LA IMPORTANCIA DE IT

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Debe hacerse una distinción entre las tecnologías propietarias y lo que se podría llamar tecnologías infraestructurales. Las tecnologías propietarias pueden ser propiedad, efectiva o efectiva, por una sola compañía. Una empresa farmacéutica, por ejemplo, puede tener una patente sobre un compuesto particular que sirve como base para una familia de fármacos. Un fabricante industrial puede descubrir una manera innovadora de emplear una tecnología de proceso que los competidores encuentran difícil de replicar. Una empresa que produce bienes de consumo puede adquirir derechos exclusivos a un nuevo material de embalaje que otorga a su producto una vida útil más larga que las marcas competidoras. Mientras sigan protegidos, las tecnologías propietarias pueden ser la base de las ventajas estratégicas a largo plazo, lo que permite a las empresas obtener mayores beneficios que sus rivales.

Las tecnologías infraestructurales, por el contrario, ofrecen mucho más valor cuando se comparten que cuando se usan aisladamente. Imagínese a principios del siglo XIX, y supongamos que una empresa manufacturera tenía los derechos de toda la tecnología necesaria para crear un ferrocarril. Si lo deseaba, esa empresa sólo podía construir líneas propietarias entre sus proveedores, sus fábricas y sus distribuidores y dirigir sus propias locomotoras y vagones en las vías. Y podría funcionar así más eficientemente como resultado. Pero, para la economía en general, el valor producido por tal arreglo sería trivial comparado con el valor que sería producido por la construcción de una red de ferrocarril abierta que conecta a muchas compañías y muchos compradores. Las características y la economía de las tecnologías de infraestructura, ya sean ferrocarriles o líneas telegráficas o generadores de energía, hacen inevitable que se compartan ampliamente - que pasarán a formar parte de la infraestructura empresarial general.

En las primeras fases de su construcción, sin embargo, una tecnología de infraestructura puede tomar la forma de una tecnología patentada. Mientras el acceso a la tecnología esté restringido - a través de limitaciones físicas, derechos de propiedad intelectual, altos costos o falta de estándares - una compañía puede usarlo para obtener ventajas sobre sus rivales. Considere el período entre la construcción de las primeras centrales eléctricas, alrededor de 1880, y el cableado de la red eléctrica a principios del siglo XX. La electricidad siguió siendo un recurso escaso durante este tiempo, y los fabricantes capaces de aprovechar - por, por ejemplo, la construcción de sus plantas cerca de las estaciones de generación - a menudo ganó una ventaja importante. No fue una coincidencia que el mayor fabricante estadounidense de tuercas y tornillos a principios de siglo, Plumb, Burdict y Barnard, ubicara su fábrica cerca de las Cataratas del Niágara en Nueva York, el sitio de una de las primeras plantas hidroeléctricas a gran escala .

Las empresas también pueden robar una marcha en sus competidores por tener una visión superior en el uso de una nueva tecnología. La introducción de la energía eléctrica nuevamente es un buen ejemplo. Hasta finales del siglo XIX, la mayoría de los fabricantes dependían de la presión del agua o del vapor para operar su maquinaria. La energía en esos días provenía de una única fuente fija -una rueda hidráulica al lado de un molino, por ejemplo- y requería un elaborado sistema de poleas y engranajes para distribuirlo a estaciones de trabajo individuales a lo largo de la planta. Cuando los generadores eléctricos comenzaron a estar disponibles, muchos fabricantes simplemente los adoptaron como una fuente de reemplazo de punto único, utilizándolos para alimentar el sistema existente de poleas y engranajes. Los fabricantes inteligentes, sin embargo, vieron que una de las grandes ventajas de la energía eléctrica es que es fácilmente distribuible - que puede ser llevado directamente a las estaciones de trabajo. Mediante el cableado de sus plantas y la instalación de motores eléctricos en sus máquinas, pudieron prescindir de los engorrosos, inflexibles y costosos sistemas de engranajes, obteniendo una importante ventaja de eficiencia sobre sus competidores más lentos.