Análisis respecto a los efectos de la Notificación de alzada contra los efectos de la notificación de emplazamiento a juicio.

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Además como precisamente señala la propia quejosa en su escrito de solicitud de amparo al mencionar: “que si bien es cierto, la Legislación Mercantil contempla un capitulo de como deben realizarse las notificaciones…también resulta cierto que dicha legislación mercantil no regula suficientemente la institución de las notificaciones…” lo que deja claro que no es aplicable la legislación procesal civil en forma supletoria, puesto que ya existe la regulacion mercantil lo conducente a las notificaciones y luego entonces no es aplicable la supletoriedad, ya que esta lo es no en defecto de la regulacion, sino en ausencia de ella, en la legislación mercantil, lo que permitiría la supletoriedad, aunque insistiendo de nueva cuenta que ni aun así sería aplicable lo sostenido por el quejoso, ya que la legislación supletoria que procedería en caso de que así fuera, es la federal y no la legislación procesal civil local, como lo pretende hacer valer el quejoso.

En el supuesto del emplazamiento, el demandado desconoce totalmente que exista una demanda planteada en su contra, de allí la importancia de la misma; mas sin embargo en el supuesto que nos ocupa, el quejoso ya tenía conocimiento del envío de los autos a la alzada, pues es la consecuencia lógica de la apelación que fue interpuesta por él mismo en el juicio de origen, y que en dicho juzgado se hizo del conocimiento de las partes el envío de las constancias procesales al tribunal superior para el conocimiento y substanciación de la apelación interpuesta, lo que dista mucho de equipararse a la actuación de emplazamiento, puesto que no se trata de un desconocimiento por parte del demandado de una causa llevada en su contra, sino únicamente de la sala que conocerá de dicho recurso, y que en principio elemental procesal las partes estamos obligadas a darle el seguimiento respectivo para la continuación del recurso por sus etapas que correspondan, luego entonces no hay un desconocimiento pleno de la existencia de un procedimiento en contra y por ende no es aplicable la jurisprudencia señalada por el quejoso.

Maestra: LETICIA HERNANDES GARCIA.