El Afrontamiento en la infancia.

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Podemos encontrarnos además con una serie de variables que modulan la conducta de afrontamiento en la infancia y adolescencia, como son por ejemplo, la edad y el sexo.

A medida que los niños crecen se incrementa paulatinamente la cantidad de estrategias basadas en el control de la emoción, aunque hay varios autores que afirman que el uso de estrategias basadas en el problema desciende con la edad mientras que otros consideran que aumentan. Según un estudio, a mayor edad, mayores son el número de estrategias empleadas. Peterson, nos dice que las niñas cambian el estilo de afrontamiento al crecer mientras que los niños permanecen sin cambios.

Dos autores encuentran estrategias de afrontamiento que protegen al adolescente del estrés, mientras que por ejemplo la “expresión de sentimientos”, se puede asociar con un incremento de ciertas dificultades, como la ansiedad o depresión.

Se ha encontrado que los preadolescentes usan la distracción como forma de afrontar el problema con más frecuencia que los de mayor edad, que usan mayor número de técnicas con las que pretenden reducir la tensión. Esto alude a que las estrategias basadas en el control emocional son más interiorizadas y más difíciles de observar que las que están basadas en el problema.

Una serie de autores concluyen que las estrategias de afrontamiento basadas en el autocontrol emocional se hacen más frecuentes cuanto mayor es la edad del adolescente. Según estos autores estas estrategias reducen el estrés y pueden ayudar a evitar el problema, sin embargo, otras estrategias utilizadas como búsqueda activa de soluciones y de apoyo, social e instrumental, no existen todavía.

Se plantearon diversos estudios en los que en cada uno empleaban estrategias diferentes como por ejemplo en uno de ellos encuentran que los niños usan más estrategias de acción directa y menos de evasión cognitiva y de relajación que los adultos. La edad y el sexo son factores influyentes en la estrategia de búsqueda de apoyo social.

Unos autores piensan que no existen nexos entre la edad del adolescente y el desarrollo de habilidades de afrontamiento, mientras que otros sin embargo piensan que si existe un posible nexo entre ellos.

Tras varios estudios se ha podido encontrar que las niñas utilizan más el apoyo social, expresan más sus sentimientos, etc. Que los niños.

A modo de conclusión, he de confirmar que me ha resultado bastante interesante el capítulo, y me hubiera gustado realizar la lectura de todo el libro completo, pero debido al tiempo no he podido realizarla, aunque más adelante en mi tiempo libre lo haré, ya que me ha parecido una lectura bastante útil para enfocarla en nuestra vida profesional en un futuro como educadores sociales.