LA HERMOSA CAPACITACIÓN DEL RECURSO HUMANO

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Considerando todos los aspectos anteriormente planteados, resulta importante resaltar que a medida que se incrementa el desarrollo tecnológico en la sociedad, mayor es la necesidad de talento humano, es decir, de personas competentes tanto técnica como emocionalmente que sean capaces de crear, innovar, afrontar retos en los negocios, fabricar bienes y proporcionar servicios de calidad, y que todo ello contribuya a que la organización aprenda a mantenerse en un mercado globalizado. En este sentido, la sobrevivencia en el mundo global y competitivo va a depender, de la inversión que hagan las empresas en elementos intangibles, como innovación tecnológica, organización flexible y desarrollo del recurso humano.

Por lo tanto, las empresas necesitan para su correcto funcionamiento contar con una capacidad efectiva que les permita aprovechar los recursos de los cuales disponen (humano, financiero, material), por lo que su éxito depende en gran medida de la correcta administración de los mismos, principalmente del recurso humano. Esto confirma que la capacitación representa un elemento indispensable y juega un papel preponderante en el desarrollo tanto de las empresas como del personal que las integra, ayudando a lograr un óptimo desempeño en su trabajo actual, al igual que permitirá prolongar los beneficios en las futuras responsabilidades.

Realizar una inversión en programas de capacitación permitirá contar con empleados profesionales que podrán superar lo inesperado, reinventar continuamente los modelos y las estrategias de negocios, para ponerse rápidamente a la altura de las circunstancias con el objetivo permanente de crecer y desarrollarse sin importar el escenario, y por supuesto, algo de suma importancia, aventajar a la competencia. De lo contrario, el pensar en no invertir tiempo ni dinero en capacitar al personal, trae consigo una serie de desventajas, tales como: la gente sin capacitación tarda hasta seis veces más en realizar su trabajo que una persona capacitada y motivada; ocasiona la renuncia de los trabajadores, hecho confirmado por algunos estudios que revelaron que en aquellas empresas en las que no hay capacitación de ningún tipo, 41% de las personas quieren irse, mientras que en aquellas en las que sí la hay, sólo 12% busca irse; entre otras desventajas.

En este sentido, Jacobs, D. Y Homburger, A. (1992, p. 96), expresan que la escasa importancia que en algunas ocasiones se le da a la inversión para la capacitación, se atribuye a los siguientes factores:

- Las decisiones sobre este tema, por lo general se deja en manos de supervisores y ejecutivos cuyos horizontes, tratándose de rendimientos sobre inversiones, son muy limitados.

- El dinero destinado a capacitar al personal, sólo en raras ocasiones se considera una inversión, todo lo contrario, se trata como parte de los gastos generales que se reducen cuando los beneficios disminuyen.

- No se lleva a cabo un análisis alguno sobre las necesidades de capacitación del personal, ni se evalúa esta capacitación, para que se corroboren los beneficios que aporta en los diferentes plazos.

Por otra parte, Dessier, G. (2001, p. 251), afirma que desafortunadamente, existe un vacío de capacitación que podría estar aumentando. Si bien algunas compañías destinan entre el 5% y 10% del importe de su nómina a actividades de capacitación, la inversión promedio hecha representa menos del 2% de dicha nómina. Esta afirmación induce a que no se conciba a la capacitación como un gasto, sino como una inversión que le generará ventajas y beneficios a corto y largo plazo, los cuales se verán reflejados en el nivel de producción, el número de clientes satisfechos, en sus ganancias y en el personal calificado.

Analizando lo antes expuesto, se reitera que la capacitación no es un gasto, por el contrario, es una inversión que redundará en beneficios tanto para la institución como de los miembros que la conforman. Desarrollar las capacidades del colaborador, ayuda a los colaboradores a aumentar sus habilidades y cualidades, y beneficia a la organización incrementando las habilidades del personal de una manera costo-efectiva, dado que el acceso a la capacitación con información actualizada, brinda la oportunidad de estar en mejores condiciones para ser competitivos en todas las perspectivas laborales y profesionales.

Una reflexión con respecto al tema, conlleva a visualizar como hace algunos años se lograba crecer en las empresas por el simple hecho de la antigüedad, ya que sabían que ocuparían el puesto inmediato superior cuando el que lo ocupaba se iba o se jubilaba. Por consiguiente, no es raro observar empresas que no han previsto de manera adecuada un proceso de capacitación y adiestramiento a su personal, o que habiéndolo hecho, se percataron tardíamente de que algunas competencias definidas como esenciales se adecuaban a necesidades del pasado, pero no eran necesariamente las mejores para enfrentar los desafíos del futuro. Esa historia se sustituyó con un perfil profesional basado en las características curriculares, que demuestran que tan capacitado se encuentra la persona para ocupar un determinado puesto en la empresa.

En la actualidad, la capacitación tiene un papel muy importante en las organizaciones, debido a que tienden a mantener al empleado a la vanguardia, y también de ella depende la evolución que tenga la organización. Por esta razón, los programas de capacitación deben contar con el total apoyo de la alta dirección, el cual debe comunicarse a toda la organización. Este apoyo se hace evidente cuando los ejecutivos proporcionan los recursos necesarios para esta función y se fortalece todavía más cuando los mismos forman parte de la capacitación. Esta acción proporciona mayor convencimiento a los trabajadores de lo indispensable de los programas de desarrollo para el recurso humano.

Existe una serie de formas de capacitación, siendo la más fundamental la capacitación técnica, pero también debe abarcar aspectos humanos y sociales, con los cuales los empleados incrementan también su nivel cultural, y al mismo tiempo se vuelve más humano. Aunado al hecho de las formas de capacitar, se sugieren desde las lecturas hasta talleres, se considera bueno cualquier método a aplicar, pero los más eficaces son aquellos que dramatizan modelos para que la persona identifique y practique los comportamientos de quienes son eficientes y tienen éxito en determinado trabajo.

De igual manera es importante destacar, que el prestigio, reconocimiento y rendimiento laboral de una determinada empresa dependen en primer lugar de la atención profesional y del buen trato que brinde su personal a los usuarios o clientes, y en todo contacto interpersonal que se