“ESTRATEGIAS DE DESARROLLO PROFESIONAL DOCENTE”

...

Añadido a lo antes dicho, se debe notar el ambiente exteriormente “tranquilo” que esta corriente demuestra, siendo que los estudiantes deben estar rígidos, tranquilos, obedientes, frente a un maestro expositor del conocimiento. No hay lugar para inquietudes, no está la posibilidad de elegir, de investigar o de crear nuevas formas de proyectos, cualquiera de estas sería una amenaza para la seguridad que la aparente “igualdad” del grupo proporciona.

Una vez más, salir de los preconceptos, parámetros establecidos que nos han regido por años, salir del “molde” no es fácil, pero imperativo en esta generación que no se conforma con maneras antiguas, sino que busca la individualidad y el hecho de dejar huella.

- ¿Puede la pedagogía tradicional ser reemplazada por la pedagogía nueva?

Desde mi punto de vista es un proceso muy lento, hasta ahora creo que hay una mezcla de ambas en las aulas de clase. Que algunos maestros aún tienden a un lado de la balanza o a otro depende mucho de su formación y de cuán dispuestos al cambio estén. Definitivamente la pedagogía nueva es una corriente que el mismo estudiante inconscientemente demanda del sistema educativo. Los niños no aprenden como las generaciones de antaño.

- ¿Cuáles son los paradigmas (teoría) en los que se sustenta el planteamiento de la Escuela Tradicional y la Escuela Nueva?

El paradigma de la Escuela Tradicional se basa en una concepción CONDUCTISTA. El estudiante es un “receptor” y el maestro es un “transmisor” del conocimiento. El rol del maestro es autoritario, controlador, expositor del conocimiento. Las destrezas se desarrollan mediante procesos de memorización-repetición, pero sin incluir razonamiento crítico o creatividad y se transmite el conocimiento sin tener apego o sentido para el niño.

Según el artículo, la escuela digestiva se trata de la “vieja escuela”, método tradicional, están básicamente centrados en el programa curricular. Se concede poca participación al estudiante; y es el maestro quien toma la imagen central. Donde el estudiante es como tabla rasa, pasivo en el proceso de enseñanza.

El paradigma de la Escuela Nueva propone una concepción COGNITIVO-CONSTRUCTIVISTA. El conocimiento es relevante en el contexto de vida del niño y por lo tanto el aprendizaje se transforma en significativo. El papel del docente es “facilitador”, quien sigue el ritmo de aprendizaje del niño y se centra en los intereses del mismo. Permite la diferencia, la variedad de preguntas y respuestas, no se incomoda con lo creativo. Permite la participación activa de todos y se ocupa de desarrollar valores y relaciones interpersonales equilibradas. Esto permite que el estudiante internalice el conocimiento y a la vez sea capaz de reproducirlo, aunque no exactamente como lo recibió sino con la suma de su propia experiencia e individualidad.

Es por eso que el Señor es el mejor maestro. Quien nos enseña día a día respetando nuestros tiempos de aprendizaje y decisiones.