ANÁLISIS DEL MUNDO CONTEMPORANEO EDUCACION INICIAL

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La desindustrialización, el incremento del desempleo y el cuentapropismo fueron socavando los cimientos de la cultura del trabajo. En su lugar, gracias a la accesibilidad de las importaciones y a la instalación en el país de empresas multinacionales, se fue conformando una cultura basada en el consumo y centrada en el individuo, donde las normas de comportamiento comenzaron a definirse de acuerdo a la lógica del mercado. Todas estas transformaciones se enmarcaron dentro de un proceso de transformación del modo de acumulación capitalista a nivel mundial, por el cual la globalización de los mercados, el auge de los servicios y el trabajo flexible surgen como nuevos patrones dominantes.

La Revolución científico-técnica basada en la convergencia entre la microelectrónica, la informática y las comunicaciones, el lenguaje universal de las tecnologías digitales, los alcances de la biotecnología, los nuevos materiales y las fuentes energéticas alternativas comienzan a sentar las bases de modelos productivos de administración y servicios con una capacidad transformadora sin precedentes.

El nuevo complejo tecnológico da una mayor flexibilidad a la producción al permitir la modificación automática de las operaciones standarizadas de las máquinas, abriendo la posibilidad de fabricas productos diferentes que no necesitan las economías de escala derivadas de la producción en masa. La organización fabril de la Revolución Industrial y en particular del modelo “fordista”, requerían una producción continua y en series largas del mismo producto, orientada a un mercado masivo altamente homogéneo. Por el contrario, las fábricas flexibles logran una alta rentabilidad en la fabricación de series más cortas de una gama de productos diferentes. A su vez, las redes teleinformáticas ligadas con la producción flexible mejoran la gestión y administración del trabajo en talleres, vinculando estrechamente el diseño, la fabricación y las demandas en tiempo real. Una característica esencial de las nuevas tecnologías automatizadas es la enorme reducción del tiempo de trabajo necesario y de la participación del factor humano en la composición orgánica y administración de los recursos económicos. Diversos estudios coinciden en que, dentro de la producción manufacturera, de cada cinco trabajos eliminados por la automatización se crea solamente uno.

La composición orgánica del capital ha ascendido cualitativamente y, en condiciones de libre mercado y flexibilización liberal, tiende a expulsar altísimas proporciones de trabajadores en la industria, sectores agropecuarios y extractivos, administración pública y privada, comunicaciones, entre otras. En esta dinámica ya no sólo se crea un “ejército de reserva” de trabajadores, susceptible de contener los salarios y actuar como instrumento de disciplinamiento y precarización laboral. Se trata de un fenómeno donde lo cuantitativo, dada las proporciones expulsadas se transforma en cualitativo, generando una población excedente absoluta que no es funcional para la lógica capitalista porque son demasiados: no sirven como mano de obra barata, ni como productores de materias primas que las nuevas tecnologías permiten obtener con mayor eficiencia y menores costos relativos; y mucho menos como potenciales consumidores, dada su situación de marginalidad social y miseria extrema.

Los planes de ajuste y las modernizaciones productivas realizadas dentro de los patrones de un capitalismo salvaje, van agudizando los procesos de polarización social que afectan negativamente entre el 70 y el 90% de los habitantes de la Argentina. Tales procesos están dando lugar a una creciente feudalización de estas sociedades, donde los sectores altamente privilegiados y las minorías que logran integrarse en los modelos emergentes con niveles medio y altos de consumo, nuevas aristocracias laborales y fracciones menores de clases medias, están rodeados de amplias capas sociales empobrecidas y hambrientas, con servicios sanitarios y educativos de decadencia, con niveles crecientes de desempleo y precarización del trabajo, que golpea especialmente a los jóvenes.

La altísima polarización de las riquezas, gestadas por las leyes capitalistas plantea graves obstáculos a la estabilidad política y social.

A mediados de la década de los 90, en este contexto nacional y global, Internet fue rápidamente incorporada por los sectores medios y altos argentinos como una instancia novedosa de conexión instantánea con el mundo. Vertiginosamente esa tecnología, que hasta entonces se había circunscripto a círculos militares y académicos, comenzó a introducirse en los diferentes ámbitos de la vida, como el trabajo, el consumo, la comunicación y las relaciones interpersonales, transformando nuevas formas de concebir y vivir el tiempo y el espacio.

El tipo de acceso a Internet variara según el capital económico que cada persona posea, para los sectores mas altos prevalece el acceso desde el hogar mientras que para los sectores mas bajos el acceso desde el trabajo, los cibercafés y los locutorios adquieren mayor relevancia.

A mediados de la década un nuevo elemento se sumo al contingente tecnológico incorporado al hogar: el acceso a Internet, la Red de Redes. Sin embargo, debemos aclarar que para esta época la clase media argentina ya había comenzado a acusar en su interior el impacto del neoliberalismo. Mientras que un amplio sector vio empobrecer su situación económica producto del desempleo y la destrucción de la pequeña empresa, una porción, mas reducida, de la clase media no solo logro escapar al devastador alcance de estos procesos sino que, por el contrario, se vio beneficiada por la reconfiguración del modelo de acumulación y distribución de la riqueza. En este contexto, las maneras de vivenciar las novedades tecnológicas también estuvieron signadas por la desigualdad.

3-Los Monteso, ya pobres estructurales, sufrieron un ajuste del perverso neoliberalismo centrado en lo primario: la comida, ropa, útiles de la escuela, etc. Su pobreza los vuelve en un principio aún más pobre.

En el caso de los Quadrelli, la realidad nos muestra el achicamiento del Estado debido a las políticas neoliberales.

El ejemplo de los Espeche, se basa en el cierre de una empresa producto de las malas políticas económicas del neoliberalismo.