DIALOGOS HISTORIA FAMILIAR

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-Elena: Que desconsiderada eres, yo tengo dos hijos a los cuales educar y alimentar.

-Bertha: Pero yo sola no puedo con todos los gastos, además soy la actual esposa de Alfredo, me corresponde la herencia.

Elena: A ver quien ríe al último.

Narrador: Después de estar discutiendo, al mes siguiente, en el supermercado:

Bertha: Alberto, ve a buscar el pan y blanquillos.

Alberto: Está bien

Bertha: (Se topa con Alejandro a la vuelta del pasillo).

Alejandro: (Ignora mutuamente a Bertha, alejándose hacia otro pasillo).

Narrador: Suena el teléfono de Bertha y ella atiende.

Bertha: Si habla la señora Bertha.

Enfermera: Buenas tardes señora Esquivel, necesito comunicarle que el señor Alfredo se encuentra en muy mal estado y que necesitamos de su presencia en el hospital, por si la situación empeora en estado crítico.

Bertha: (Suelta la canasta de despensa y busca desesperadamente a Alberto y a Alejandro con la mirada, topándose primeramente con Alejandro). Alejandro!!!! (Gritando)

Narrador: Alejandro y Alberto acuden con la señora Bertha, comprendiendo la situación, entran al automóvil de Bertha. Y después de unos minutos de conducir y al momento de casi llegar al hospital, los frenos fallaron y se estampan contra el muro de la avenida principal, al tratar de evitar chocar con un camión de exceso dimensional.

Los paramédicos y autoridades llegaron y atendieron al accidente, pero desafortunadamente fallecieron al llegar al hospital, el mismo a donde se dirigían desde un principio.

Enfermera: (Llama a la señora Elena) Buenas tardes llamamos del hospital donde se encuentra el señor Alfredo, necesitamos su presencia en el hospital, por favor no se altere.

Elena: Gracias por comunicarme, voy en camino.

Amelia: ¿Qué pasó, qué sucedió, quién era? ¿Por qué pones esa cara? ¿No sabes dónde está mi hermano?, no me contesta su celular desde hace un rato.

Elena: Dijo que iba a ir a la tienda, pero le dejaré un mensaje

Narrador: En el hospital, unos minutos después, Amelia impacientada vuelve a llamarle a su hermano para comunicarle que están en el hospital, cuando de pronto escucha sonar el teléfono de Alejandro desde una camilla que resguardaba un cuerpo ya sin vida cubierto por una sábana blanca. Amelia se acerca temerosamente, cuando un oficial la detiene preguntándole que sucede.

Amelia: (temblorosa) disculpe oficial pero escuche sonar el teléfono de mi hermano desde esta camilla y me preocupa. ¿Puedo verificar el cuerpo?

Elena: Amelia ¿Amelia que sucede?

Enfermera: señora Elena debo comunicarle algo pero aquí no, acompáñeme con el doctor.

Narrador: después de los extraños incidentes, Elena y Amelia reciben la noticia del accidente y la muerte de Bertha y su hijo Alberto además de Alejandro. Después del shock reciben la noticia del fallecimiento del señor Alfredo en su lucha contra el cáncer. La señora Elena cae en depresión mientras que Amelia aun teniendo toda esa tristeza en su corazón, aún tenía la esperanza sobre la herencia de su padre para salir adelante y solventar sus estudios apoyando a su madre y aligerar su carga económica y emocional.

Una semana después Amelia acude al notario de su padre para reclamar la herencia dejada por su padre...

Notario: querida niña me temo informar que has sido mal informada, tu padre el señor Alfredo no tiene depósito de ahorros ni cuentas vigentes de hecho por su muerte cancelamos todas sus deudas.

Amelia: no puede ser, mi padre nos aseguró que no nos dejaría solos. ¿Está seguro de que no hay nada?

Notario: señorita, temo informarle que le aseguro con mi vida que no existe y nunca existió ningún dinero, y puedo concluir que su padre le mintió, tal vez porque solo quería la compañía de ustedes en sus últimos momentos.

Amelia: (decepcionada y con lágrimas en los ojos) si, tal vez tenga razón, pero si es así, me temo decir que me da gusto que haya recibido su penitencia.

Narrador: el notario quedo tan impactado por la respuesta de Amelia ante la traición de su padre que solo pudo observar como salía del despacho con una mirada capaz de devorar al mundo entero. Después de haberse despejado Amelia levanto el rostro y regreso a casa con una parte de su corazón destrozada pero con la voluntad de seguir adelante como sostén de su vida.

Desafortunadamente aunque se perdió el rastro de Amelia y su madre Elena, había alguien que había regresado de la tumba buscando respuestas, el señor Alfredo no había muerto, debido al cáncer que afecto otros de sus sistemas enfermo de catalepsia, una enfermedad que puede hacer que una persona duerma y su ritmo cardiaco desacelere hasta el punto de confundirlo con la muerte, así que su estancia fuera de escena fue por su recuperación en el hospital, al ser dado de alta, decidido fue en busca de su querida Bertha y su hijo Alberto que habían desaparecido al igual que Elena y sus hijos, fue así como vivió el resto de sus días lamentándose y ahogado en el llanto de desesperación de no poder contestar sus incógnitas, ¿Por qué?,¿Dónde? ¿Cómo? ¿Cuándo?, pero su miseria no duro mucho tiempo ya que el cáncer agravó la catalepsia dándole una torturosa muerte 2 años después.