El modelo asociativo como estrategia para el protagonismo de Jóvenes Rurales.
Enviado por klimbo3445 • 13 de Marzo de 2018 • 17.144 Palabras (69 Páginas) • 444 Visitas
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Principios de la Sistematización
En lo que respecta a la objetividad por parte del investigador… como premisa de la práctica investigativa tiene vigencia como principio, pero no refiere a una meta de neutralidad, sino a la búsqueda de una objetividad que extreme los esfuerzos del investigador por no forzar la realidad según su voluntad.
En lo que hace a validez, entendida como la pertinencia de lo sindicadores para predicar atributos del objeto de conocimiento. Lo importante es evitar hacer generalizaciones y reforzar el carácter exploratorio de las conceptualizaciones logradas.
En cuanto al principio de confiabilidad, entendida como la posibilidad de que un instrumento arroje los mismos resultados en las mismas circunstancias. Los instrumentos con que se obtiene la información están sesgados por la impronta de la intervención (direccionalidad de las acciones), tanto en sus formas como en su contenido.[4]
El proceso metodológico
Oscar Jara[5] en “Para sistematizar experiencias” nos propone cinco tiempos, que al ponerse en práctica en un sentido dinámico, pueden ser cuestionados, modificados, enriquecidos y adaptados a situaciones particulares.
No existe una respuesta única a esta interrogante, ni una secuencia exacta de pasos a modo de receta. En lo que muchos coinciden es que se necesita un método, una ruta que nos señale el camino a seguir.
Estos cinco tiempos consisten en:
PRIMER TIEMPO: EL PUNTO DE PARTIDA
- Partir de la propia práctica significa que hay que partir de lo que hacemos, sentimos y lo que pensamos. No se puede sistematizar algo no vivido. Puede sistematizar quien ha formado parte de la experiencia. Es decir que para que la sistematización sea real y efectiva debe efectuarse poniendo en movimiento a los propios actores.
- Toda experiencia que se piense sistematizar es un proceso que ha transcurrido en el tiempo y es preciso tomar en cuenta que en ese trayecto se han realizado muchas y diferentes cosas.
Esto no significa que se debe concluir la experiencia para sistematizarla, porque la sistematización debe hacerse para ir alimentando la práctica.
Un aspecto primordial, a tomar en cuenta es el de contar con registros de todas las acciones realizadas a lo largo del proceso.
Los registros no sólo son escritos, que pueden ser muchos y diversos, sino también grabaciones, fotografías, videos, etc. Los registros nos permiten reconstruir los momentos tal como sucedieron.
SEGUNDO TIEMPO: LAS PREGUNTAS INICIALES
En este segundo tiempo se inicia propiamente la sistematización respondiendo a tres interrogantes, que no tienen secuencia, pero que precisan ser respondidas:
- ¿Para qué queremos sistematizar? - Definir el objetivo
Permite definir de manera clara y concreta el sentido, la utilidad, el producto o el resultado que esperamos obtener de la sistematización. Podemos tomar como referencia tres grandes parámetros:”para comprender y mejorar nuestra propia práctica”, “para extraer sus enseñanzas y compartirlas”, “para que sirva de base a la teorización y generalización”, etc.
- ¿Qué experiencia(s) queremos sistematizar - Delimitar el objeto
Es necesario escoger la o las experiencias concretas que se van a sistematizar, claramente determinadas en lugar y tiempo.
Los criterios para escogerlas y delimitarlas dependerán del objetivo de la sistematización, de la consistencia de las experiencias, de los participantes en el proceso, del contexto en que se dieron las experiencias, etc.
- ¿Qué aspectos centrales de esa(s) experiencia(s) nos interesa sistematizar? - Precisar un eje de sistematización
Aún teniendo un objetivo y un objeto a sistematizar, es necesario precisar más el enfoque de la sistematización para no dispersarse. Un eje de sistematización es como un hilo conductor que atraviesa la experiencia y está referido a los aspectos centrales de ella. Es como una columna vertebral que nos comunica con toda la experiencia con una óptica específica.
TERCER TIEMPO: RECUPERACIÓN DEL PROCESO VIVIDO
En este tercer tiempo se identifican dos momentos:
- Reconstruir la historia: Se trata de tener una visión global y cronológica de los principales acontecimientos que sucedieron durante la experiencia. Aquí es indispensable recurrir a los registros. La reconstrucción puede hacerse elaborando una cronología, un gráfico, un cuento, una narración u otro.
Los hechos o acontecimientos que se reconstruyan no sólo son descriptivos, sino que deben dejar constancia de las diferentes interpretaciones que dan sus protagonistas.
- Ordenar y clasificar la información: Teniendo como base la visión general del proceso vivido, se ubican los distintos componentes de este proceso. El eje de sistematización nos da pautas respecto a qué componentes tomar en cuenta.
Para esta tarea es útil tener una guía de ordenamiento, un cuadro o una lista de preguntas que permita articular el trabajo.
El ordenamiento y la clasificación de la información debe permitir reconstruir en forma precisa los diferentes aspectos de la experiencia, vista como un proceso. Se deben tomar en cuenta las acciones, los resultados, las intenciones y las opiniones, tanto de quiénes promueven la experiencia como de quiénes participan en ella.
CUARTO TIEMPO: LA REFLEXIÓN DE FONDO ¿POR QUÉ PASÓ LO QUE PASÓ?
Este tiempo se refiere a la interpretación crítica del proceso vivido. Va más allá de lo descriptivo. Se trata de encontrar la razón de ser de lo que sucedió en el proceso de la experiencia, por eso la pregunta clave es ¿por qué pasó lo que pasó?
- Análisis, síntesis e interpretación crítica del proceso:
Para realizar esta reflexión de fondo es necesario hacer un ejercicio analítico, ubicar las tensiones o contradicciones que marcaron el proceso y con estos elementos volver a ver el conjunto del proceso, es decir, realizar una síntesis que permita elaborar una conceptualización a partir de la práctica sistematizada. Este momento tiene una duración indeterminada;
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