La neurobiología del sentido moral: hechos o Hipótesis?

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El caso de Phineas Gage sigue siendo emblemática porque pone de relieve cómo seguir las convenciones sociales, se comportan moralmente y tomar decisiones ventajosas requieren no sólo el conocimiento de reglas y estrategias, pero la integridad de cerebral específica sistemas. Desde entonces, se han acumulado una serie de datos para apoyar estos conceptos preliminares.

Además de la evidencia proveniente de las observaciones clínicas en el campo de la neurología, los datos fundamentales que se derivan también de los estudios llevados a cabo por Konrad Lorenz en el siglo pasado, y desde sus descripciones de los comportamientos sociales complejos en animales, que han allanado el camino para la interpretación de varios aspectos humanos desde una perspectiva evolutiva.

Es posible que los sentimientos tales como la falta de voluntad de hacer daño los otros, el sentido de la justicia, la empatía, y la llamada "Teoría de la mente", un término que define la capacidad de comprender los pensamientos, sentimientos y emociones de los demás, desarrollados debido a su utilidad en la supervivencia del hombre, mientras que la promoción la cooperación. Por lo tanto, se supone que una innata existe la moralidad dentro del cerebro humano, lo que parece similar a todos esos mecanismos desarrollados en el transcurso de la evolución que había favorecido la supervivencia del individuo dentro de un grupo social. Si el sentido moral es innato, es debe ser regulada por patrones neuronales específicos, y por lo tanto no es sorprendente que puede ser alterado por la presencia de ciertos trastornos neurológicos. Hay mucha evidencia que en este sentido se deriva de resonancia nuclear magnética funcional (FMRI) estudios en sujetos sanos, a partir de datos sobre neurológicas individuos asociales, y de las investigaciones en los pacientes que presentan lesiones cerebrales focales o frontotemporal demencia (FTD). Las contribuciones de Damasio y compañeros de trabajo son fundamentales en este sentido. Demostraron cómo las emociones juegan un papel clave en los procesos cognitivos que implican juicio moral. El proceso a través que las emociones morales explotación se cree que son en su mayoría inconscientes, pero el acceso de estas emociones en la conciencia es tan rápido que parecen estar fuertemente arraigada en las funciones cognitivas superiores. Por lo tanto, aunque moral juicio Durante mucho tiempo se ha relacionado con los procesos verbales y racionales, la integridad de estos procesos con un concomitante deterioro de los mecanismos emocionales, no justifican el comportamiento moral en la vida diaria. Curiosamente, Damasio y su compañeros de trabajo establecieron pruebas específicas para la investigación de los pacientes con lesiones mínimas cerebrales que mostraron significativo de personalidad y comportamiento, cambios en el contexto de la normalidad anotando dentro de las investigaciones neuropsicológicas tradicionales. Los datos emergentes, aunque sigue siendo limitada, que indicaría la presencia de una red cerebral innata para el sentido moral, con la prefrontal ventromedial derecha corteza (CPFVM) que representa el principal centro integrador con todas sus conexiones con límbico, hipotálamo y el tronco cerebral zona (Figura 1).

Definición del sentido moral

El sentido moral puede definirse como el código de valores y costumbres que informa la conducta social. En la filosofía, esa menudo dividido en "descriptiva" y "normativo". Esta distinción se remonta a un debate ya presente en él era pre-socrático, con respecto a la posible existencia de una sentido moral normativo universal que flanquean descriptiva códigos propuesto por la sociedad, la religión, o sistema jurídico. La moral descriptiva es que el código de conducta establecido por una sociedad o de un grupo, que decide que está bien y lo que está mal: por lo general, además de no dañar los otros, que se centra en la aceptación de la autoridad, y hace hincapié en el respeto de las reglas del grupo. Normativo la moral, en cambio, es que el código universal de reglas y prohibiciones seguido por todas las personas dotados de razón, más allá de lo que ha sido establecido por el la sociedad o el grupo al que pertenece él / ella, y es especialmente centrado en torno a la noción de no dañar.

Antígona, en la tragedia griega del mismo nombre, hace explícito hacer referencia a esta moralidad innata cuando se habla de "Leyes no escritas, inalterable... Por su vida no es de hoy o ayer, sino de todos los tiempos, y nadie sabe cuándo eran primera vuelta. Algunas actitudes morales eran probablemente ya presente en nuestra ancestros homínidos: en particular, se cree que eran capaz de asimilar las reglas basadas en un sistema de recompensa / castigo y de la atribución y la percepción de las intenciones de los demás, sentimientos y deseos. Los primates más cercanos el hombre presentan una gama de comportamientos sociales similares a algunos que se encuentra en nuestra propia especie. Por ejemplo, los chimpancés muestran una capacidad altruista y una especie de sentido de la justicia, interpretado como antecedentes de la moralidad humana. No hay dudar de que en el hombre la gama de emociones y sentimientos con una base moral se ha ampliado notablemente, y siempre incluye una componente social. Basta con contemplar la fidelidad, la vergüenza, la vergüenza, gratitud, la compasión, el orgullo, el miedo de estar juzgado negativamente por los demás, y de hervor cuando se enfrentan con comportamientos desleales, todas las emociones que llevan a los individuos para actuar de una manera que es socialmente aceptable, y que a su en general, tienen impacto sobre el medio ambiente circundante. Estas emociones o sentimientos que nos permiten percibir rápidamente las implicaciones morales de las relaciones con los demás, y, por lo tanto, de actuar en consecuencia para no disminuir ni aumentar su propia reputación, con el fin de obtener mayores posibilidades de alguna futura cooperación social. De acuerdo a la psicología evolutiva y la neurociencia social, los sentimientos morales sería la expresión de unidades que se derivan de la evolución, como no dañar a los demás, la honestidad, espíritu de grupo, y l sentido de la autoridad. Entre ellas, la más importante podría ser la aversión al daño y la profunda sensación de inquietud cuando dañar a otra persona, junto con el sentido de la justicia, que se muestra por la necesidad de castigar a los rebeldes o aquellos que rompen las reglas. Por otro lado, las emociones morales se llevan al extremo y dirigida a la preservación del propio grupo, al igual que la indignación y el desprecio, puede estar en la base de la xenofobia y los conflictos sociales. Resonancia magnética