Informe de Pasantía III Aplicación de juegos en el proceso de la enseñanza
Enviado por Rebecca • 11 de Diciembre de 2017 • 3.383 Palabras (14 Páginas) • 624 Visitas
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Aquella actividad voluntaria que no se dirige a obtener un resultado final exterior a ella. Sino que encuentra lo que busca en ella misma y en el desarrollo de su propio proceso. Por tanto, durante el juego encontramos aquello que nosotros buscamos, el disfrute, la afirmación del yo, la superación, etc.
Los juegos son placenteros, no tienen metas extrínsecas, son espontáneos y voluntarios, y conllevan la participación activa por parte del jugador.
García (2009, p. 9), dice que “aunque la palabra juego no sea un concepto científico, si las acciones y efectos son controlados de una manera técnica, pueden producir aprendizajes”. Es por lo que son utilizados en los centros educativos como estrategia didáctica. García (2009, p. 9), puntualiza sobre el aprendizaje fruto de los juegos que “estos se darán siempre y cuando la persona tenga la intención de aprender y de llegar a conclusiones”.
Por lo tanto, es inviable tildar de insignificantes o de poca importancia los juegos, ya que estos permiten desarrollar destrezas, estimular la alegría, la autoestima y el crecimiento personal. Según García (2009, p. 9), “el juego es complejo y debe realizarse desde diferentes áreas científicas”.
Ortí (2004, p.62), dice que los juegos pre deportivos “adquieren el protagonismo principal a partir de los 8-9 años”, se puede destacar que este tipo de juegos pertenece a una zona media entre juego y deporte. Ortí (2004, p.62), destaca que “tienen las características del juego pero comienzan a adaptarse a las características de deporte por la mayor cantidad de reglas que intervienen”.
Es decir que el objetivo primordial de los juegos pre deportivo es dar comienzo a la práctica deportiva en los niños.
Los juegos de oposición son aquellos en los que su objetivo primario es el aumento de la capacidad para trabajar en equipo. En estos juegos se presentan una relación de sistemas complejos organizados, cuya finalidad es que los jugadores sean capaces de aprender no tan solo individualmente sino también como equipo.
La actividad lúdica es usada como un medio psicopedagógico, sirviendo como base para varios tipos de desarrollo; uno de ellos, quizás de los más importantes, es el desarrollo motor. Estas actividades lúdicas, que se basan en desarrollar la motricidad, son conocidas como juegos motores o motrices.
Dentro de un proceso de aprendizaje, el juego debe facilitar el desarrollo de una serie de capacidades para que cumpla con la función que se pretendan asignar. Estas capacidades son motrices, cognitivas y sociales. Fusté (2004, p.10), dice que “el juego pre deportivo actúa en cada uno de estos tres campos, haciendo énfasis en aquellos aspectos tanto motrices como cognitivos y sociales, que se hayan presentes en los deportes colectivos”. Por lo tanto se infiere que el juego pre deportivo generará beneficios en el aprendizaje motriz, en el aprendizaje cognitivo y en las relaciones sociales del estudiante.
La enseñanza podría definirse como la transmisión de información en forma de ideas, experiencias, habilidades o hábitos con el fin de que el receptor adquiera conocimientos. En cuanto al aprendizaje, González (2001, p. 2), define el aprendizaje como:
El proceso de adquisición cognoscitiva que explica, en parte, el enriquecimiento y la transformación de las estructuras internas, de las potencialidades del individuo para comprender y actual sobre su entorno, de los niveles de desarrollo que contienen grados específicos de potencialidad.
La relación entre la enseñanza y el aprendizaje no es de causa y efecto pues, es bien sabido, que existe aprendizaje sin enseñanza formal y que de igual forma hay enseñanza formal sin la presencia del aprendizaje.
Según Pozo (2006, p.48), “en la sociedad de la información la escuela ya no es la fuente primera, y a veces ni siquiera la principal, de conocimiento para os alumnos en muchos dominios. Son muy pocas ya las primicias informativas que se revelan en la escuela.” En la actualidad, con el avance que ha tenido la tecnología en la sociedad, la información que el estudiante recibe a través de la televisión, computadora y otros aparatos tecnológicos complementa decisivamente el aprendizaje escolar.
La gran enciclopedia Larousse (1989), citada por Trigo (2000, p. 10), define la motricidad como el “conjunto de funciones biológicas que permiten el movimiento”. Sin embargo Trigo (2000, p. 11), define la motricidad como “la vivencia del movimiento para expresar acciones que implican el desarrollo del ser humano”. La motricidad no es más que la capacidad del ser humano de realizar movimientos acordes a las necesidades que se presenten en un contexto determinado.
Según Trigo (2000, pp. 11-12), la motricidad se puede dividir en:
Ego motricidad: acciones relacionadas con el mundo laboral. Pero, según la teoría que venimos defendiendo, no todas las acciones laborales son motricidad. Solamente aquellas que permitan a la persona que las realiza ser más humana.
Ludo motricidad: las acciones provenientes de actividades que realiza el ser humano sin ningún fin fuera de las mismas.
Ludoergomotricidad: acciones a caballo entre lo lúdico y lo ergonómico. Es decir, son aquellas acciones que implican placer y al mismo tiempo una eficacia y rendimiento.
Ya que para cada situación que se presenta en la vida se necesita aportar una solución; para las situaciones que requieren la ejecución de un movimiento intencionado la actividad motriz significa un papel de importancia decisiva. Es por lo que Batalla (2000, p.8), define habilidad motriz como “la competencia de un sujeto frente a un objetivo dado, aceptando que, para la consecución de este objetivo, la generación de respuestas motoras, el movimiento, desempeña un papel primordial e insustituible”.
Las habilidades motrices se realizan en lo interno de un hogar; cuando se barre o cuando se arregla la cama. También se ejecutan en la vida profesional como cuando un obrero realiza una mezcla de cemento y pega blocks.
Según Batalla (2000, p. 8), “podemos hablar de tres grandes tipos de habilidades motrices; las habituales, las profesionales y las de ocio o deportivas”. A pesar de esto, la mayoría de las acciones motrices no habituales se encuadran en lo que se conoce como habilidades deportivas.
Las habilidades motrices también se pueden clasificar en habilidades motrices básicas y habilidades motrices específicas. Las habilidades motrices básicas son las acciones
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