La incertidumbre es una característica inherente a todo mercado
Enviado por Ninoka • 22 de Noviembre de 2018 • 2.410 Palabras (10 Páginas) • 251 Visitas
...
El VaR es una herramienta con sólida base estadística y por lo tanto debería ser una herramienta confiable, sin embargo, y principalmente desde la crisis del 2008, ha sido objeto de críticas y diversas revisiones. Einhorn (2008, citado por Lockwood, 2015, p. 719) dijo que el VaR es como “un airbag que trabaja todo el tiempo, excepto cuando tienes una accidente de tráfico”, Lockwood (2015) en la misma línea, criticó que se siga utilizando tan ampliamente un modelo que ha fallado en su misión principal, la cual es prevenir pérdidas catastróficas al sistema financiero. Hendricks (1996) observó que cuando la predicción del VaR fallaba, lo hacía con una tasa superior al valor esperado en un 30% a 40%, incluso se observaron casos donde la pérdida superaba muchas veces el valor establecido por el VaR. Esto debido a que los resultados extremos ocurren de una manera más frecuente que la predicha en una distribución normal y el tamaño de las transacciones financieras tampoco es uniforme en el tiempo. Davidson (1983, citado por Lockwood, 2015), dijo que los modelos de predicción probabilística sólo son precisos cuando la distribución de los posibles resultados no varían en el tiempo, Mandelbrot y Taleb (2010, citados por Lockwood, 2015) establecieron que los precios en el mercado financiero se caracterizan por tener distribuciones no normales y que tienen una varianza infinita. Si el precio no sigue una distribución conocible, los modelos de predicción como el VaR son de poca utilidad (Lockwood, 2015). Una variable más que incrementa la dificultad de la predicción es que los mercados están movidos por seres humanos, por lo que se integra a la variabilidad los estados emocionales de las personas que participan en este mercado (Lockwood, 2015). El acuerdo de Basel II recomienda que los cálculos del VaR deben ser revisados comparándolos con la data histórica (Backtesting), sin embargo este procedimiento adolece de una falta de poder estadístico que pone en duda la validez de sus resultados (Sollis, 2009). Asimismo, Krause (2003) indicó que el valor del VaR puede tener errores provenientes de sesgos de operador o de la misma técnica que se escoja para su cálculo, o incluso puede ser fácilmente manipulado, lo que agrega más incertidumbre a la confiabilidad de sus resultados. Alkafaji et al (2006) mencionaron que dentro de las limitaciones del VaR se pueden mencionar que no toma en cuenta la naturaleza dinámica de los mercados financieros, y por lo tanto no es sensible a los cambios repentinos de los precios o la aparición de crisis, asimismo que su resultado depende del horizonte de tiempo seleccionado, siendo diferente cuando se toman diferentes periodos de tiempo para su cálculo. Como se puede deducir de lo anterior, la falta de poder de esta herramienta para predecir eventos catastróficos nace de sus bases estadísticas, es alimentada por la impredectibilidad de las emociones humanas, y los métodos disponibles para su validación (backtesting) aún no permiten establecer una relación confiable.
No obstante sus limitaciones y las opiniones contrarias vertidas en el mundo académico sobre la conveniencia de continuar utilizándolo, el VaR sigue siendo el método más ampliamente aceptado y utilizado tanto por los entes normativos como por los actores de los sistemas financieros como la medida de medición del riesgo de referencia, en Suiza por ejemplo, es utilizado por la tercera parte de los bancos (Rogachev, 2007). Incluso se utiliza en otros sectores económicos, como el ganadero (Odening, 2003). Otros investigadores han empezado a evaluar metodologías alternativas (Chopping, 2014) tratando de encontrar una metodología que otorgue mayor confianza y precisión a las predicciones. Es probable que, ante la falta de metodologías de predicción de fácil uso e interpretación, aunado a la falta de respaldo por entidades financieras de gran peso como JP Morgan, el VaR siga siendo la aproximación más aceptada, tanto por su simplicidad, la facilidad de interpretación para personas no versadas en estadìstica (Krause, 2003), como por el respaldo político que posee, tanto de entidades financieras como de organismos reguladores.
La metodología del VaR tiene más de 20 años de vida y ha ganado fuerza y posición dentro del mercado financiero (Lockwood, 2015), sin embargo su cálculo no sigue una única metodología, y los resultados pueden diferir según la metodología utilizada (Sollis, 2009; Alkafaji et al, 2006). El resultado igualmente es dependiente de factores del operador, como por ejemplo la decisión de qué distribución utilizar o del tamaño de la muestra (Sollis, 2009; Alkafaji et al, 2006). Los métodos de validación no tienen el suficiente poder para asegurar que el cálculo tuvo correspondencia con lo que pasó en la realidad (Sollis, 2016). Producto de la naturaleza de esta metodología (o metodologías dado que no responde a un càlculo único y estandarizado), las organizaciones no fueron capaces de prevenir las pérdidas de forma repetida en las crisis económicas que se han ido presentando (Lockwood, 2015) y probablemente no lo tendrán. Las únicas ventajas a favor del uso del VaR son su simplicidad y facilidad de cálculo (Sollis, 2009; Alkafaji et al, 2006) , sin embargo estas ventajas parecen insuficientes al momento de contrastarlas con las pèrdidas producidas en las diferentes crisis económicas. Tratar de predecir el futuro en base a lo ocurrido en el pasado suele guardar ingratas sorpresas, y depositar nuestra confianza (y bienestar económico) en un método que presenta tantas posibilidades de error no parece ser prudente. El VaR es una medida del riesgo que debe ser tomada en cuenta, pero no es una medida que permita a las empresas prevenir pérdidas catastróficas producto de cambios intempestivos o crisis en los mercados.
---------------------------------------------------------------
Referencias
Acciones de Alicorp caen por pérdidas en operaciones con derivados y divisas. (2015, 19 de febrero). Diario Gestión. Recuperado de http://gestion.pe/empresas/acciones-alicorp-caen-perdidas-derivados-2123978
Alkafaji, Y., Balsara,N., & Aburmishan, J. (2006). FASB`s statement No 133 on derivatives and barings bank: the case for value at risk (VAR). Accounting Research Journal 19(2) 94-104. doi 10.1108/10309610680000681
Chopping, T. (2014). Scaling laws: a viable alternative to value at risk?. Quantitative Finance, 14(5) 889-911. doi 10.1080/14697688.2014.882070
Degiannakis, S., Floros, & C., Livada, A. (2012). Evaluating value-at-risk models before and after the financial crisis of 2008. Managerial Finance, 38(4) 436-452. doi 10.1108/03074351211207563
...