La comida en familia

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Sin embargo, actualmente esta práctica es bastante complicada debido al ritmo de vida que llevamos.

* La primera razón por la que hoy día se ha abandonado en gran medida la costumbre de

comer en familia quizás sea la incorporación de la mujer en el mercado laboral y, en general los horarios de trabajo excesivos de los padres. Para que existan comidas familiares debe existir alguien que las prepare. El hecho de que la mujer trabaje fuera de casa ha dificultado la disponibilidad de esta para la organización de las comidas. Ello ha “obligado” la participación de otros miembros de la familia (el padre, que tiempo atrás era que el salía a trabajar fuera de casa). Como solución podría resultar positivo si hacemos partícipe a nuestros hijos en la propia actividad de preparar la comida. Y no solo eso; puede resultar muy beneficioso para nuestros niños implicarlos en la planificación, compra, preparación y cocinado adecuado.

* Otra razón podría ser los horarios de los propios niños o adolescentes, así como

demasiadas actividades extraescolares. Muchos adolescentes terminan su jornada hacia las 3 de la tarde. Durante la mañana, el cansancio hace que en los descansos coman mal (muchos de ellos se toman un refresco, bolsas de patatas, bollería…). Cuando llegan a casa a menudo no hay ningún adulto que los controle y “pican” otra vez cualquier cosa de la nevera y vuelven a salir de casa para realizar las múltiples actividades extraescolares. Quizás sería conveniente replantearse ciertos horarios escolares, que quizás para el adulto resulta conveniente, pero para un niño o adolescente no. Además, los niños no tienen por qué estar todas las horas del día ocupados; es bueno también pasar tiempo en casa. Los padres deberían intentar buscar solución a sus horarios, cosa bastante complicada en los tiempos que corren.

* Las distracciones electrónicas. También es cierto que hay veces en que madre y padre

están en casa pero esperan para cenar hasta que los niños se hayan ido a la cama. Es más fácil para algunos padres sentarlos frente al televisor para que no “molesten”. En este sentido los adultos deberíamos pensar un poco más en lo importante que es para nuestros niños pasar tiempo junto a los padres. Es el deber de los padres atender bien a los hijos y con ello atender el bienestar emocional de chicos y chicas.