LO QUE HACEN LOS MEJORES PROFESORES UNIVERSITARIOS

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- Reconoce el valor y las capacidades de cada estudiante en vez de clasificarlos y compararlos.

- Confía en las capacidades de sus estudiantes.

- Considera más importante el desarrollo intelectual que la nota.

- Rechaza el poder que tiene sobre sus estudiantes.

- Alienta a los estudiantes a alcanzar los objetivos de aprendizaje.

- Comprende que las fuerzas externas inciden en el rendimiento académico.

- Identifica los problemas de aprendizaje de sus estudiantes.

- Conocer la naturaleza y el significado del aprendizaje.

4.- Saben dirigir su clase

La docencia para un buen profesor es una experiencia constructiva, para lo cual el profesor:

4.1- Crea un entorno crítico natural para el aprendizaje, donde los estudiantes puedan aprender haciendo y no se remitan solamente a la memoria. Para lograr este entorno, el profesor:

- Plantea un problema o una pregunta intrigante.

- Ayuda a los estudiantes a comprender el significado de la pregunta.

- Compromete a los estudiantes con alguna actividad intelectual de orden superior: comparar, aplicar, evaluar, analizar y sintetizar.

- Ayuda a sus estudiantes a responder las preguntas y a evaluar la lógica que les posibilitó la respuesta.

4.2.- Capta la atención y mantiene el interés de los estudiantes.

4.3.- Considera que el estudiante es más importante que la disciplina.

4.4.- Convoca a los estudiantes a comprometerse con la clase y el aprendizaje, de tal manera que ninguno se sienta forzado a estudiar, porque como lo señala Meirieu el profesor puede intentar que todos sus estudiantes aprendan, pero si no hay voluntad y decisión de aprender, la tarea es imposible. .

4.5.- Motiva a los estudiantes para aprender fuera de clase.

4.6.- Enseña a los estudiantes a razonar.

Además el profesor ha desarrollado:

- Buena oratoria para comunicarse verbalmente, estimular el pensamiento en los estudiantes y enseñarles a dialogar.

- Lenguaje cálido para mantener a los estudiante intelectual y emocionalmente implicados.

- La capacidad para dar explicaciones cuando lo solicitan los estudiantes, sin recurrir a estigmatizaciones

- Empatía para mantener una relación respetuosa con los estudiantes, a quienes no los ridiculizan, no los maltratan ni los desprecian, no los hacen parecer estúpidos ni ejercen poder sobre ellos.

5.- Tratan bien a sus estudiantes.

Los profesores que tratan bien a sus estudiantes:

- Acrecientan la confianza de sus estudiantes sobre sus capacidades de aprender.

- No expresan sentimientos de superioridad, en forma de arrogancia y vanidad que los lleva a pensar sobre lo mucho que ellos saben y sobre lo ignorantes, o quizás tontos, que son sus estudiantes.

- No abusan, de ninguna manera, del poder que representan.

- Responden las preguntas con cortesía.

- Saben que el aprendizaje es mutuo, presenta dificultades y no es un proceso competitivo, por lo cual no adjetivan a sus estudiantes de incompetentes y/o estúpidos.

- Reconocen la dignidad de sus estudiantes.

- Actúan con justicia.

- Practican la compasión y

- Mantienen el interés por sus estudiantes.

6. Saben evaluar

Usualmente se confunde evaluar con calificar. Evaluar, dice Meirieu (2002), es un proceso profundo e integral que retroalimenta el aprendizaje, no tiene carácter punitivo sino que se constituye como fuente de interrogantes para mejorar la práctica docente, en tanto permite detectar inconsistencias o fallas en este proceso. En este sentido se puede afirmar que la evaluación es un proceso en el que se tiene en cuenta la labor que realiza el docente y la apreciación de cómo ese proceso de aprendizaje ha sido asimilado por los estudiantes.

Calificar, aclara, es una operación que clasifica y excluye. Clasifica porque establece diferencias entre buenos y malos estudiantes y excluye porque los menos aventajados académicamente quedan, por lo general, fuera del interés del profesor, porque se supone erróneamente que las dificultades en el aprendizaje se deben a incapacidades mentales.

También es muy usual proponer instrumentos de evaluación que limitan las capacidades intelectuales de los estudiantes, debido a que, en términos generales, estos instrumentos son concebidos para que los estudiantes repitan lo que dijo el profesor o para resolver problemas mecánicamente, casi nunca para pensar, reflexionar y fomentar el desarrollo de la inteligencia.

En este momento es necesario reflexionar sobre una premisa pedagógica que enuncia Meirieu (2004), “Aprobar no es aprender”, ni “Aprender implica aprobar”. De aceptarla, requiere pensar sobre la correspondencia entre una nota y un aprendizaje y preguntarse si verdaderamente el estudiante que obtiene las mejores notas es el que más sabe. Para comprender mejor, recordemos que no siempre los estudiantes con mejores notas son quienes sacan el mejor puntaje en el ICFES.

Para terminar, es preciso resaltar que para Bain, el rendimiento no siempre se relaciona con el aprendizaje, puesto que el rendimiento se mide por las notas. El aprendizaje, a cambio, modifica la forma de pensar, de sentir y hacer.