El conocimiento profesional se legitima o se cuestiona mediante la formación

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Dicho esto, es necesario enunciar algunos desafíos a los que se enfrenta hoy el profesor con relación al presente y el futuro de la educación. Tendrá que atenderlos y generar procesos de reflexión conjunta para lazar propuestas que propicien una educación contextualizada y actualizada y que ayudarán a fortalecer su formación:

-No existe en la actualidad una articulación coherente entre los diferentes procesos educativos que se imparten en la escuela, el colegio y la universidad. Cada institución hace su proceso de enseñanza por separado, de manera aislada y no se observa una conversación seria, dialogante entre las materias que los estudiantes reciben, los educadores que enseñan y esos establecimientos encargados de educar.

-En Colombia somos expertos copiando modelos educativos de países foráneos que tienen necesidades y contestos distintos a los nuestros. Lo anterior evidencia una falta de identidad respecto a lo propio y una falta de confianza en nuestra capacidad para leer el contexto y dar respuestas adecuadas a nuestros propios problemas y realidades.

-En la actualidad existe una brecha importante entre lo que se dice que se tiene que hacer para educar adecuadamente, entre el discurso oficial que viene desde el ministerio de educación nacional, sus políticas y lo que realmente se hace desde la labor docente, desde sus posibilidades lamentables y limitadas. Lo que se dice no se hace, o no se hace completamente, pues los salarios de los educadores son insuficientes, las estructuras educativas no son adecuadas, son excesivos los formalismos, los formatos a diligenciar y sólo se tienen en cuenta la cobertura, pero no la calidad de la educación, ni la inclusión, pues se desconoce lo singular del estudiante, sus necesidades especiales, su deseo y su realidad familiar, social y cultural.

-Es el estudiante el que se tiene que adecuar a la institución y no la institución al estudiante. Y cómo es posible que se produzca un proceso de aprendizaje, de educación, si la institución desconoce al escolar cuando le pide que sea el quien se adapta a un sistema que sólo le permite el ingreso, pero que está de espaldas a su deseo.

Para concluir, es preciso decir que la educación también debería ser una apuesta para hacer de cada estudiante lo que éste pudiera y quisiera llegar a ser. Además del saber, de la disciplina, la norma, de los procesos de socialización, debería apostarle, al ser, a su desarrollo y al hacer del estudiante en consonancia con su motivación, con su deseo.