AFECCIONES DE LA MEDULA ESPINAL: ‘’MIELITIS TRANSVERSA’’
Enviado por Jerry • 28 de Diciembre de 2018 • 2.883 Palabras (12 Páginas) • 369 Visitas
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Composición de la medula espinal.
Para comenzar a investigar sobre esta enfermedad Mielitis transversa, debemos tener en cuenta la composición de la medula espinal, para saber qué lugar exactamente se altera para provocar dicha enfermedad.
La medula espinal es parte del neuro eje, que se hospeda en el conducto raquídeo partiendo desde la articulación occipitoatloidea a la segunda vértebra lumbar, en su estructura externa se ve de un aspecto tubular y de una tonalidad blanquecina debido a que su superficie tiene fibras mielinizadas. Luego de la segunda vértebra lumbar desde allí se prolonga una fina banda de tejido fibroso el FILUN TERMINALE para unirse al periostio del parte dorsal de cóccix, de ellos salen un gran número de ramas nerviosas correspondiendo a los fragmentos lumbares, sacro y coccígeo, cuales se les llaman CAUDA EQUINA o por el gran parecido son más conocidas como ´´cola de caballo´´. Lo que cubre la medula espinal son las meninges como la duramadre que es una membrana que cubre toda la medula espinal su tejido es fuerte y fibroso. La meninge piamadre es una capa delgada y tiene carácter vascular, la última meninge es la aracnoide cual es una membrana semi-permeable que cubre la medula espinal, que se encuentra en las dos anteriores mencionadas.
La estructura interna de la medula, para apreciarla se hace un corte transversal de ella y permite ver en su región central se ve sustancia gris en forma de H y fuera de esta un aspecto blanquecino, la sustancia blanca. La sustancia gris contiene cuerpos celulares nerviosos y está organizada en cuatro raíces, dos dorsales cuales reciben la información mediante las neuronas sensitivas y la sustancia blanca está formada por axones de neuronas que se agrupan ascendentes, cuales transmiten señales sobre las percepciones del cuerpo al cerebro y descendentes, emite impulsos nerviosos desde el cerebro a la medula espinal para luego producir reacciones músculos esqueléticos para llevar al movimiento voluntario
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Epidemiologia
La mielitis transversa puede afectar a cualquier individuo independientemente de predisposición familiar, raza, sexo o edad, pero sí existen dos picos de edad donde ocurre con más frecuencia, entre los 10 y 19 años, y entre los 30 y 39 años de edad. Aproximadamente, el 28% de los casos ocurre en edad pediátrica. Se ha descrito, en el 40% de estos casos en niños, un antecedente no específico infeccioso, como fiebre, náuseas o dolor muscular en las tres semanas previas al inicio. Otro 30% de los casos pediátricos refería una historia de vacunación para diferentes agentes infecciosos un mes antes de los síntomas, pero no se ha podido aclarar la relación directa con este hecho, y ambos fenómenos pueden ser una casualidad de relación temporal.
Etiología
Los investigadores desconocen las causas para contraer la mielitis, pero se conoce que un principio de ella es por la inflamación de la medula espinal cual puede resultar de infecciones virales, reacciones inmunes anormales, escasez de la sangre que atraviesa los vasos sanguíneos situados en la medula esta inflamación causa daños graves a las fibras nerviosas de la medula espinal, puede ocurrir también como una complicación de la sífilis, sarampión, reacción de algunas vacunas incluyendo la de la varicela y la rabia, también existe casos que no se pueden identificar es decir idiopáticos.
Diagnóstico clínico:
Clínicamente la mielitis transversa se define por un cuadro neurológico agudo es decir que se desarrolla en cuestión de horas o varios días o sub-agudo, que se manifiesta en una o dos semanas de evolución, afectando el sistema motor sensitivo y autonómico. Comienza una debilidad en los miembros inferiores, como al igual en miembros superiores, aborda con una parálisis, con aparición de signos de motoneurona, son las células nerviosas encargadas de las contracciones voluntarias de los músculos. El dolor se focaliza en la espalda, extremidades y abdomen es un síntoma frecuente del inicio de la mielitis. Al igual que los trastornos autonómicos con la incontinencia vesical o rectal, estreñimiento o problemas sexuales, son otros de los síntomas.
En los pacientes se puede apreciar que tropiezan, arrastran un pie o sientes sus piernas más pesadas de lo común, la progresión de la enfermedad hacen llevar a los pacientes a utilizar sillas de ruedas. El dolor es primordial al igual que la sensación punzante que se desplazan hacia las piernas, brazos o torso. La espasticidad y la fatiga son síntomas comunes. Además, depresión es a menudo documentada en pacientes con MT y debe ser tratado para evitar consecuencias devastadoras.
Sabiendo los síntomas y signos de la mielitis transversa, para llevar a cabo en sí y confirmar la inflamación de la medula espinal, se lleva a cabo una resonancia magnética (RM) de la médula espinal, se obtiene primero para evaluar si existe una compresión o inflamación. Es fundamental descartar mielopatía compresiva (la compresión de la médula espinal), que puede ser causada por un tumor, hernia de disco, hematoma o absceso. Descartada alguna patología se realiza la punción lumbar se utiliza para buscar marcadores sustitutos de la inflamación en el líquido cefalorraquídeo.
Los médicos también pueden realizar una melografía, donde se inyecta un colorante que rodea la medula espinal, balanceando al paciente para permitir que el líquido fluya y mientras se tomen radiografías.
Si se cumple cualquiera de los criterios de inflamación reseñados anteriormente, podremos diagnosticar una mielitis transversa.
En este punto, se plantean dos nuevas cuestiones: etiología e inflamación local de la medula espinal o diseminada en el sistema nervioso central. Para responder a la primera cuestión, es necesario realizar los estudios en el líquido cefalorraquídeo y suero, así como otras pruebas complementarias recomendadas y casi siempre necesarias. Según los resultados, podremos asumir una posible causa de la MTA, aunque algunas veces se deberá ampliar el estudio en suero y con otras pruebas complementarias opcionales. Según estos resultados, se podrá hablar entonces de MTA asociada a un proceso infeccioso, sistémico o tumoral. Por otro lado, según los resultados del estudio de extensión de la inflamación/desmielinización, se podría diagnosticar una MTA aislada, una encefalomielitis aguda diseminada, una neuromielitis óptica o incluso una esclerosis múltiple, aunque para este último diagnóstico requeriremos
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