Historia de la Educacion General
Enviado por John0099 • 22 de Diciembre de 2018 • 17.335 Palabras (70 Páginas) • 363 Visitas
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El fracaso francés de la guerra contra Prusia de 1870 y el nacimiento de un nacionalismo beligerante impulso la formación de pequeños batallones escolares con el fin de formar el futuro soldado y patriota.
Siglo XX, nuevos dispositivos de transmisión de los saberes irrumpen en las aulas. Laminas, mapas, globos terráqueos, esqueletos, etc. El desplazamiento de la moral eclesiástica monopólica hacia el control del estado, implico la configuración de una moral cívica, ciudadana, dirigida a la fabricación de un individuo útil para la sociedad a través del trabajo. El alcohol será visto como fuente de perdición relacionado con aquellas personas que ocasionan disturbios y levantamientos sociales. Solo una vida sana, un cuerpo moldeado por el ejercicio físico, producen el cuerpo del buen soldado y del buen obrero, del buen patriota. Exactitud, puntualidad, orden, limpieza, obediencia serán los valores a inculcar en los cuerpos escolarizados. La educación de niños estaría diferenciada a la de las niñas. Con la exacerbación de los nacionalismos totalitarios, el estado pondrá a su disposición el cuerpo infantil y juvenil. Un cuerpo que será formado en la disciplina, el orden y la obediencia a los intereses del líder que sintetizan los intereses de la patria, los hicieron soldados de una idea.
Le Goff, Jacques: La civilización del occidente medieval
En la civilización medieval la iglesia desempeña en él un papel central y fundamental. El cristianismo funciona en dos niveles diferentes: como ideología dominante apoyada en una potencia temporal considerable y como religión propiamente dicha.
En el último periodo medieval, el que comienza después de la peste negra (siglo XIV), la conciencia más o menos clara que tiene la iglesia de la puesta en tela de juicio de su papel ideológico la conduce a ese endurecimiento que se manifestará en la caza de brujas y, más en general, en la difusión de cristianismo del miedo. Pero la religión cristiana jamás se redujo a ese papel de ideólogo y de policía de la sociedad establecida.
La Edad Media (siglo V al XV) debe a la religión cristiana su aspiración y su impulso hacia la paz, la luz, la superación heroica, un humanismo donde el hombre peregrino, hecho a imagen y semejanza a Dios, aspira a una eternidad que tiene no detrás sino ante él.
La segunda realidad es de orden científico e intelectual. La Edad Media fue, para bien y para mal, totalitaria. Reconocer su unidad equivale, ante todo, a restituirle su globalidad.
El occidente medieval nació de las ruinas del mundo romano. La civilización romana se vio atacada en la segunda mitad del siglo II por la erosión de fuerzas de destrucción y renovación. Los emperadores creen poder conjurar el destino abandonando los dioses tutelares, que han fracasado, por el Dios nuevo de los cristianos. El cristianismo es un falso aliado de Roma.
Las estructuras romanas no son para la iglesia más que un marco donde tomar forma, una base donde apoyarse, un instrumento para afianzarse. El cristianismo, religión con vocación universal, será el principal agente de la transmisión de la cultura romana al Occidente medieval.
Si se puede detectar en la crisis del mundo romano del siglo III el comienzo de la conmoción de la que nacerá el Occidente medieval, es perfectamente válido considerar las invasiones bárbaras del siglo V como el acontecimiento que desencadena las transformaciones, modifica profundamente su aspecto. Los jefes bárbaros no sólo se rodearon de romanos como consejeros, sino que intentaron adoptar con frecuencia costumbres romanas y dotarse de títulos romanos: cónsules, patricios, etc. No se presentaban como enemigos, sino como admiradores de las instituciones romanas.
La Edad Media occidental había tomado forma. Ese mundo medieval es el resultado del encuentro y de la fusión de dos mundos en evolución, de una convergencia de las estructuras romanas y de las bárbaras en plena transformación.
A la gran división que separaba Oriente de Occidente había que añadir el aislamiento cada vez mayor entre las diversas partes del occidente romano. El comercio que antes era ante todo un comercio interior, entre provincias, estaba en plena decadencia, la moneda se hacía rara y se deterioraba, se abandonaban las superficies cultivables, los campos desiertos se multiplicaban.
Las invasiones bárbaras (del siglo III al VIII), al desorganizar las redes económicas, al dislocar las rutas comerciales, aceleran la ruralización de las poblaciones, pero no son ellas quienes las crean.
La ruralización, un hecho económico y demográfico, es a la vez y principalmente un hecho social que va modelando la imagen de la sociedad del Medioevo.
La iglesia: en el desorden de las invasiones, obispos y monjes, se convertían en jefes polivalentes de un mundo desorganizado: a su papel religioso se le había añadido un papel político, económico, social, incluso militar.
La iglesia busca sobre todo su propio interés sin preocuparse de la razón de los Estados bárbaros más de lo que había hecho de la del imperio romano. Mediante donaciones arrancadas a los reyes y a los poderosos, incluso también a los más humildes, acumulan tierras, rentas, extensiones. Sus obispos, que pertenecían casi todos a la aristocracia de los grandes propietarios, son omnipotentes en sus ciudades, en sus circunscripciones episcopales e intentan serlo también en el reino.
La sociedad cristiana.
Un pueblo “triple” compone la sociedad: sacerdotes (oratores), guerreros (bellatores) y campesinos (laboratores). Las tres categorías son distintas y complementarias, y cada una tiene necesidad de la otra. Su conjunto forma el cuerpo armónico de la sociedad.
La casa de Dios, que se cree ser una, está por lo tanto, dividida en tres: los unos ruegan, los otros combaten y los otros trabajan.
Para comprender la civilización medieval hay que tener en cuenta dos realidades esenciales:
La iglesia desempeña un papel central en este período, funcionando en dos niveles. En el último período medieval, como consecuencia de ver cuestionado su papel ideológico, se produce su endurecimiento que se manifiesta en la caza de brujas y el cristianismo del miedo. Pero también hay que tener en cuenta las aspiraciones de la Iglesia hacia la paz, la luz, la superación heroica, un humanismo donde el hombre aspira a la vida eterna.
Tradicionalmente en las Universidades se ha separado el estudio de la Historia general o propiamente dicha, de
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