La Eficiencia Operacional no es una Estrategia

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La competencia tradicional busca una estrategia estable, basada en un ajuste entre los recursos que se tienen y los objetivos estratégicos. La híper competencia cambia muy frecuentemente sus estrategias, basándose en la rapidez, la sorpresa, la búsqueda de una constante innovación, incluso el cambio constante de reglas.

Pocas empresas han competido exitosamente con base en la eficiencia operacional a lo largo de un período extenso, y cada día se hace más difícil mantenerse delante de los rivales. La causa más evidente es que los competidores pueden imitar rápidamente las prácticas gerenciales, las nuevas tecnologías, las mejoras de los insumos y las formas superiores de satisfacer las necesidades de los clientes.

Una empresa puede superar a sus rivales sólo si puede establecer una o varias diferencias en la forma de hacer las cosas, la cual pueda preservar en el tiempo, es decir, hacerlas sostenibles. Este enfoque debe de llevar a la empresa a ofrecer un mayor valor a sus clientes o a crear valor comparable a un menor costo, o en el mejor de los casos hacer ambas cosas. Así, lograra alcanzar una rentabilidad superior, la empresa debe buscar la manera de entregar un mayor valor en sus productos o servicios a fin de lograr cobrar mayores precios unitarios y lograr mejores resultados operativos a menores costos promedio.

Los gerentes deben distinguir claramente la eficacia operativa de la estrategia. Ambas son esenciales, pero las dos son distintas. La eficiencia operacional implica una mejora continua en todas partes. Si se falla en esta, esto puede provocar incluso que la estrategia que pueda tener la empresa no se pueda llevar a cabo, y la estratégica es el lugar correcto para definir una posición única, hacer elecciones claras y fortalecer el ajuste.

Para lograr mejorar la efectividad en una empresa, actualmente deben de estar dispuestas a modificar sus estructuras y sus sistemas de trabajo, para lograr así en los trabajadores un poco más de libertad en las decisiones y solución de problemas que se presentan. La organización debe ser suficientemente capaz para adquirir factores, procesarlos, distribuir los bienes y servicios, manteniendo la estabilidad y equilibrio para conseguirlos.

Para concluir podemos definir como eficiencia operacional cuando se logran los resultados deseados haciendo uso optimo de todos los recursos de la organización de la mejor manera posible. Y definimos a la efectividad como la capacidad o habilidad para adaptarse a los posibles cambios o distintas acciones para obtener los resultados deseados.