ADMINISTRACIÓN DE COMPRAS Y CONTROL DE INVENTARIO.
Enviado por Stella • 28 de Febrero de 2018 • 4.261 Palabras (18 Páginas) • 519 Visitas
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Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el empleo informal representa entre 50% y 75% del empleo en sectores no agrícolas en los países en desarrollo. No obstante, el empleo informal no solo causa grandes pérdidas a la economía de un país en materia tributaria, sino que también perjudica a todos aquellas personas que se ven obligadas a aceptar empleos informales, donde sus derechos laborales no son respetados. El empleo informal en Costa Rica llegó a su punto más alto desde el 2010, durante el primer trimestre de este año, al alcanzar al 45,3% de los trabajadores. El país presentaba, entre enero y marzo, 929.000 personas ocupadas en informalidad, de las cuales un tercio tiene entre 45 y 59 años, según la Encuesta continua de Empleo (ECE). El estudio del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) muestra que el porcentaje más bajo de informalidad fue a finales del 2011, cuando se situó en el 35% del total de los trabajadores.
Empleo Formal
Como empleo formal se denomina aquel que se encuentra debidamente formalizado mediante la celebración de un contrato de trabajo entre el trabajador y el empleador, según el cual el empleado goza de la protección y los beneficios que la ley establece en materia laboral y, por otro lado, se compromete a cumplir con el pago de impuestos, seguridad social y prestaciones, entre otras cosas.
El mundo en desarrollo enfrenta una crisis general en materia de empleo, la que podría obstaculizar los esfuerzos para poner fin a la pobreza extrema e impulsar la prosperidad compartida.
Para los pobres y vulnerables, quienes suelen no tener tierras y cuentan con poco capital, el empleo es la manera más segura de mejorar su nivel de vida y la vía principal para salir de la pobreza. Las pruebas muestran que muchas familias salen de la situación de pobreza porque algunos de sus miembros consiguieron un empleo o tuvieron la posibilidad de aumentar sus ingresos. Por el contrario, la pérdida de un trabajo o una reducción salarial pueden hacer que los hogares caigan en la pobreza. Mejorar las oportunidades laborales es fundamental para la agenda de desarrollo.
El empleo, aun cuando sea informal, puede representar una verdadera transformación en tres dimensiones:
- Nivel de vida. La pobreza disminuye a medida que las personas se esfuerzan por salir de las dificultades, sobre todo en países donde hay un menor margen para la redistribución.
- Productividad. La eficiencia aumenta a medida que los trabajadores mejoran su desempeño, surgen empleos más productivos y desaparecen los menos productivos.
- Cohesión social. Las sociedades prosperan cuando el trabajo reúne a personas de diferentes orígenes étnicos y sociales y crea sentido de oportunidad y pertenencia.
Sin embargo, no todos los trabajos generan transformaciones en el mismo grado. Algunos empleos son mejores para terminar con la pobreza o para aumentar los ingresos del 40% más pobre de la población. Y algunos ofrecen beneficios más amplios que otros. Por ejemplo, cuando la mujer trabaja la forma de gastar el dinero en un hogar cambia y se destina a la educación y la salud de los hijos; el empleo urbano promueve la mayor especialización y el intercambio de ideas, haciendo que otros trabajos se vuelvan más productivos, y en situaciones de crisis, los puestos de trabajo para los varones jóvenes representan alternativas a la violencia y ayudan a restaurar la paz.
Sin embargo, en la actualidad, más de 1000 millones de personas en edad de trabajar, la mayoría de ellas mujeres, no son parte de la fuerza laboral. Entre los que sí lo son, unos 200 millones están desempleados, incluidos 75 millones de jóvenes (menores de 25 años). En los próximos 10 años será necesario crear otros 600 millones de puestos de trabajo en todo el mundo para mantener estables las tasas de empleo y seguir el ritmo del crecimiento demográfico.
Pero el solo hecho de tener un empleo no es suficiente; la mitad de la población mundial, dos tercios de los cuales son pobres, trabaja en labores agrícolas o en forma independiente, principalmente en actividades de baja productividad como explotaciones agrícolas pequeñas, venta de verduras en la calle, fabricación de ropa o en varios servicios urbanos con bajos ingresos y poca seguridad. Lo que marca la diferencia en el sostenimiento de la salida de la pobreza es el aumento de los ingresos derivados del trabajo; es decir, tener un empleo más productivo.
Ministro de Planificación Nacional y Política Económica
La Encuesta Continua de Empleo (ECE) que realiza el Instituto Nacional de Estadística y Censos cada trimestre revela una serie de tendencias en el mercado laboral de nuestro país que son de suma importancia.[pic 1]
Durante los últimos 21 meses, la tasa de desempleo baja 1,3 puntos porcentuales al pasar del 10,9% en el tercer trimestre del 2011 al 9,6% en el primer trimestre del 2013, según la última publicación de la ECE a la que se hace referencia.
Si observamos el comportamiento de la población desempleada a nivel agregado, en términos interanuales esta ha disminuido en alrededor de 21 mil personas; a pesar del aumento sin precedente en la tasa de participación (personas que antes no tenían expectativas de poder colocarse en el mercado laboral pero que en la actualidad sí las tienen).
[pic 2]
La tasa de participación suscitada es inusual, tanto así que cuadruplica el crecimiento de la población, lo que explica que el desempleo no bajara aún más.
Por otra parte, si analizamos la cantidad de población ocupada al finalizar cada año, del último trimestre del 2010 al último trimestre del 2011 la población ocupada se incrementó en 9.711 personas; y para el año 2012 esta misma población creció en 77.600 personas en los mismos trimestres.[pic 3]
Actualmente nos encontramos en un periodo que podríamos llamar de ajuste. La expectativa de encontrar empleo ciertamente ha disminuido, motivada por la prudencia de los agentes económicos previos a los cambios constitucionales de gobierno que experimenta nuestro país cada cuatro años, pero en general la tendencia a la disminución del desempleo está claramente reflejada en la ECE.
Pese a lo anterior, el Gobierno de la República continúa haciendo importantes esfuerzos por mejorar el nivel de empleo a través de políticas y proyectos concretos que buscan facilitar la inserción de costarricenses en el mercado laboral, como son el Programa Empleate, X Mí (Por Mí), Manos a la Obra y la Política de Salarios Mínimos,
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