La pornografía, distorsión del pensamiento

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Debido a esto, es que tenemos que poner especial atención en sus efectos, que si bien, pueden ser distintos en diferentes personas, no deja de ser un riesgo para la población, hablando de que este consumo, puede incluso influir en el hecho de cometer una agresión, o en un caso mayor, un delito de tipo sexual, que van desde un acoso, hasta un rapto, estupro y violación.

Entonces, podríamos considerar como sus consecuencias:

-Insatisfacción sexual.

-Infidelidad y divorcio, en el caso de matrimonios.

-Pérdida de interés en las buenas relaciones familiares.

-Buscar más tipos de pornografía una vez que el consumidor se aburre de la misma.

-Tolerancia por prácticas sexuales anormales, incluyendo la agresión sexual y la violación.

-Los hombres pueden llegar a considerar a las mujeres como un simple objeto sexual, por lo cual puede perderse cualquier tipo de respeto.

-Distribución de pornografía infantil y abuso sexual a menores de edad.

-Disminución de la confianza y generación de confusión sexual en los adolescentes, que después es reemplazada por el gusto de consumirla.

-Disminución de los valores de la sociedad.

Asimismo, pueden hallarse distintas consecuencias que el consumo de pornografía de un padre o madre, puede ocasionar su hijo:

- Encontrar material pornográfico adquirido por el padre.

- Encontrar a su padre (o madre) masturbándose.

- Escuchar al padre envuelto en “sexo telefónico”.

- Ser testigo y experimentar la tensión en el hogar, debido a actividad sexual en el Internet.

- Aumento del riesgo de que los niños se vuelvan consumidores de pornografía.

- Presenciar y encontrarse envueltos en conflictos de los padres.

- Estar expuesto a mirar a seres humanos, especialmente mujeres, como cosas, u objetos sexuales.

- Mayor riesgo de separación y/o divorcio de los padres.

- Menor tiempo y atención del padre.

De igual forma, pueden encontrarse consecuencias en los adolescentes, ya que cuando éstos miran pornografía, se ven desorientados durante esa fase del desarrollo, ya que es cuando tienen que aprender a controlar su sexualidad, y cuando son especialmente vulnerables a causa de las dudas que puedan surgir en sus conceptos sobre sexualidad y valores.

Entonces, podemos decir, que, entre los adolescentes, el consumo de pornografía, dificulta el desarrollo de una sexualidad saludable.

En el artículo Los efectos de la pornografía sobre los individuos, las familias y la sociedad, escrito por Patrick F.Fagan, Centro de Investigación de Matrimonio y Religión MARRI, se menciona lo siguiente:

Un estudio longitudinal que observó por un período de tres años a un número de adolescentes, encontró que estar expuesto frecuentemente a imágenes sexuales por televisión se relacionaba con una significativamente mayor probabilidad de embarazo en la adolescencia en los tres años siguientes. Este mismo estudio encontró también que la probabilidad de un embarazo en la adolescencia era dos veces más grande cuando era mayor la exposición a imágenes de contenido sexual.

Gracias a esto podemos decir que la pornografía es, de la misma manera, un factor significativo en los embarazos a temprana edad.

Asimismo, se afecta a la autoestima, por el simple hecho de consumir contenido donde los genitales grandes y la silueta perfecta son requisitos indispensables para la satisfacción sexual. Algo que es totalmente falso.

La pornografía distorsiona el concepto de un individuo sobre las relaciones sexuales al verlas como fines materiales y altera tanto las actitudes sexuales de la persona, como su misma conducta. Puede ser considerada, a su vez, como una gran amenaza para el matrimonio, para la familia, e incluso, la felicidad misma de las personas, pues debilita a la persona, distorsiona significativamente sus actitudes e ideas sobre la naturaleza sexual.

No es fácil situarse en el debate sobre la relación entre el consumo de pornografía y delitos sexuales. Las personas que puedan considerarse no propensas a cometer este tipo de delitos, pueden usar la pornografía, con contenidos sexuales entre adultos, con libertad, pero no estamos seguros de que este consumo influya o no en este sentido.

Aunque son varios los factores que intervienen en este tipo de acciones delictivas (abusos, agresiones y violaciones), algunos expertos sostienen que es una causa en aumento el consumo de contenidos pornográficos en Internet y también el uso de las redes sociales.

Además, se producen abusos y violaciones en un intento de imitar escenas de sexo extremo vistas en internet y además se usa la red como medio para un fácil acceso a posibles víctimas en la actualidad.

En el artículo La pornografía es un estímulo a la violencia sexual y a la violación, escrito por un autor anónimo, se mencionan algunos datos en Estados Unidos, que pueden afirmar que este consumo tiene mucho que ver en las violaciones y delitos sexuales:

Según una investigación hecha en las prisiones, un 77% de los pederastas ha molestado a los pequeños muchachos y un 87% de los que han molestado a las pequeñas muchachas reconocieron el papel determinante de la literatura pornográfica sobre sus pensamientos y sus comportamientos. Por otra parte, Ken Lanning, especialista de la pornografía del FBI, reveló ante la comisión Meese que cuando policías buscan a un delincuente sexual, encuentran casi siempre con él una abundancia de material pornográfico. Un informe de la policía de Michigan pone de manifiesto que en un 40% de los crímenes sexuales, el criminal reconoció haber utilizado material pornográfico justo antes de pasar al acto. (véase anexo 1)

La industria pornográfica se presenta como algo sin consecuencias sobre las emociones, percepciones, o la salud. Sin embargo, este no es el caso. La pornografía lleva a percepciones