EL PODER DENTRO DEL MARCO CONSTITUCIONAL.

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Sea como sea, a pesar de las bondades del Imperio, como todo ser viviente, nace, se reproduce y muere y aunque la analogía parezca sin sentido, el caso de la caída del Imperio romano es muestra fehaciente de la anterior posición.

Para el caso de la paz eterna y duradera, es el cristianismo el que prevé, como algo por alcanzar en otra dimensión, mientras que para Bernardin de Saint Pierre, inclusive para Kant, todo se establece en el estadio de la razón, como la verdadera luz unificadora de la misma razón y la ética quienes en su sentir, universalizan lo que el hombre busca, además de la paz, que el hombre promete, así sea a través de las armas. De ahí surge la idea de “guerra Santa”. De todos modos, una cosa son las teoría y otra el ejercicio de la práctica, que indica que para hacer respetar la soberanía, si es necesario el uso de la fuerza, hay que hacerlo en consecución del respeto de la soberanía estatal, así la expresión guerra, se minimice a acciones policivas, a punto de sacralizar la guerra, así sea en defensa propia.

Con referencia al modelo de autoridad imperial, se puede decir que esta concepción se halla en perfecta declinación de los Estados-nación, como consecuencia de los altibajos de la internacionalización de los mercados. A pesar, de esto, según Miche Foucault, el surgimiento de los imperios, avanza en forma acelerada, aclarando que es en cierta medida, perfectamente positiva, lo cual no se podría establecer de otra forma. Tal paradigma, se concentra en normas, alcanzando posición de dominio en el contexto global de la humanidad.

Lo que se busca, es una legítima integración mundial, exigiendo compromiso de la autoridad central de orden mundial, consolidando en forma más fuerte y estable la constitucionalización imperial dentro del concierto del orbe mundial. Todo esto significa que el establecimiento de este nuevo paradigma, tenga la lucidez y reconocimiento que solo un gran poder establecido, definido, con autonomía con relación a los Estados-nación soberanos, tendrá la capacidad de funcionar como epicentro del naciente orden mundial imperial, que ha dejado atrás otros modelos económicos, que en su momento funcionaron, a pesar de las deficiencias, abusos y atropellos, que los convirtió en obsoletos y por eso desaparecieron para siempre.

En forma clara, Kelsen, aceptaba que junto al nuevo paradigma, se reafirmaba que el positivismo jurídico trae consigo el advenimiento de un nuevo orden jurídico. Igualmente, Tucídides, Livy y Tácito, conjuntamente, Maquiavelo, afirmaban que el Imperio, no se desarrolla a partir de la fuerza, sino a partir del capital, dejando el valor de la fuerza al servicio del derecho de la paz. Entonces, el Imperio no proviene por si mismo, sino que se afirma como modelo para resolver conflictos, consolidando fuertemente al imperio y se consolida insertándose en el proceso internacional, coadyuvando en la resolución de conflictos. De esta forma, lo esencial del Imperio, es expandirse mundialmente y lograr sostener su poder inmerso dentro de sus propósitos.

Al hablar de los valores universales, se hace evidente mencionar que el derecho a la intervención, aparece como la obligación de los sujetos dominantes del orden establecidos mundialmente, para que puedan intervenir en los territorios de otros sujetos con base en la prevención de problemas o la resolución de los que vayan surgiendo dentro del conglomerado humano, mientras que el derecho a la intervención se legitima con la presencia policial para preservar los valores universales, inherentes a la población mundial. Aquí, cabe resaltar como Kant, que la predisposición moral interna, al sentirse confrontada y probada frente a al orden social, se va aproximando al cumplimiento de normas de ética y políticas jurídicas impuestas por el mismo Imperio.

Un aspecto más de consideración, es el referente a la caída de los Imperios, como el caso del romano, que una vez desaparecido, da paso a una especie de reinado imperial que es el concepto cristiano, que se estable en Europa y luego se va expandiendo por el mundo, basado en subjetividad, que abarca la presencia de profetas que pregonan un orden nuevo que potencialmente puede venir, augurando unidad mundial, establecimiento de la paz y concediendo madurez en los tiempos, estableciendo unidad en el género humano.

Ahora, centralizando el aspecto de la Producción biopolítica, en este sentido, se puede igualmente hablar del biopoder existente en la sociedad, como la presencia de los medios de comunicación que se sobreponen a toda dimensión y se presentan como un nuevo poder que maneja y manipula toda actividad humana.

Finalmente, se puede afirmar que la consolidación de la paz en el orden mundial se consolidará con el desarrollo económico, proveniente del capitalismo, que ofrece muchas alternativas a la humanidad.

UNIVERSIDAD INCCA DE COLOMBIA

TRABAJO PROBLEMAS GLOBALES

EL PODER DENTRO DEL MARCO CONSTITUCIONAL

X SEMESTRE

PRESENTADO POR

ALEJANDRO CASTILLO 70858

YUL GUTIERREZ 70704

BOGOTA 21 DE ABRIL DE 2016