El proceso de composición de textos académicos

...

El perfil helicóptero Se trata de una escritura extensiva que busca dominar el panorama general en primer lugar. Señala que el escritor debe poseer una información de la imagen general del texto, de sus límites y su estructura, aunque todavía no disponga de los detalles de cada uno de sus apartados. Así, experimenta la imposibilidad de escribir si no tiene una clara perspectiva de la información que va a contener su escrito y de la forma en que va a organizarla.

El perfil puzle Se trata de un escritor que actúa como si estuviera completando un puzzle, en donde hay que encajar diversas piezas hasta lograr una figura final con sentido y significado. El escritor dispone de diferentes archivos en los que ha ido guardando porciones de información, que llegado el momento sirven para ir completando un nuevo texto de cortar y pegar.

El perfil caos Se caracteriza por la ausencia de regularidades en la forma de abordar el proceso de composición escrita. El escritor característico de este perfil acostumbra a atribuir a las musas o a la inspiración sus diferentes formas de proceder y eso le resulta fácil dejar el trabajo para otra ocasión cuando aparecen de forma reiterada las dificultades.

Conviene registrar cuándo y en qué situaciones aparece un mismo tipo de problemas para inferir algunas regularidades que permitan aumentar el nivel de conocimiento sobre el propio proceso y a la vez identificar las actividades que resultan sistemáticamente implicadas o ineficaces.

El problema no radica en experimentar desesperación al momento de enfrentar el proceso de composición de un texto complejo, sino en el hecho de que atribuimos a nuestra inhabilidad o capacidad y sobre todo en la manera como aprendemos a superarlos.

Cinco reglas de oro para escribir textos científicos (y no morir en el intento)

- La estructura necesita del caos: Es la necesidad y a veces obsesión por la estructura del texto. Cualquier escritor debe tener presente que la consecusión de una estructura clara y coherente así como de un texto bien cohesionado no se produce casi nunca de manera automática; a menudo un cierto nivel de desorden y caos facilita la tarea de ordenar la información y que, aunque no nos guste demasiado mientras se produce, es probablemente inevitable.

- El proceso seguido y el producto final son interdependientes: Vertir todo lo que hay en mente, puede servir como borrador y no como resultado final para un texto científico. Diario de sesiones, anotar lo que se hace en cada sesión, lo que alcanzamos y lo que se quiere resolver

- La confusión y la confianza son necesarias en su justa medida: Es necesario el conocimiento de las posibles fases por las que sus emociones y su estado de ánimo van a transitar a lo largo de la escritura. Decirse a uno mismo antes de empezar a escribir que habrá momentos de confusión y de excesiva confianza es imprescindible para no dejarse llevar ni por el desánimo ni por el engaño. Cuando cunda el desánimo o cuando nos parezca que lo que acabamos de escribir es fantástico, conviene dejar esa parte del texto y retomarla unas horas o días más tarde. La mejor manera de mantener esa medida, consiste en ser conscientes de cómo y porqué surgen estos sentimientos a lo largo del proceso de escritura.

- Cuatro ojos ven más que dos…, o dos mentes revisan mejor que una sola: La compañía es necesaria incluso para una actividad individual como la escritura, es por eso que la ayuda de un experto en el tema nos dará los criterios correctos para el texto, ya que nos brindara la ayuda pero no nos resolverá el problema

- La reflexión siempre es más útil que la automatización: La reflexión consiente sobre las decisiones que tomemos en el texto. Cada situación es diferente y exige una nueva representación de texto. El objetivo es aumentar el conocimiento condicional