EL PRINCIPIO DEL DIGNIDAD HUMNA (Paolo Becchi)
Enviado por monto2435 • 19 de Diciembre de 2018 • 1.067 Palabras (5 Páginas) • 423 Visitas
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a su dignidad, restaría, sin embargo, preguntarse si el uso del velo islamice, desde el momento en que puede simbolizar también una discriminación en contra de la mujer, no constituye un daño su imagen en cuanto tal y , en consecuencia, es reconducirle a los casos extremos de violación de la dignidad humana a los cuales se ha hecho referencia más arriba . Por otro lado, es verdad que usar el velo se ha transformado en un signo de protesta anticolonialista y antioccidental y, por consiguiente, no solamente interpretable como expresión de subordinación de la mujer.
El caso paradigmático es el de la eutanasia: tanto aquellos que sostienen que la vida humana es sagrada y no se puede disponer de ella y, por consiguiente, condenan la eutanasia: como aquellos que la apoyan, insistiendo sobre la importancia de la calidad de la vida, recurren al valor de la dignidad humana y se apela a esto incluso más allá de la muerte del individuo. Pero la dignidad es un valor incluso superior a la misma vida, y ello implica que se deba respetar la voluntad de un enfermo terminal que solicita la interrupción de las curas y que se le deje morir, y esto es así no porque esa vida no sea digna de ser vivida, sino porque el sentido de la propia dignidad podría llevarlo a rechazar la dilación de una muerte que es inminente.
ANALISIS: La discriminación, la no tolerancia sigue presente en muchas de nuestras sociedades. Eso se demuestra fácilmente con el hecho de que todavía en este siglo XXI resulta necesario que se diga e insista en que determinados grupos de personas o sectores de la sociedad gozar de los mismos derechos y libertades que cualquier otra persona en un país o región del mundo.
En ese sentido, las personas, por sus muy variadas y diversas características, seguimos siendo, en mayor o menor medida y dependiendo de qué región del mundo se analice, vulnerables a ver reducidos, menoscabados e incluso anulados nuestros derechos humanos. Las cargas históricas que tiene el términos extranjero y las grandes separaciones que han creado las fronteras han hecho olvidar a muchas personas que todas somos iguales en derecho y que la nacionalidad como la ciudadanía solo representa el vínculo que tenemos con un Estado, pero no la dignidad que tenemos como seres humamos.
Debemos tener presente y no perder de vista que el reconocer derechos y libertades por igual a toda persona, sin discriminación, implica, por otra parte, pero en la misma medida, que a dichas personas se les puede exigir el cumplimiento de obligaciones. Solo así se avanzara en una mejor convivencia y podremos aspirar a ser todos y todas iguales en derechos a pesar de nuestras innegables diferencias.
El toxico legado racista y xenófobo aun infecta ciudades, regiones y países alrededor del mundo. Limpiar eso no es sencillo. Pero mientras eso ocurre, no olvidemos que en México las personas gozan de los derechos y libertades reconocidas en la Constitución y en los tratados de los que México es parte. Pero que, al final, el no discriminación no solo es una cuestión de normas jurídicas, sino una actitud individual de vida que todos y todas podríamos seguir ya que somos diversos, pero iguales en derechos.
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