Estructura socioeconómica actual- Modelo de desarrollo compartido (1970-1976)

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Se llegó a la conclusión de que la nueva devaluación se debía básicamente a la crisis de confianza generalizada que había propiciado la nueva gira de capitales.

El 26 de octubre el banco de México informaba que ya no intervendría necesariamente para sostener la paridad de 19.90 pesos por el dólar, con lo cual además de aumentar la confusión entre el público, se provocó una segunda devaluación que llevó al dólar a cotizarse a 25.50 pesos a fines de mes, así que en dos meses la devaluación fue del 100%.

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En el verano de 1981, inesperadamente bajaron los precios de nuestros principales productos de exportación, empezando por el feo petróleo.

El presidente López Portillo hizo intentos por establecer las bases y normas generales para el futuro de la banca nacionalizado, pero el inminente fin de su gobierno le resto fuerza frente a las expectativas de la sociedad y frente a la clase política que busca alinearse, o se había alineado ya, en torno al próximo presidente.

Al comenzar 1982 la fuga de capitales era incontenible y emocionada las reservas monetarias a un ritmo alarmante; el 17 de enero, después de que los bancos cerraron, se anunció una declaración, y aunque la balanza comercial mejoro considerablemente, la cuenta corriente de la balanza es pagos continuaba arrojando un déficit de 4 800 millones de dólares, mientras que el déficit de la balanza de servicios asedia a más de 10 millones de dólares, debido fundamentalmente a al aumento de 43% en el pago de intereses de la deuda externa.

La deuda externa directa del sector público que había aumenta a un ritmo anual del 18% durante la década de 1960, de 1971 a 1982 se incrementó la tasa promedio anual de poco más de 26% que la llevo a un saldo cerca de 60 000 millones de dólares al 31 de diciembre de 1982. Ello no solo agudizó la crisis de 1982, sino que dificulto considerablemente el ajuste económico que hubo de realizarse en 1983.

En 1981 con la caída de los ingresos por exportaciones petroleras, el sector público percibió ingresos por abajo de los programados; el resultado fue un aumento enorme en el déficit, pues no se realizó ningún ajuste en cuanto al gasto.

El desarrollo estable que dentro de un mundo estable había logrado México con los regímenes de la Revolución, Lo situaba en una posición excepcional respecto de los países productores de petróleo que, salvo la URSS y EE.UU., parecían subdesarrollo, mercado interno estrecho y carencia de lo que pudiéramos llamar recursos humanos.

Fue 1981 un año crucial en la administración. Un cambio radical y repentino de corrientes económicas, correspondientes a factores políticos, tanto internos como internacionales sin precedente en nuestra historia. Fue contrastante, subimos muy alto y, desde ahí, caímos a los niveles en que se encentraba el resto del mundo en desarrollo.

Las altas tasas de interés, la baja del precio del petróleo y de todas nuestras materias primas, la escasez del crédito, nos significaron una carga repentina, para lo que no estábamos preparados como no lo estaba ningún país en procesos de desarrollo y los signos de nuestras economías, apoyados en la confianza, el optimismo y la esperanza, suspendieron nuestro proyecto nacional. De 1977 a 1980, pudimos manejar con mayor eficiencia la deuda externa, que pasó del 28% de PIB en 1977, a 22% en 1979 y a 18% en 1980, tasa de crecimiento esta última inferior a la expansión del producto, que en ese lapso fue de 21%. Está en las plataformas de extracción (pasamos de estar en el lugar 16 en la producción de petróleo, a estar más allá del lugar 39); en nuestras refinerías; en nuestros oleoductos; gasoductos; en nuestras plantas petroquímicas; de fertilizantes; siderúrgicas; en nuestras hidroeléctricas; así de petróleo como de carbón y nucleoeléctricas; en nuestras presas, caminos. Durante 1981, el crédito otorgado por el Banco Nacional de crédito rural, ascendió a 105 000 millones de pesos.

En 1982, como un apoyo a los campesinos, se puso en operación el sistema de crédito representado por la tarjeta BANRURAL.

Política exterior

Entre 1977 y 1978 se restablecieron las relaciones diplomáticas con la monarquía de España.

En septiembre de 1979, ante la asamblea general de las Naciones Unidas, el presidente López Portillo planeó la adopción de un "Plan Mundial de Energía" que pretendía "asegurar la transición ordenada, progresiva, integral y justa entre dos épocas de la humanidad entre dos sistemas de energía.

En 1980 se firmó el "acuerdo de San José" suscrito con Venezuela, donde los dos países se comprometían a otorgar un abastecimiento de petróleo a los países de Centroamérica y del Caribe con precios y créditos bajos.

En 1979 México rompió relaciones con el gobierno nicaragüense de Anastasio Somoza.

LA CRISIS MUDIAL Y SUS REPERCUSIONES EN MÉXICO

Situación económica internacional

La crisis de 1982 fue llamada, de la deuda externa porque más de 50 países cayeron en ella.

Durante la década de 1970, el sistema económico internacional establecido en la Postguerra, evidenció una creciente incapacidad para sostener un crecimiento global dinámico en condiciones de relativa equidad y solidaridad entre países.

El abandonó del patrón de cambio dólar en 1971 y la crisis energética iniciada en 1973 reflejó el agotamiento de la dinámica de crecimiento y el desorden resultante.

En la década de 1970, la economía internacional se caracterizó por un crónico estancamiento en el crecimiento del producto.

En particular, América Latina vivía la crisis más profunda desde la Postguerra.

Al inicio de la década de 1980, el mercado de materias primas no era alentador; por lo que era necesario reordenar el sistema económico.

Política de ingresos y egresos

La política fiscal se dirigió a mejorar la capacidad de respuesta del sistema tributario para participar en los incrementos del ingreso nacional y hacer más equitativa su distribución entre sectores sociales, regiones geográficas y niveles de gobierno.

Los a veces