Como formar lectores; por que y para que leemos?
Enviado por Ensa05 • 26 de Enero de 2018 • 2.063 Palabras (9 Páginas) • 363 Visitas
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El siguiente tema que es Nivel psicológico Esther Jacob lo aborda así: la creación de la literatura infantil requiere del conocimiento de las características de las edades a quien va dirigida: Edad de preescolar a 8 años les interesan: situaciones de vida diaria, su familia, los juguetes, los animales, las plantas, los personajes niños. A los niños en el comienzo de edad escolar de interesan las sorpresas, comicidad, el humos y el absurdo. De 8 a 10 años les interesan diferencias socioeconómicas, ciencias, etc. De 10 a 12 años relatos de aventuras e históricos. A partir de los 13 años les interesan historias de amistad, de romance, de sentimientos, historias de hombre de héroes, prototipos con los que se puedan identificar. Aunque esta clasificación no debe ser rígida.
El siguiente tema es el nivel informativo (de la literatura infantil) por esto un libro para niños ya sea de texto o científico debe contener información veraz, científica, confiable y una redacción interesante, amena, graciosa. Debe dar ganas de ser leído.
En el siguiente tema Esther Jacob habla del Nivel ideológico; y en una cita de Elizagaray, 1979 dice este: -“La literatura para niños y jóvenes puede ser una excelente transmisora de todo lo bello, admirable y verdadero que tiene el hombre en cuanto a su conducta en la vida” -; la literatura infantil puede colaborar para formar en el niño la actitud reflexiva, critica, transformadora.
La lírica, los juegos y la narrativa tradicional es el siguiente tema, de este E. Jacob dice:
Cada pueblo tiene sus costumbres, tradiciones y sentimientos que configuran su experiencia cultural, su ser nacional. Ellos están expresados en relatos, versos, canciones y juegos infantiles tradicionales. Con estos se les da a los niños la oportunidad de conocer, querer y respetar todo aquello que forjaron las generaciones anteriores a la suya.
La narrativa tradicional es testimonio de la imaginación ágil de nuestros antepasados, quienes iban relatando historias del triunfo que pasaban de boca en boca, historias anónimas que son de todos las que las fueron creando. En estos textos es frecuente ver cómo los personajes resuelven situaciones difíciles con astucia, picardía, inteligencia, recursos populares que muestran la posibilidad del débil ante el poderoso. Tomarlas como literatura infantil es devolver a los niños lo que los pueblos fueron creando, construyendo.
El siguiente tema sobre Lo que los niños escriben, Esther Jacob nos dice que leer es comprender, y escribir es pensar. Es común que la torpeza para hablar, o la dificultad para escribir se acompañe de un lenguaje confuso y vacilante. Por esto el uso fluido del lenguaje permite el desarrollo del pensamiento. Se debe promover, además en los niños que escriban, dibujen, pinten, se expresen con libertad.
¿Para qué sirve la literatura infantil? es tema siguiente que nos dice: La literatura es la mejor vía para despertar el gusto por la lectura de teatro, un cuento o leyenda. Cuando un chico escucha o lee un poema, una obra de teatro, un cuento o leyenda está predispuesto para muchas cosas: disfrutar la belleza, la sonoridad, el ritmo de las palabras; prestar atención; recordar una secuencia de ideas; ampliar las experiencias por él conocidas; adquirir información; enriquecer vocabulario… tener gusto por hojear libros; apreciar libros y cuidarlos.
El encuentro del niño con los libros. En este tema Esther Jacob nos dice que los primeros encuentros con la literatura del bebé son las canciones de cuna, los juegos de palabras y versos tradicionales. La mejor manera de despertar el gusto por la lectura es ofrecer a los chicos lectura variada, abundante y verdadera literatura.
De la lectura compresiva a la lectura creativa. Es el siguiente tema que nos dice E. Jacob, que cuando se habla del gusto por la lectura, se refiere a la adquisición de lectura comprensiva, lectura que va mas allá del acto de unir sonidos, reconocer grafías, recordar significados, descifrar palabras. Buscamos que a partir de esta lectura comprensiva desarrollen la lectura crítica, creativa, la lectura que se instale en la búsqueda del sentido. Y para lograr que la lectura se convierta en deseo, hay que vincularla con la acción y presentarla como juego. El juego para el niño es preparación para la vida. Al jugar el niño desarrolla sus fantasías e imaginación, imita; desarrolla su físico, su condición motriz, se divierte y convive con otros.
El siguiente tema que es cómo formar lectores no habla qué hacer para que los niños sean buenos lectores, lectores curiosos, de los que leen por interés.
Si los padres y los familiares que están cerca, y también los maestros, son lectores, es muy probable que el niño también lo sea. Pero no se trata tan solo de nos vean leer, hay muchas otras actividades para promover el interés por la lectura. Por ejemplo: es una buena práctica leer un libro por partes. Si los niños ya saben leer y escribir, resultara también muy motivador que se les lea—ya sea en casa o en la escuela—un capítulo de un cuento o una parte de un libro y al día siguiente ellos mismos lean otra parte y el adulto los escuche.
El último tema ¿qué hacer con los niños a los que nos les gusta leer? Sin duda para los niños y también para nosotros los adultos, leer es una posibilidad de viajar con el pensamiento, de conocer hechos y cosas diferentes a las que tenemos a la vista, es una forma de divertirnos, de entretenernos, de aprender. Los libros nos pueden volver más creativos y nos ayudan en el estudio. Nuestra labor no termina cuando los ponemos en contactos con los libros y otros materiales de lectura. Es fundamental al acompañarlos en la lectura, el establecer una íntima comunicación, el hacer cosas con ellos. Los chicos aprender muchas cosas por imitación. La literatura despierta la imaginación y apoya el desarrollo de sentimientos, así como la formación de una escala de valores. En las salidas con los chicos es útil llevar un libro. A la lectura hay que darle su lugar: es preciso transformar las ocasiones de lectura en momentos especiales, con música de fondo, una fiesta del decir-contar-escuchar; un descanso creativo.
Mi conclusión es que la escuela tiene la oportunidad de formar lectores críticos a pesar de sus múltiples limitaciones. Como docentes debemos ver, leer y criticar lo que se lee, estimular a nuestros alumnos hacia la lectura, iniciando con una lectura de textos breves, y darles una abundante variedad de textos de verdadera literatura, para que elijan la que mejor les guste; y debe ser en el hogar donde los padres de familia deberán reforzar este hábito de lectura
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