LICENCIATURA EN ADMINISTRACION DE RECURSOS HUMANOS

...

Realizar esta investigación se justifica en concientizar y compartir una preocupación personal y genuina por el nivel de formación de los docentes que estamos dejándole las siguientes generaciones. Y no por falta de voluntad de ellos, sino porque estamos depositando en su espalda un peso extra. Creo que todos somos responsables, como estado, de poner nuestras manos a disposición, desde el rol que nos toque, para mejorar la sociedad. También, en esas mismas condiciones, las docentes. Pero como dije, desde el rol que a ellas les toca. Su rol en la sociedad es enseñar; y hoy están ocupándose de más que eso, y perdiendo foco en el core de su profesión.

Y espero equivocarme…

---------------------------------------------------------------

DESARROLLO

---------------------------------------------------------------

En un esquema comercial, podríamos imaginar los roles de proveedores, clientes y consumidores de forma claramente identificable. Pero hay una sutil diferencia que es preciso rescatar para poder acercarnos a la comprensión de la hipótesis. Ya que hablamos de “la exigencia de los clientes”, entonces diferenciemos cliente y consumidor.

La diferencia entre el cliente y el consumidor es que el primero es la persona que efectivamente adquiere un producto o un servicio. Todas las acciones de mercadeo apuntan hacia el cliente. Consumidor es aquella persona que utiliza el producto, sin necesariamente ser quien lo compró[1]. Un ejemplo son las mamaderas. Son los padres los clientes que las compran, pero es el bebé el consumidor quien la utiliza.

Trasladando este esquema de proveedores, clientes y consumidores a la educación inicial, podríamos definir a los docentes como proveedores, los padres como clientes y los chicos como consumidores.

Sin embargo los docentes no podrían ser objetivamente analizados sin tener en cuenta la institución que los contiene, ya que la infraestructura, los recursos, la capacidad de los directivos, el tipo de grupo de trabajo van a tomar un rol influyente.

Vamos entonces a realizar una descripción de cada una de las partes implicadas de este esquema.

LA COMUNIDAD

Nuestra hipótesis habla de que la exigencia de los clientes se presenta en un nivel bajo por la necesidad de ponderar otras necesidades básicas, así que intentaremos ahora hacer una breve descripción de la comunidad y el contexto que rodea al jardín, y puntualizar lo que logramos identificar como esas necesidades básicas.

La comunidad en la que se ubica el jardín es de un nivel socioeconómico bajo, con gran desocupación. Son pocos los casos de trabajo formal, y en mayor medida sub empleo y trabajo informal (en negro)[2]. En el barrio, muchas de las viviendas son precarias, de madera o chapa, y albergan familias muy numerosas en espacios muy pequeños.

El barrio carece de agua corriente, cloacas y gas natural. Sólo las calles principales tienen un mejorado, y el resto son de tosca y con zanjas en los laterales.

Como mostraremos en el gráfico, un alto porcentaje de los residentes son extranjeros, provenientes de países vecinos, que intentan lograr ocuparse en los rubros de la construcción (que incluye los oficios derivados como plomería, pintura, gas, carpintería, etc.), el servicio doméstico, venta ambulante y oficios varios.

[pic 2]

Habiéndonos formado una idea general de las familias que componen el entorno del jardín, no es difícil imaginarse una situación que se repite en el 100% de los casos y que es la principal necesidad básica de los clientes: el cuidado de los chicos durante el horario central de trabajo.

“Yo no podría trabajar si no tuviera la posibilidad de dejar a los chicos en el jardín. Por suerte pude hacer que la más grande (de 14 años) vaya a la escuela también a la mañana ahí al lado del jardín, y cuando sale la pasa a buscar a la más chica (de 4) y la lleva para casa y nos esperan a que lleguemos mi marido o yo, el que salga antes. También una vecina ya sabe que ellos están solitos y me los mira de tanto en tanto, y las nenas saben que cualquier cosa que pasa tienen que pegarles el grito o irse para al lado”[3]

La responsabilidad que recae sobre una nena de 14 años por cuidar a su hermana, sola en la casa, es un tema con una entidad en sí, pero dejo el tema para ser analizado en otro trabajo. Sin embargo, nos da un dato importante para analizar una siguiente necesidad básica que satisface el jardín.

Esta situación de que son los hermanos mayores (con poquísima diferencia de edad) los que retiran a los nenes del jardín, son una porción grande, junto con aquellos que son retirados por vecinos, abuelos, tíos, etc. Ese reparto se maneja en el momento, y “va quien puede”. Muchos son los casos en los que los chicos quedan esperando en el jardín, y las maestras tienen que salir a “rastrear” a algún responsable (y autorizado) a retirarlos del jardín.

[pic 3]

Mencionamos anteriormente que en el jardín funciona un comedor que da de comer a los 240 chicos que asisten. También que la secretaría general de escuelas asigna raciones sólo para 120 de ellos, ya que gracias a las asignaciones de seguridad social, la necesidad alimenticia debería ser saciada en las casas y no en la institución educativa.

Pero para que eso suceda debería suceder que la madre (o el padre) estén en la casa para recibir a los chicos y puedan dedicarle tiempo a la cocina. Cosa que, como vimos en la primera de estas necesidades que estamos analizando, no sucede porque cuando el chico sale del jardín, sus padres están trabajando. Y esa nena de 14 años que esta al cuidado, difícilmente tenga herramientas para poder ponerse a cocinar. Entonces el hecho de que el jardín le dé de comer cubre la necesidad básica de la alimentación. En algunos casos se dará por la falta de alimentos en la casa, pero en muchos otros, por facilitarse la logística de la cocina.

“A mí me ayuda que en el jardín almuerzan y meriendan. Yo como en la obra y mi señora en el trabajo, así que cuando llegamos a la tarde o a la noche, solo tenemos que preparar una cena y listo”[4].

Recapitulando, diríamos entonces que tenemos a un grupo de padres, que en su mayoría, valoran del jardín, cuestiones que podrían denominarse más bien “logísticas” en lugar de puramente educativas, como son la permanencia y el cuidado de