FACULTAD DE ADMINISTRACIÓN ESPECIALIZACIÓN DE GERENCIA EN SERVICIOS DE SALUD

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Infancia (UNICEF), se reportan los siguientes datos:

Con un promedio nacional de desnutrición del 13,5%.

El riesgo de desnutrición y prevalencia en el año 2004 para Santander es de:

• Riesgo de desnutrición crónica 37,6% y una prevalencia del 11,55.

• Riesgo de desnutrición aguda 20,7% y una prevalencia del 4,3%.

• Riesgo de desnutrición global 34,8% y una prevalencia de 7,2%.

1.2. APLICACIÓN DEL MODELO DE EXPLICACIÓN DE LA ENFERMEDAD PARA EL CASO DE LA DESNUTRICIÓN INFANTIL.

Como ya se ha comentado previamente, la desnutrición humana es una patología que incluye a toda la población infantil del mundo, casi que sin discriminación de raza, color, género, religión, estatus socioeconómico o cultural, además de ser ampliamente incluida para la etiología de múltiples enfermedades, entre las cuales se encuentran IRA, EDA, Cardiopatías, Retardo del desarrollo sicomotor, síndrome de muerte súbita, entre otras, igualmente se ha señalado insistentemente que no existe información totalmente “oficial” y fidedigna de su prevalencia. Es por ello necesario, que para que pueda ser explicada a través de un modelo específico se han de tomar en cuenta sus innumerables y prácticamente desconocidas causas desencadenantes, por lo que se ha escogido el Esquema del modelo multinivel de los determinantes de la salud, en el cual juegan papel las siguientes dimensiones humanas:

DETERMINANTES PROXIMALES:

• FACTORES BIOLÓGICOS Y CAUDAL GENÉTICO

Entre los factores biológicos de riesgo para morbilidad por desnutrición, cabe mencionar que la edad del menor pues son el lactante y el niño en edad preescolar, los que poseen un mayor requerimiento de suplencia de nutrientes, pues tanto su desarrollo sicomotor como biológico es mucho más acelerado que en otras edades de la vida, lo cual podría explicar que la desnutrición muestre una mayor prevalencia en este grupo etareo. Igualmente no se debe olvidar que el problema de desnutrición se inicia muy frecuentemente en la edad embrionaria-fetal, ya que con frecuencia la madre que no mantenga un adecuado estado nutricional, o el padecimiento de enfermedad que afecten el flujo feto – placentario, incrementan el riesgo de aparición de neonatos de bajo peso al nacimiento, factor de riesgo determinante para desnutrición.

• FACTORES INDIVIDUALES Y PREFERENCIAS EN ESTILOS DE VIDA

En cuanto a los factores individuales y estilo de vida, se expondrán dos datos de suma importancia, entre los cuales se encuentran el ciclo desnutrición-infección, e ingestión alimentaria.

Bien es conocido, que la desnutrición es un factor de riesgo determinante para la aparición concomitante de enfermedades infecciosas, las cuales a su vez son contribuyentes importantes a incremento de morbi-mortalidad infantil, en especial cuando se encuentra asociado a trastornos nutricionales como la desnutrición y/o malnutrición, tal es el caso de la Enfermedad Diarreica Aguda, Infección Respiratoria Aguda, Poliparasitismo intestinal y las exantemáticas febriles; sin embargo, no debe olvidarse el hecho, de que estas mismas patologías infecciosas el desarrollo de la desnutrición, generando una retroalimentación entre sí, conocido como ciclo infección-desnutrición. Entre los factores que inciden en la aparición e interacción de estas dos patologías, se encuentran el abandono temprano de la lactancia, la ablactación prematura o tardía, uso inadecuado de leches suplementarias, la falta de higiene en la preparación, baja ingesta alimentaria calórica durante los procesos infecciosos con el consiguiente gasto de reserva nutricional y la anorexia, con disminución de absorción de nutrientes.

Respecto al factor nutricional puede mencionarse que es una parte esencial para el mantenimiento de la vida, los desbalances en su homeostasis provocan un cuadro amplio y complejo relacionadas a su deficiencia, estas deficiencias provocan respuestas adaptativas del cuerpo a las que se le conocen como alteraciones del crecimiento y desarrollo, lo que causa una respuesta menor y capacidad limitada de facultades mentales y orgánicas. Las consecuencias al tratar este problema de salud pública se diversifican de igual manera que en las causas que traen consigo al síndrome. Si nos enfocamos en los niños menores de 5 años, estos daños son mayores e irreversibles, y están relacionados directamente a la capacidad poblacional de las personas de desarrollar sus economías y labores junto a una educación y cultura capaces de llevar a una nación adelante. En este aparte es de enorme valor anotar que la lactancia materna exclusiva a los 4 meses de edad es un factor protector, siendo un riesgo de desnutrición casi el doble para los niños que no la reciben. Las ventajas de este proceder son conocidas: mejor funcionamiento digestivo y metabólico, mejor estado de nutrición, mayor protección inmunológica, menor riesgo de sensibilización alérgica, mejor desarrollo psíquico, y otras razones, lo que trae consigo menor morbilidad y mortalidad infantil.

• INFLUENCIAS COMUNITARIAS Y SOPORTE SOCIAL

Varios trabajos por Zeitlin y col. Realizados en poblaciones de Tokio y rurales en Bangladesh, sugieren, que los efectos del apoyo social sobre el estado nutricional infantil pueden ser mediados por su influencia en las prácticas de cuidado, en los estados de salud de la madre, en la auto-estima, la competencia social, o estados de depresión. Aunque los mecanismos a través de los cuales el apoyo social puede ejercer su influencia sobre el estado nutricional no han sido elucidados, estudios recientes muestran algunas relaciones. Se cita, como ejemplo, el efecto el estado mental de la madre sobre el estado nutricional infantil, o el efecto del apoyo del padre sobre las prácticas de lactancia y prevención. El apoyo social también podría afectar el estado nutricional del niño a través de mecanismo directos (Ej. Fisiológicos relacionados con respuestas al estrés). Así se describe que las madres con escaso apoyo tienden a tener niños con más bajo peso