Proceso de Trabajo, Proceso Salud-Enfermedad y Componentes Sociofamiliares del personal

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Material y Métodos.

Para llevar a cabo este estudio fueron incluidas las 14 enfermeras de la Unidad de Cuidados Intermedios que contaban con 3 o más años de antigüedad en la Institución.

Se trata de un estudio de tipo descriptivo y de corte transversal; en el que se empleó como metodología de abordaje una estrategia cuantitativa y cualitativa.

Las fuentes primarias que posibilitaron la recolección de datos fueron las siguientes: encuestas individuales con un cuestionario estructurado con preguntas abiertas y cerradas; y entrevistas individuales con preguntas descriptivas y explicativas.

Las enfermeras fueron encuestadas y entrevistadas en forma personal, una a una, previamente se obtuvo el consentimiento de cada una de ellas, para lo cual fue necesario explicarles la finalidad de la investigación en curso y se les aseguró el anonimato ya que el cuestionario no identifica a los participantes.

Conclusiones.

El componente sociofamiliar de la mujer trabajadora de la enfermería se caracterizó como adulto joven y adulto; la mayoría tenían 1 o más hijos o familiares ancianos a cargo, residían a más de 20 cuadras de distancia del lugar de trabajo, descansaban entre 5-7 horas diarias, realizaban actividades de recreación y no eran responsables exclusivas del sostén económico del hogar, por lo tanto, el componente sociofamiliar fue considerado como favorable.

En todo el trabajo se estudiaron, sobre la base de los resultados obtenidos, los distintos aspectos que describieron al nivel de exigencia del Proceso de Trabajo como alto, los que fueron señalados por personal de enfermería, a saber: ritmo de trabajo rápido pero regulable, carga laboral de moderada a severa y ambiente de trabajo problemático.

De acuerdo a los resultados, el personal de enfermería identificó como las más prevalentes, las siguientes alteraciones físicas-emocionales del Proceso Salud-Enfermedad: trastornos del sueño, dolor muscular, irritabilidad, cefalea, ansiedad y trastornos digestivos.

Desde las entrevistas se rescata que las implicancias que el trabajo remunerado provoca en la práctica doméstica fueron resueltos, en la mayoría de los casos, por la propia familia, o sea, que las trabajadoras que encontraban entre los convivientes del hogar, la solidaridad y el apoyo emocional necesario, el Proceso Salud-Enfermedad se afectó poco o nada; ocurriendo lo contrario en aquellas enfermeras que experimentaron una situación diferente a la planteada.

En cuanto a las dificultades familiares, las enfermeras identificaron, dificultad para compartir sus problemas con los familiares, discusiones con los hijos y/o esposo, falta de colaboración en las tareas domésticas, y respecto a las dificultades sociales manifestaron, inconvenientes para continuar con los estudios superiores y/o de post-grado y para realizar actividades de tipo cultural o social.

Este estudio reveló una relación altamente significativa entre el nivel de exigencia del Proceso de Trabajo, el nivel de afección del Proceso Salud-Enfermedad y los Componentes Sociofamiliares favorables y no favorables.

Lo anterior lleva a afirmar que existe evidencia para el personal de enfermería involucrado en este estudio, acerca de que el nivel de exigencia del Proceso de Trabajo y la práctica doméstica afectan al Proceso Salud-Enfermedad en distintos grados (poco, nada y muy afectado).

En síntesis, existen aspectos de la organización del trabajo y de la práctica doméstica que generan distintos grados de afección del Proceso Salud-Enfermedad; que aisladamente no son suficientes para aumentar la vulnerabilidad del Proceso Salud-Enfermedad, por el contrario, es necesario que interactúen, bajo ciertas circunstancias, para ocasionar algún grado de afección en el Proceso Salud- Enfermedad de la mujer trabajadora.

Los aspectos a los cuales se hace referencia son los siguientes: contención familiar ausente, no tener ayuda doméstica, uso del tiempo libre no favorable, un nivel alto de exigencia del Proceso de Trabajo.

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