Guatemala una historia desafiante y repensada

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Los Mayas y los Españoles son los dos componentes étnico-sociales que a lo largo de este escrito, encontraremos en permanente tensión, conservando y defendiendo su propia identidad o juntándose para ir produciendo un mestizaje muy característico, que es el origen del sujeto colectivo, el protagonista de esta historia, el guatemalteco.

Un gran territorio de aproximadamente 324.000km cuadrados en lo que hoy son la república de Guatemala más los estados mexicanos de Chiapas, Tabasco, Mérida y quinta roo, toda Belice y las zonas occidentales de honduras y El Salvador era habitado por pueblos que por sus idiomas y características comunes, e dieron vida a la Cultura Maya. De allí viene que a Guatemala se le llame “el corazón del mundo Maya”.

Hacia el 1.500 a.C comienza el Amanecer de la cultura maya: de él quedan piedras talladas lugares de culto indicadores que ya hay una organización social y religiosidad incipiente; el Pleno Día llega entre los años 300 y 900 d.C: construyen grandes y hermosas ciudades como Tikal, Yahxa, Uaxactún, Quirigua, Copan, Palenque, Uxmal, Chichen Itzá, Tulum, El Mirador, Piedras Negras, Ceibal, Yaxchilan, entre otras. También desarrollan la medicina natural.

Entre 900 y 1500 d.C fue el Atardecer de los mayas: destruidas o abandonadas las ciudades, mucho mayas volvieron a la selva. Allí sobrevivieron dispersos en pequeñas aldeas, otros emigraron hacia tierras templadas.

En 1524 d.C llega la peor de todas las invasiones: los conquistadores blancos que vienen del Norte. Entonces empieza para el pueblo maya el Anochecer hasta nuestros días. Esto quiere decir que la Conquista o La Invasión marca el límite entre un antes dé y un después dé.

Según la visión cíclica de la Cosmovisión Maya el tiempo es como los días y las noches que vienen y van y vuelven a venir, por eso se dice que los últimos 500 años han sido las tinieblas en las que los mayas han vivido un tiempo no tiempo entre la noche negra y un Nuevo Amanecer.

Los mayas conocidos en algunos medios científicos como los “griegos del Nuevo Mundo”, son tres manuscritos de nuestra era, salvados de la destrucción: el primero es conocido como Código de Dresde del siglo XIII d.C, guardado en el Museo de dicha Ciudad en Alemania. El manuscrito de Chichicastenango del siglo XVI, libro sagrado de los mayas el Pop Wuj o Popol Vuh conservado en la Biblioteca Newberry, en Chicago, Estados Unidos. De este libro dice su traductor, el dominicano Fr. Francisco Ximenéz “que la doctrina contenida en el Popol Vuh era la que primero mamaban con la leche, y que todos ellos casi la tienen de memoria y descubrir que de aquestos libros tienen muchos entre sí”. En tercer lugar se conserva en el Museo Nacional de Antropología de México de Chilam Balam de los siglos XVI y XVII. Este último es una colección de nueve libros escrita en maya-yucateco. Incluye tradiciones, enseñanzas espirituales, crónicas, calendarios, profecías y pronósticos.

Estamos ante una de las grandes culturas de la Humanidad. Por eso es la cultura autóctona americana más estudiada por antropólogos, arqueólogos, lingüistas, sociólogos e historiadores. Pero, lo más interesante, es que estamos ante una cultura viva, con una gran capacidad de resilencia o energía para sobrevivir y reponerse, como lo vemos con nuestros propios ojos cuando, después de cinco siglos de haber permanecido como indigentes y sufriendo toda clase de maltratos en su propia tierra, está en pleno y muy difícil proceso de recuperación y reposicionamiento. Eso es lo que define el poder y la originalidad de la Cultura Maya.

TERRITORIO MAYA

Sin temor a equivocarnos podemos decir que el factor clave para embarcarse hacia las Indias, además de aspectos ideológicos y románticos, en un alto porcentaje fue por un lado pobreza en que se vivía en la Península y por otro la ambición que desencadenaba la concesión gratuita de Tierras Reales, el dinero fácil, hacerse ricos pronto.

Tenemos los dos componentes humanos y las dos culturales que se encontraran violentamente y como resultado de esa desigual confrontación, surgirá una desigual civilización en la que, por siglos, los invasores serán los patrones o los señores y los invadidos los sirvientes o mozos.

DESCUBRIMIENTO Y CONQUISTA

Buscando nuevas rutas para llegar a las Indias Orientales, después de un turbulento viaje por el Atlántico, con su tripulación y sus carabelas La Niña, La Pinta y la Santa María y el grito de tierra, Cristóbal Colon con sus acompañantes se encontraron con nuestro continente un 12 de octubre de 1492. Sin pensarlo mucho lo llamaron las Indias Occidentales y a sus habitantes los Indios. Ese día cambio la historia. España comenzó a ser “el Imperio donde no se pone el sol”. En Europa corrió la voz que habían encontrado un Nuevo Mundo y para los habitantes de estas tierras comenzó La Noche.

En 1505 los reyes establecen La Casa de Contratación con funciones administrativas y judiciales en todo lo relativo al comercio con las Indias Occidentales. La Real Hacienda, que es la institución colonial encargada de la administración de los fondos del tesoro real y del sistema impositivo para obtener los ingresos de la Corona.

Ante la magnitud de la tarea evangelizadora y la crisis que vive la Iglesia por medio de la bula Eximiae Devotionis el papa Julio II concede en 1508 a la Monarquía española el derecho de Patronato sobre la iglesia en los nuevos territorios. Así nace el Real Patronato. España se compromete a la que de la Real Hacienda salgan los gastos de promoción y mantenimiento de la fe, que supone también la incorporación, envió y establecimiento de los misioneros, la construcción de templos y conventos, hospitales, escuelas, los beneficios de los distintos cargos eclesiásticos, etc. A cambio se reserva estos derechos: De recolección de los diezmos, Derecho al pase real que era una especie de censura con facultades para vetar todo edicto, bula o decreto pontifico o diocesano relacionado con España y sus dominios.

En 1528 se crea en Sevilla El Real Consejo de Indias, encargado de la superintendencia de todos los asuntos relacionados con las nuevas colonias, funcionando además como tribunal de apelación de las decisiones de las Audiencia territoriales. La Conquista que es el instrumento militar para la expansión del reino español que permite el saqueo de las riquezas y reservas naturales y la explotación de la mano de obra nativa.

El descubrimiento debe verse en doble vía: desde los españoles frente a los nativos y desde los mayas ante los invasores. En la cosmovisión de los invasores