ANALISIS DE CODIGOS DEONTOLOGICOS DEL ABOGADO

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Coincidencias.

Una vez desglosado lo anterior, se observan varias posturas semejantes en respecto a los diferentes aspectos que propuse a los diferentes códigos.

Finalidad de la abogacía: Es evidente que lo que algunos de nuestros autores tratan de emitir como mensaje en sus códigos, es el amor a la profesión, la constante preparación, el reforzamiento de los valores, la ética y la moral de la profesión, etc.

Actitudes reprobables en la abogacía: En este aspecto del análisis, es evidente que los autores tratan de alertarnos de las malas praxis que en ocasiones se nos podrá presentar, haciendo hincapié de las violaciones a la justicia, al honor de la profesión, al daño que se le puede causar al cliente, entre otras.

Justicia: Definitivamente los autores le dan la máxima importancia a la justicia como fin al que el abogado debe de conducirse, tanto en aspectos judiciales, hacia el cliente, hacia la profesión misma, los autores impregnan en sus textos a la justicia como el final de la búsqueda de un abogado.

Honorarios: Si bien hay diferentes enfoques en cuanto a este aspecto, si hay un punto de coincidencia en que los honorarios hacia los abogados deben de ser justos, proporcionales, cuidadosos, pero sobre todo que no sean ofensivos para el cliente ni que con él se perciba una deshonra por la percepción de la sociedad.

Poder Judicial: Básicamente no muchos de los autores se pronunciaron al respecto de esto, pero los que sí lo hicieron, manifestaron el respeto a las autoridades judiciales que todos los abogados debemos de profesar, así como también la confianza de que estas mismas, impartan justicia de manera ética, profesional, justa, proporcional, entre otras.

Cliente: En este aspecto, los autores se avocaron cuidadosamente al respeto que el cliente merece. Los abogados, nos debemos al cliente y no viceversa, hablamos de una manera amplia a la que los autores se refieren del respeto hacia el cliente, por ejemplo, conducir los casos del cliente como si fueran nuestros, cobro de honorarios justos, lealtad al cliente, y otros más.

Diferencias.

En este caso, analizare de manera breve el pensamiento pragmático de cada uno de los autores y marcar algunas de las diferencias entre cada uno de ellos.

San Ivo: Es uno de los pocos en los que requiere a dios como parte de su propuesta, a lo que al fondo se refiere, remarca muchos aspectos que tienen que ver con las actuaciones de los abogados hacia con el cliente, la justicia, los actos excesivos.

San Alfonso María de Ligorio: Aunque también menciona a dios en sus escritos, Ligorio se enfoca más en lo que a lo que el abogado debe o no debe ser, menciona algunos tópicos hacia el cliente y de manera breve hacia lo justo y lo honesto.

Ángel Ossorio y Gallardo: El de manera más directa que los anteriores, enfoca su decálogo a una orientación mas de alerta hacia lo que no debe ser, es decir, menciona por ejemplo que no aceptes, no pases, no consientas, aprecia, procura, busca, etc. Le da más preponderancia a la finalidad del abogado.

Eduardo J Couture: Es un poco mas idealista, utiliza verbos impregnados de moral como parte de sus escritos y atravez de ellos, despliega el mensaje al que quiere llegar, utiliza palabras como, piensa, lucha, estudia, etc. Abarca más hacia el tema de la justicia y el cliente.

Ives Granda Da Silva Martins: Da Silva aunque sus conceptos están plagados de pensamiento filosóficos, despliega de manera más amplia, las ideas que los demás autores no habían hecho en sus decálogos, realmente no soy muy fan de conceptos tan complejos, pero a mi personal punto de vista, me parece un poco más elocuente a la forma de expresarse que los demás autores.

Dr. José María Martínez Vals: De una forma similar a la de Couture, Vals parte pero esta vez de valores de manera directa para emitir su mensaje, en lo particular me parece una forma más correcta de desplegar ideas aunque es más complicado abarcar los conceptos a los que los demás autores han llegado, por ejemplo, la finalidad del abogado lo hace en varios valores, pero la función judicial en ninguno.

Conclusión.

Relativamente es difícil llegar a la conclusión de que los autores tienen un punto de encuentro en sus ideas plasmadas en sus códigos, lo que sí se puede mencionar es que todos y cada uno de ellos, tratan de inducir el amor por la abogacía.

Si bien cada uno de ellos tiene su propio pensamiento pragmático referente a como esta gran profesión debe de ser conducida, se podría decir que se pueden tomar elementos de cada uno de ellos e irse formando uno solo propio, y así tratar de incrustarlo en nuestros ideales presentes y utilizarlo para nuestros actos futuros.