¿Es una mejora u otro intento descarado de nombrar una cosa que no existe?
Enviado por mondoro • 27 de Diciembre de 2018 • 839 Palabras (4 Páginas) • 347 Visitas
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La sola idea de que puede cambiar radicalmente la definición de algo sin nada en el mundo real que cambia y sin nuevos aumentos en el conocimiento o la comprensión es notable, notable hasta que se da cuenta de que lo que se está definiendo no existe. Es completamente fácil, sin esfuerzo, realmente, cambiar la definición de algo que no existe para satisfacer sus propósitos actuales. De hecho, apenas hay una mejor prueba de la inexistencia de una cosa que no existe que la que se puede definir de una manera hoy, de otra manera mañana y de una tercera vía el domingo.
Ciertamente, uno podría escudriñar los cambios y hacer comentarios razonables sobre la forma en que se ha empleado el lenguaje para decir absolutamente nada. Un trastorno mental es algo psicológico, o tal vez no lo es. Un trastorno mental es una cosa biológica, o tal vez no lo es. Puedes denunciar a tu sociedad a menos que tengas una "disfunción", en cuyo punto tu barandilla es un trastorno mental. Puedes tener un conflicto con tus políticos a menos que tengas una "disfunción", en ese momento eres un desviado mental. Se podría continuar con tales observaciones, pero hacer que tales observaciones lleguen a manos de los creadores de cosas inexistentes, a quienes les encanta si juegas su juego. Pueden deslizarse con impunidad, agregando, calificando y cambiando, mientras pierdes el aliento siendo razonable y reflexivo.
La pregunta no es: "¿Cuál es la mejor definición de trastorno mental?" La pregunta no es: "¿Es mejor la definición del DSM-5 de un trastorno mental que la definición del DSM-IV de un trastorno mental?". Esas no son en absoluto las preguntas correctas! La primera y única pregunta es, "¿Existen los trastornos mentales?" El fenómeno ciertamente existe. Los pájaros y las abejas existen; el dolor y el sufrimiento existen Pero las aves no prueban la existencia de dioses y el dolor no prueba la existencia de desórdenes mentales. No juguemos el juego de debatir las definiciones de cosas que no existen. Vamos a seguir adelante.
El fenómeno mismo nos confunde y sería hermoso crear dioses y desórdenes mentales para explicarlos. Pero, al no existir, los dioses y los trastornos mentales no explican nada. Vamos a seguir adelante y hacerlo mejor.
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