Capítulo 1 el Reconocimiento.
Enviado por Mikki • 27 de Marzo de 2018 • 871 Palabras (4 Páginas) • 275 Visitas
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Pero, me hacía falta algo, tenía un vacío en mi interior. ¿Qué era?
Todas las noches me lo preguntaba antes de dormir, pero, mientras más lo pensaba, más difícil se me hacía encontrarle un significado a ese vacío, solo, estaba ahí.
No sé cómo explicarlo de manera cierta, pero no es similar al vacío que se genera cuando no comes, no, es algo más profundo, más espiritual, como el vacío que se genera cuando un ser querido fallece, cuando se escapa tu mascota de pequeño, cuando rompes el juguete más hermoso y lindo que tenías. Era algo así, pero, no sabía lo que lo estaba generando dentro mío, no dolía, pero se hacía sentir, estaba presente en mí, en la mayoría de veces, cuando estaba a punto de ir a dormir, cuando sacaba una nota baja en clase, cuando leía los mensajes que ella me enviaba, cuando veía en Facebook las fotos que le había tomado, cuando veía las fotos que nunca subí, los recuerdos eran abundantes, y como así eran, el vacío era constante.
Capítulo 2 ¿Desorden?
El padre de John era psicólogo, una vez recuerdo haber ido con él, John me preparó la cita, dado que según él, yo necesitaba un poco de normalidad en mi vida. La experiencia fue abrumadora, nunca antes había ido con un psicólogo. Comenzó, lo primero que hizo fue empezar a hacer preguntas de tronco común, como lo eran mi nombre, edad, fecha de nacimiento, y cosas así, luego, las preguntas se fueron tornando más personales, no sabía que tenía que hacer, ni que contestar, estaba nervioso, preguntó cosas que ni siquiera yo, sabía que había podido hacer. Fue una primera cara horrenda, me movió todo el cuerpo, la cabeza, y diferentes sentimientos y emociones dentro de mí que pensaba habían desaparecido hace ya algún tiempo. Todo lo que sube tiene que bajar, y todo lo que empieza terminar, pero en este caso, la tortura psicológica siguió con otra prueba, el hipnotismo post-traumático, me sentó, en un pequeño banco, se puso frente a mi, se quedó viéndome fijamente por varios minutos, todo era silencio, el ambiente se tornó fuerte, incomodo, de repente, rompió la tensión:
-Vaya, sí que eres un chico demasiado extrovertido- dijo él
-No, parece que se equivoca señor, no me gusta llamar la atención, vivo en mi mundo, y la gente ve lo que quiere ver, no soy extrovertido, simplemente, soy yo.
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