el ejemplo.

Le acusaban de inconsecuencias con sus principios por atacar los efectos devastadores mientras se dedicaba a la literatura, la música y el teatro. Su defensa fue el sofisma dialectico: Si los hombres fueran juzgados por sus actos, no habría ningún cristiano en la tierra.

Con todas estas contradicciones internas y con tantas inconsecuencias justificadas, se estaba engañando a sí mismo y lo continuaría haciendo cada vez más.

La Academia de Dijon anuncio otro premio para el ensayo sobre el origen de la desigualdad entre hombres y si esta era castigada por la ley natural. El concurso le brindaba a Rousseau la oportunidad de ampliar la teoría que había expuesto en su primer discurso y extender en su condena a los vicios y la perversidad de la sociedad.

Siendo siempre él el mismo punto de referencia de sus discursos, condena a la sociedad que le obligaba a creer que el hombre era originalmente sociable, la monstruosa afirmación de Rousseau en la que la mujer después de dar a luz no tenía por qué necesitar del padre de su hijo más que antes de conocerle por azar había sido ya denunciada como falsa por John Locke, en la cual el fin del hombre y la mujer no es solo la procreación sino que debía durar lo suficiente para enseñar al recién nacido hasta que fuera capaz de valerse por sí mismo.

Rousseau hacía pensar que todos son iguales entre sí, así que el hombre era igual de primitivo que los animales, sin embargo, Rousseau afirmaba que la compasión era un sentimiento natural. EL primer envidio que tras haber cercado un terreno se le ocurrió decir “esto es mío” y encontró a gente lo bastante simple para hacerle caso fue el fundador de la propiedad privada.

Todas las fantasías que Rousseau basaba para su afirmación de que el hombre era bueno por naturaleza y la sociedad civilizada le corrompe son falsas, nadie puede escribir acerca del hombre sin saber antes biología, antropología y sociología y era evidente que estos conocimientos Rousseau no los tenía. El mayor error de la mente es creer las cosas como uno quiere que sean, y no creerlas como uno cree que son. Así Rousseau estaba convencido de que tenía razón en todo lo que decía, pensaba, afirmaba o predicaba. Su imaginación trabaja constantemente para proporcionarle todos los placeres que el alma no podía darle, sin embargo, también funcionan en modo opuesto en Rousseau, lo cual le traerá sentimientos que sea agudizaran con los años.

ELOGIO DE LA VIDA SENCILLA

En 1754, Rousseau piensa que su reforma le exige vincularse de nuevo con su ciudad natal, y decide dedicar su segundo Discurso a la República de Ginebra, de camino a esta ciudad suiza, se dará cuenta que Mme. De Warens está muy enferma y se reprochara por siempre el no haber estado para ayudarla en desgracia.

La vuelta de Rousseau a Ginebra no fue un simple acto de patriotismo y filial devoción, significo mucho más, aclara muchos aspectos básicos de su vida y de su obra, en donde habían vivido durante 150 años.

En 1755, Voltaire se instalara en Ginebra y al Rousseau entregarle su segundo Discurso, lo critico duramente, y las relaciones entre ambos se hicieron mucho más tensas.

Rousseau insistía en mantener su independencia, aunque para él era incompatible al amistad con la gratitud, es por eso que se volvió ingrato cuando más bondadosa era la gente con él, imploraba cariño y compasión y al mismo tiempo lo rechazaba. Ya instalado en el capo, escribió La nueva Eloísa, la finalidad del libro era demostrar que la grandeza de la virtud y la felicidad del matrimonio podían prevalecer sobre la inmoralidad y la promiscuidad imperante en París.

El alejamiento de los amigos en París le genero bastantes enemistades entre su grupo de “Los Filósofos” y en 1757 saldrá el volumen de La Enciclopedia, donde D’Alembert resaltaba por la crítica a Ginebra que no organizaba festivales de cultura, teatro principalmente. Pero este para Rousseau es uno de los