JAQUES DERRIDA – ECOGRAFÍAS DE LA TELEVISIÓN
Enviado por Jillian • 22 de Abril de 2018 • 2.475 Palabras (10 Páginas) • 289 Visitas
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¿Cuáles son las limitaciones del “directo”?
Para el autor el directo nunca es un directo absoluto, es solo un efecto de directo. Hay una edición, selección, encuadre a la hora de “crear” el directo, se trate de las cosas a presentar o los presentadores, lo que se transmite en directo por un canal se produce antes de ser transmitido, la imagen no es una reproducción fiel e integra de lo que presuntamente reproduce. Más que lo que se graba en cierto lugar y momento tiene un contexto que solo entienden las personas de ese lugar y momento, él pone el ejemplo de que si algo es transmitido al mismo tiempo en Francia y en otra parte del mundo no es comprendido de igual manera.
Relacione artefactualidad con homohegemonía:
Derrida va a decir que los medios son hegemónicos, homogeneizador y esto lo va agrupar bajo el nombre homohegemónico. Para este autor, los medios crean la actualidad. La artefactualidad significa en principio que no hay actualidad, aquello que en la televisión o radio se llama actualidad es lo que un conjuntos de dispositivos técnicos y políticos acaban en cierto modo por elegir, en una masa no finita de acontecimientos, los hechos que deben constituir la actualidad, los hechos de los que se alimentan las informaciones. Estas elecciones que toman los medios nunca son neutras, aquí entra el concepto de los medios homohegemónicos, él autor establece que la radio y la televisión están abiertos al mercado, allí regidos por el rating los medios buscan auspiciantes para sustentar sus programas, por lo que su visión de la actualidad, el recorte y elección que ellos hacen de los “hechos” estará influenciada por esos auspiciantes.
Relacione mercado y democracia en la definición de Derrida:
El autor explica que con la excusa de limitar el efecto del mercado se puede correr el riesgo de limitar el acceso de los ciudadanos a la palabra pública. Lo que ocurre en las publicaciones escritas, la radio y la televisión es a la vez el mercado y la condición de lo que se llama democracia, la condición de la libre expresión de cualquiera con respecto a cualquier cosa y quien quiera en el espacio público. Así pues se debe determinar que corresponde al mercado y que al espacio público. Se advierte claramente que “regular el mercado” puede conducir en ciertos casos a que el Estado o más gravemente aún, una conjunción de fuerzas privadas representadas a veces por éste, limiten la libre circulación, la libre producción de discursos, obras, etc. En beneficio una vez más de un lugar de apropiación privada.
Caracterice la visión de la “recepción” de Derrida. Implique los conceptos de pasividad e interactividad:
Derrida establece que el destinatario nunca fue simplemente un receptor pasivo, pero ahora debido a las nuevas tecnologías el destinatario debe ser al menos potencialmente un productor, un emisor, alguien que debe tener acceso al dominio del instrumento, pero que en el espacio moderno las tecnologías son utilizadas por gente que desconoce su funcionamiento. Quienes las hacen no saben cómo funcionan y quienes si saben cómo funcionan no saben nada de cómo se hacen. Él dice que lo que se agrava es la pasividad con respecto a ese funcionamiento, así lo que hay que favorecer, lo que hay que desarrollar, es lo que a veces aparece con el nombre un poco ridículo de “interactividad”: el consumidor responde de inmediato cuando se lo interroga, e interviene a su turno para para plantear preguntas, reorientar el discurso, proponer reglas. No tiene ninguna medida común con lo que nosotros deseamos, a saber, que los destinatarios puedan a su vez transformar lo que les llega, el “mensaje” o comprender como se hace y se produce, para reactivar de otra manera el contrato. Nunca se conseguirá una especia de simetría o reciprocidad, ese espejismo en que el destinatario vuelve a apropiarse de lo que le llega es un fantasma, pero no una razón para abandonarlo a la pasividad y no abogar en favor de todas las formas sumarias o sofisticadas del derecho de réplica, el derecho de selección, etc.
¿En qué sentido puede hablarse de la necesidad de una nueva alfabetización?
La necesidad de una nueva alfabetización es con respecto a la imagen. Derrida explica que nos encontramos en una situación de cuasi analfabetismo con respecto a la imagen, uno tiene la impresión de verse invadido de inmediato por una imagen global e inanalizable, indisociable. Pero también se sabe que no hay nada de eso, es una apariencia: las imágenes pueden recortar, fragmento de segundo por fragmento de segundo y eso plantea muchos problemas, también hay, sino un alfabeto, al menos una serialidad discreta de la imagen o las imágenes. Hay que aprender a discernir, componer, pegar, a montar justamente. Nos vemos atacados por imágenes tanto dentro como fuera de la escuela, es necesario aprender a entender cómo y de donde nos llegan las imágenes.
¿Qué es para Derrida una política de memoria?
El autor nos explica que cuando él se refiere a una política de la memoria, uno puede por un lado decir hay que construir archivos, otorgar acceso a la gente a esos archivos para investigar, saber, etc. Pero la palabra política nos dice que una política de la memoria implica la intervención de un Estado. Es un estado que legisla y actúa frente a la masa no finita de materiales a almacenar, que deben reunirse y conservarse, cualesquiera que sean los medios actuales frente a la posibilidad de almacenamiento de imágenes. El autor nos hace entender que tal vez la memoria hace falta, pero que más que eso lo que hace falta es una “voluntad general”, hay que incitar a “cualquiera” a la vigilancia con respecto a la política de la memoria. Cualquiera que esté en condiciones de tener acceso a ese pasado o utilizar el archivo debería saber concretamente que hubo una política de la memoria, tal política, que está en transformación y que es una política. Hay que incitar a la vigilancia crítica en relación con ella: practicar una política de la memoria y simultáneamente, con el mismo movimiento, ejercer una crítica de la política de la memoria.
¿Qué es la conciencia de la selectividad?
Cuando Derrida habla de una conciencia de la selectividad dice que jamás será únicamente una crítica espectadora, una vigilancia teórica. Él lo explica a través de la diferencia entre técnica e instrumento, él dice que la técnica no es totalmente instrumentable, de modo que es preciso incitar a la política de la memoria,
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