Arte moderno y contemporaneo.

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Hoy todo está permitido, los artistas se liberaron de la carga de la historia y fueron libres para hacer arte en cualquier sentido que desearan, o sin ninguno. Y en contraste con el modernismo, no hay nada parecido a un estilo contemporáneo.

La afirmación de que el arte ha terminado no se trata de que no habrá más arte, sino de que dicho arte será arte después del fin del arte, o como Danto lo denomina “arte posthistórico”. Ya no existe una estructura objetiva para definir un estilo, o debe haber una estructura histórica objetiva en la cual todo es posible. Si todo es posible, nada ha sido prefijado, por decir así, una cosa es tan buena como otra, no hay nada que reemplazar.

Los artistas al final del arte son igualmente libres de ser lo que quieren ser: de ser cualquier cosa e incluso de ser todas.

En los sesenta el arte conceptual demostró que no necesariamente debe haber un objeto visual palpable para que algo sea una obra de arte, cualquier cosa podría serlo. Solo en esos años fue posible una filosofía seria del arte que no se basara puramente en hechos locales. Solo cuando quedo claro que cualquier cosa podría ser una obra de arte se pudo pensar en el arte filosóficamente.

La principal contribución artística de la década del 70 fue la aparición de la imagen “apropiada”, a una imagen con significado e identidad establecidos otorgarle una nueva significación e identidad.

Si pensamos que en 1962 marco el final del expresionismo abstracto, tendríamos entonces: el campo de color en pintura, abstracción geométrica, neorrealismo francés, pop, op, minimalismo, arte povera, y nueva escultura.

Cerca de los 80 surge el neoexpresionismo y parece que se ha encontrado una nueva dirección. Y luego vuelve la sensación de que no hay nada parecido a una dirección histórica, nace la sensación de que la característica de este nuevo periodo era esa ausencia de dirección.

El periodo posthistórico, como lo define danto, está marcado por la separación de los caminos entre la filosofía y el arte, lo que significa que la crítica de arte debe ser tan pluralista como el mismo arte posthistórico.

Las estructuras relatos del arte representativo tradicional, y también del arte modernista, se agotaron al menos en el sentido de que ya no tienen un papel activo que cumplir en la producción del arte contemporáneo. Hoy el arte es producido en un mundo artístico no estructurado por ningún relato legitimador.

En el relato de Vasari el arte fue la conquista progresiva de las apariencias visuales y de las estrategias dominantes a través de las cuales se pueden duplicar, mediante la pintura, el efecto de las superficies visuales del mundo sobre el sistema visual de los seres humanos, en este periodo la historia del arte estaba en gran medida dominada por la verdad perceptible y no cambio en la transición de un periodo a otro, aunque cambiase el propio arte de hacer.

Al principio solo la mimesis era arte, después varias cosas fueron arte y finalmente, se hizo evidente que no hay restricciones filosóficas o estilísticas, la obra de arte no tiene que ser de un modo en especial.