Aspectos claves para un educación de calidad.
Enviado por Rebecca • 23 de Diciembre de 2017 • 887 Palabras (4 Páginas) • 467 Visitas
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- Diferenciación de actividades para abordar las dimensiones del desarrollo todas las capacidades.
El aprendizaje y el conocimiento se producen de distintas maneras en los alumnos, en cada ámbito del desarrollo se requiere de intervenciones que lo refuercen y vayan sentando las bases de un proceso equilibrado del conjunto.
Sin lugar a duda las capacidades están vinculadas a ámbitos distintos y requieren de diversos procesos, por la tanto se deben generar estrategias agrupadas en las que actividades como el juego se puedan desarrollar las capacidades de los alumnos ya sean neurológicas, intelectuales, emocionales, etc.
- Rutinas estables.
Las rutinas juegan un papel importante a la hora de definir el contexto en el que los niños se mueven y actúan. Las rutinas son organizadores estructurales de experiencias cotidianas que forman parte en la estructura de la seguridad y autonomía de los niños.
En el fondo las rutinas suelen ser un fiel reflejo de los valores que rigen la acción educativa en el contexto y de los valores de los mismos educadores.
- Materiales diversificados y polivalentes.
Una sala de Educación Infantil debe ser ante todo un escenario estimulantes para el alumnos capaz de facilitar y sugerir múltiples posibilidades de acción; un docente de Educación Infantil debe saber organizar un ambiente estimulantes que posibilite que los niños asistan a las aulas, ampliando así sus vivencias, descubra y consolide nuevas experiencias.
- Atención individualizada cada niño y a cada niña.
Atender a cada niño de manera individual es un mero sueño de toda educadora, de acuerdo al contexto en que ésta se encuentre, pero debido a que muchas docentes atienden a más de 20 alumnos esta atención es limitada. La atención individualizada es un estilo de trabajo en el que se atiende individualmente a las niñas y los niños donde pueden llevarse a cabo experiencias de integración.
- Sistemas de evaluación, toma de notas, etc., que permitan el seguimiento global del grupo y de cada uno de los niños/as.
“El profesionalismo” de cada docente no se trata de cosificar las intenciones educativas ni finalizar un proceso de enseñanza con sus alumnos, de trata, de saber qué se quiere enseñar y cuáles son las líneas del proceso establecido que seguiremos para alcanzar un propósito.
Esto no se trata solo de querer llevarlo a cabo o tener buena voluntad sobre el trabajo mismo; todo dependerá de la capacidad de la maestra a la hora de planificar, evaluar los procesos y los avances de los alumnos.
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