EUTANASIA ¿UN DELITO O UN DERECHO?

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OBJETIVOS

- Generar conciencia sobre el tema de la eutanasia, evidenciando lo importante que es respetar tanto el derecho a la vida, como el derecho a morir dignamente sin ser juzgados o señalados cuando la persona tiene una enfermedad irreparable y la cual le causa sufrimiento.

- Plantear casos reales en los que se evidencie la aplicación de la eutanasia como derecho y no como un homicidio o suicidio.

- Implementar campañas informativas y de opinión a través de las cuales las personas expresen su posición ante la aplicación de la Eutanasia y si considerarían implementarla en algún familiar que exprese la idea de hacerlo.

CAPITULO I: EUTANASIA ASPECTOS BÁSICOS

- Proceso Histórico – Social de la Eutanasia

La eutanasia se ha tratado como un tema tabú dentro de la sociedad colombiana, se postula como una encrucijada que desde lo bioético, lo religioso, lo médico y hasta lo jurídico, tiene connotaciones de gran significación para la población que asume una postura conservadora en torno a la defensa de la vida versus la posición asumida por la Corte Constitucional que ha tomado la decisión de defender en cada una de las instancias el derecho a morir dignamente lo que lleva al desconocimiento de los derechos tutelados en constitución política de Colombia; sin embargo siendo un tema tan importante y escabroso ha sido pocas veces desarrollado, porque es comprensible que cause terror y que el término “homicidio” que lo rodea, lo vuelva más difícil de aceptar dentro de una sociedad que en ocasiones en las que conviene se torna totalmente conservadora, este tema es aún mucho más controvertido dentro del derecho ya que se debe privilegiar la dignidad de las personas.

Etimológicamente el término eutanasia significa “buena muerte”. Deriva de los vocablos griegos “eu” que significa bueno y de “thanatos” que significa muerte. Es evidente que tal y como se ha mostrado a lo largo de la historia de la filosofía moral, política y jurídica, el particular sobre el valor y la dignidad de la vida humana ha concitado diversas y muchas veces difíciles cuestiones entorno a sus límites. Para dar claridad a estos aspectos, habrá que dar una mirada rápida a la historia de la eutanasia; comenzando en la antigua Grecia, en donde este término no planteaba ningún problema de tipo moral; ya que consideraban que una vida indigna no debía ser vivida, así que la eutanasia no suscitaba discusión; pero en estas circunstancias fue Hipócrates (el padre de la medicina) en el llamado Juramento Hipocrático quien prohibió a los médicos la ayuda para cometer suicidio al aplicarla en algún paciente. En la Edad Media, la eutanasia, así como el aborto o el suicidio eran mal vistos bajo la concepción religiosa al considerarse un pecado, ya que en cualquiera de estos casos la persona dispone de la vida, contrario a la ley de Dios que la ha regalado como un don único, irrepetible y sagrado. Con la llegada de la modernidad, se rompió el pensamiento medieval, y se permitió pensar en otros aspectos que rodeaban la salud, apoyados por la ciencia y la técnica, desplazando así los conceptos cristianos.

El concepto de eutanasia no es nuevo ha acompañado al ser humano desde hace muchísimo tiempo como se explica anteriormente la eutanasia tiene un recuento histórico que inicia en la antigua Grecia en donde se dice que la medicina era eutanásica y salvaba a quien se podía salvar, para terminar con la vida de una persona que no tenía posibilidades de seguir viviendo realizaban en algunas ocasiones rituales en los que ese individuo era estrangulado; también muchas tribus implementaban la eutanasia de manera indirecta pero lo hacían ya que la persona debía tomar la decisión de retirarse del grupo e ir a morir alejado de la comunidad. Al realizar ese recuento a través de la historia de la eutanasia no solo en Colombia sino en las etapas más relevantes de los tiempos, se puede extraer del libro realismo jurídico y eutanasia lo siguiente:

Las eutanasias griegas, de hecho no despertaban por si ningún debate “moral” sino solo y en cuanto al momento de establecerse que acción y que individuo, podía catalogarse dentro de aquellos criterios. Así mismo era irrebatible en el pensamiento medieval que al margen de lo evento facticos, la vida individual del ser humano y la de toda la creación en su conjunto, solo podía determinarse por y para el creador. En la modernidad histórica, en cambio el problema de la decisión sobre la propia vida no ha podido desconocer el hecho de que ella misma está teñida de un realismo fundamental del que, desde siempre ha pretendido desligarse. (Corredor, 2009, págs. 108,109)

Con la llegada de la modernidad, se rompió el pensamiento medieval, y se permitió pensar en otros aspectos que rodeaban la salud, apoyados por la ciencia y la técnica, desplazando así los conceptos cristianos y todas aquellas ideas ligadas a la religión de lo cual se evidencia lo siguiente:

En la época actual se ha radicalizado el debate sobre la disponibilidad o no de la propia vida, en razón de que la eutanasia está ligada a los adelantos de la medicina y en especial con la posibilidad nunca antes vista, de adelantarse o postergarse la muerte o de transformarla en un proceso menos traumático. La eutanasia no es un invento de la modernidad; sin embargo es relativamente reciente el debate moral a cerca de su legitimidad y la controversia jurídica generada alrededor de su despenalización o legalización. (Singer, 1995, pág. 57)

El debate ocasionado a partir de la eutanasia en pleno siglo XXI tiene que ver con los aspectos médico-científicos que se han desarrollado aún más con el paso del tiempo y que de igual manera pertenece al ámbito Socio-Jurídico, ya que los individuos dentro de la sociedad demandan que el estado no solo debe asegurar la protección de la vida, sino también el respeto a su dignidad humana la cual es exclusivamente privada; haciendo referencia al valor de la vida se entra en un gran cuestionamiento de la práctica médica, ya que la eutanasia va completamente en contra del valor y la moral de un médico que está formado literalmente para salvar vidas y no para arrebatarlas, en este aspecto es considerable la diversidad de opiniones debido a que es totalmente controversial que una persona encargada de mantener la vida atente contra ella, y es allí donde hay que entender que lo primordial para un profesional es mantener la salud del paciente, pero cuando esa salud está deteriorada y es imposible recuperarla es deber del médico respetar la voluntad del paciente sobre la decisión que decida tomar,