La (in)utilidad del arte

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En este sentido, también se puede reconocer que el arte puede tener funciones políticas[1], porque el artista muestra su postura política frente al mundo a través de la obra de arte, esta postura puede ser negativa o positiva (Aponte Isaza, 2016). En la actualidad, esta relación entre arte y política se ha reforzado porque al artista cada vez más se interesa porque la relación que tiene el espectador con la obra sea activa, que pase de la mera contemplación a la acción y pueda generar una reflexión y una posición crítica.

La postura política en el arte es positiva cuando está a favor de infundir los pensamientos de una ideología política y es puesta a su servicio para generar cohesión y unidad entre las personas de cualquier agrupación o comunidad social (Aponte Isaza, 2016). Por el contrario, es negativa (lo cual no quiere decir que sea mala) cuando cuestiona la realidad social y busca generar reacciones frente a aquellos que toman decisiones que afectan a su comunidad o agrupación (un país, una ciudad, un departamento…).

Los artistas que se inclinan por un arte activista aprovechan la función estética y evocadora del arte, porque en la mayoría de sus manifestaciones artísticas buscan generar conciencia y cambios en la sociedad. La disposición que tenga el espectador frente a la obra genera un diálogo entre ellos y genera conciencia frente a lo que se está observando, en este sentido el mensaje de la obra puede ser aceptado o rechazado por el espectador.

Uno de los mejores ejemplos en el arte latinoamericano es el Renacimiento del Arte Mexicano o Muralismo, es un movimiento revolucionario que busca volver a las raíces y encontrar en las formas artísticas de sus antepasados elementos que ayudaran a recuperar la identidad nacional rompiendo con la tradicionalidad de la academia europea. Su iconografía recrea la imagen de la revolución obrera y campesina y el muralismo se convierte en un arte que el Estado aprovechó en su proyecto de homogenización y justificación de la Revolución (Mandel, 2007). Los temas varían entre la historia que no vivió la colectividad del momento como los mitos autóctonos, las historias precolombinas e historias de la conquista, pero también dejar plasmada en la historia la Revolución Mexicana. Bajo este movimiento se legitiman el uso del medio y la técnica que usaban los antiguos mexicas para su producción artística. En adición, fomentaban el arte público y monumental con una estética popular y autóctona para que estuviera al alcance de todos.

Así, el arte se convierte en un artefacto para construir memoria histórica, recuperar la identidad cultural nacional y generar unión entre ellos. Gracias a este proyecto de Estado se logra fundar un nuevo orden social y se dio forma al imaginario mexicano despertando un sentimiento patriótico.

Otro ejemplo es el proyecto del artista JR,titulado Israel & Palestina del año 2007. Se trata de la más grande exposición de fotografía ilegal, para la cual se usan retratos a gran escala de israelitas y palestinos que se pegan en el muro que divide estas dos ciudades. La gran interrogante que mueve este proyecto es por qué ellos (palestinos e israelitas) no pueden encontrar una manera de llevarse bien (JR, s.f.). Después de pasar una semana en el lugar se dieron cuenta de algo muy importante, que todos se ven igual, hablan casi el mismo lenguaje, pero ellos no lo ven. Entonces toman estas fotografías y exhiben retratos de israelitas en el lado palestino del muro de separación y vice-versa. Este proyecto artístico expresa la posición política y su opinión personal frente a una problemática social. El artista añade que está a favor de una solución en la cual ampos países (Israel y Palestina) puedan vivir en paz con fronteras seguras y reconocidas internacionalmente (JR, s.f.).

Por último, es importante mencionar que los productos culturales sí generan utilidades económicas, aunque el precio de una obra de arte se defina por especulación y no porque hayan parámetros para establecerlos, en esta medida es necesaria una normatividad. También las instituciones artísticas como galerías y museos generan utilidades. No obstante, esto no debería ser más importante que su labor social.

En síntesis, el arte cumple funciones sociales, es útil no en un sentido económico sino cognoscitivo, político y estético. Dado que el arte es imagen, se convierte en un mecanismo o un recurso directo para transmitir un mensaje del artista al espectador, razón por la cual es un medio de comunicación social innegable. Es importante aclarar que no solo es un elemento importante, el arte es una herramienta exclusiva de la especie humana y nos distingue de los animales, porque se ha manifestado en el mismo momento en que aparece la razón y que con el tiempo se ha convertido en nuestra herramienta para construir memoria, transmitir conocimientos, infundir valores, propagar ideologías, expresar ideas, conocer la historia, formar o transformar imaginarios sociales y generar reflexiones.

Como es evidente el arte tiene muchísimas y muy variadas funciones en la sociedad por eso el poco dinero que se pueda generar con él no debería restarle importancia. Como lo mencionaba anteriormente es una herramienta para transmitir conocimiento, para evocar emociones y para mostrar y generar posturas políticas; entonces sí puede ser una herramienta para construir un mundo mejor.

Referencias

Aponte Isaza, M. C. (enero-junio de 2016). Funcion social del arte. Aporte de la obra de la artista Doris Salcedo al proceso de justicia transacional en Colombia. Rev. Cient. Gen. José María Córdova, 14(17), 85-127.

Bayeux museum. (s.f.). Bayeux museum. Obtenido de La tapisserie de Bayeux: http://www.bayeuxmuseum.com/la_tapisserie_de_bayeux.html

Jordá, F. (1974). Formas de Vida Económica en el Arte Rupestre Levantino. Zephyrvs, 25, 209-223.

JR. (s.f.). JR art. Obtenido de Face 2 face: http://www.jr-art.net/projects/face-2-face

Mandel, C. (2007). Muralismo Mexicano: arte público / identidad / memoria colectiva. Escena, 61, 37-54.

Manrique, J. (1982). La estampa como fuente del arte en la nueva España. Revista Anales del Instituto de Investigaciones Estéticas, 55-60.

Museo de Arte Moderno de Bogotá. (1999). Arte y Violencia en Colombia desde 1948. Bogotá: Norma.

Ordine, N. (2013). La utilidad de lo inútil. Barcelona: Acantilado.

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