La Constitución como herramienta de dominio.

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Otro de los puntos tocados por Valdés es que los gobernantes, como el presidente y servidores públicos, no hacen públicas sus declaraciones patrimoniales, cuánto ganan, que poseen y que no (Valdés, p.29)[7], cómo usan el dinero que le pertenece a los gobernados y que debe usarse para su beneficio y que no obstante, es desperdiciado, mal gastado y usado en lo que se llama “sobresueldos, compensaciones, bonos, gratificaciones, entre otros.” (Valdés, p.29)[8].

Este punto es cierto en su totalidad en la época de Valdés, pero al día de hoy, las cosas resultan diferentes. En junio pasado el Senado de la República aprobó la llamada iniciativa “Ley 3 de 3” o La Ley de Responsabilidades Administrativas (Becerril y Ballinas, 2016)[9], que busca, que los servidores públicos hagan pública 3 declaraciones; patrimoniales, de intereses y fiscales. Desafortunadamente no fue aprobada con las estipulaciones iniciales, y no obliga a los servidores a hacer las declaraciones. A pesar de esto, resulta un enorme paso para las iniciativas ciudadanas.

Asimismo en el artículo 6° Constitucional se lee “Toda persona tiene derecho al libre acceso a información plural y oportuna, así como a buscar, recibir y difundir información e ideas de toda índole por cualquier medio de expresión“[10], lo cual permite al pueblo mexicano conocer y tener acceso a información que anteriormente se encontraba inaccesible para muchos. Quizá para Valdés, esto no es lo ideal, ya que este derecho es garantizado por la misma norma que es controlada por aquellos en el poder, quizá aún no sea lo más oportuno, pero mientras tanto es un punto –a medias- a favor de los mexicanos.

Conclusiones

Es evidente que México ha estado sometido bajo el yugo de una Constitución que desde hace tiempo, ya no ve sólo por los intereses del pueblo, sino que también el de los gobernantes y servidores públicos, pero esto es sin duda alguna, no sólo culpa de aquellos que han intentado alterarla a su favor, sino que, es también culpa de todos aquellos que lo han permitido, que han optado por desconocer en primer lugar, está ley, y que por consecuente, han preferido ignorar las modificaciones, que bien podrían beneficiarlos o que sólo beneficia a los poderosos.

Es entonces claro, que el problema en general, es una cuestión histórico-cultural en México, que ha penetrado en lo más profundo de las instituciones, logrando volverlas corruptas.

Quizá no es un cambio a la Constitución lo que se requiere –aunque bien, podría realizarse ciertos cambios para el bien común del pueblo mexicano- sino un cambio en la mentalidad de la mexicanidad que no hace más que estancarnos y hacernos retroceder.

Referencias bibliográficas

- Este texto fue consultado el 9 septiembre de 2016 en la página del Canal Judicial desde: https://canaljudicial.wordpress.com/2016/06/13/66585/

- Este texto fue consultado el 9 de septiembre de 2016 desde: http://es.101sharequotes.com/es/quote/felipe-gonz%C3%A1lez-las_ventajas_de_las_constitucio-3290

- Valdés S., Clemente, La Constitución como herramienta de dominio, 6° ed., Ediciones Coyoacán, México, 2015, pp. 48.

- Texto consultado el 9 de septiembre de 2016 en el archivo Reflexiones sobre la corrupción en México, desde: http://www.filosoficas.unam.mx/~tomasini/ENSAYOS/Corrupcion.pdf

- Orwell, George, Rebelión en la granja, 1945, Booket, pp.128.

- Becerril y Ballinas, Aprueba el Senado versión “light” de la “Ley 3 de 3”, La Jornada, 1.

- Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos

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