La relación de ayuda y sus principales dificultades
Enviado por Sara • 5 de Marzo de 2018 • 8.469 Palabras (34 Páginas) • 482 Visitas
...
DESARROLLO:
CAPITULO I:
- La relación de ayuda:
El término “ayudar” se origina etimológicamente del latín adiuvare que expresa “provocar alivio”. El diccionario de la Real Academia Española lo define al término como: prestar cooperación; auxiliar, socorrer; hacer un esfuerzo, poner los medios para el logro de algo; valerse de la cooperación o ayuda de alguien.
De acuerdo a Brusco (1997), entendemos por ayudar “el hecho de ofrecer recursos a una persona con el fin de que pueda superar una situación difícil o hacer frente a la misma y vivirla del modo más sano posible”.
La “Relación de Ayuda” es un fenómeno sumamente cotidiano en la vida ordinaria y se presenta en los ámbitos más diversos. Según Jesús Madrid (2005) se podría definir la relación de ayuda como aquel encuentro entre dos personas, en el cual, una de ellas pide ayuda para modificar algunos aspectos de su modo de pensar, sentir y actuar, y la otra manifiesta su consentimiento en ayudar, dentro de un marco interpersonal adecuado.
Ángelo Brusco (1997) define la relación de ayuda como “una forma especial de relacionarse humanamente con el otro con el fin de satisfacer necesidades humanas básicas”, y ésta, no es monopolio de las llamadas profesiones de ayuda, tales como, asesores, psicoterapeutas, trabajadores sociales, etc, ya que las relaciones entre amigos, entre padres e hijos, e incluso, entre profesores y alumnos, adquieren frecuentemente una connotación de relación de ayuda.
La diferencia radica en que, los profesionales de las llamadas “profesiones de ayuda”, cuentan con un conocimiento mucho más profundo del individuo y con un conjunto de actitudes, habilidades y destrezas, “con una serie de técnicas humanas, que han sido adquiridas a través del aprendizaje y el adiestramiento, y que les permite desempeñar y utilizar los propios recursos naturales de ayuda de un modo más conveniente” a decir de Bermejo (1999), es decir, de forma controlada, consciente, intencionada y sobretodo metódica, distinto al modo espontáneo en que los demás suelen hacerlo en las diferentes situaciones cotidianas de su vida.
Bermejo denomina “interacciones de ayuda”, a todas aquellas interacciones que se dan en el ejercicio diario de toda profesión con la persona en dificultad. Estaríamos hablando, a modo de ejemplo, de aquellas situaciones en las que el profesional enfermero toma contacto con el paciente para realizar los cuidados más sencillos, como puede ser el canalizar una vía periférica, tomar la temperatura, realizar el aseo diario, etc. Situaciones en las que interacciona con el paciente y en las que la comunicación es un elemento fundamental para ofrecer cuidados de calidad.
Centraremos nuestro interés en el proceso de la comunicación y en el riguroso conocimiento de sus reglas como elemento esencial en el cuidado de enfermería, y por ende, en el proceso de relación de ayuda en enfermería, así como en la comprensión de la relación de ayuda como un instrumento de humanización en la satisfacción de las necesidades y las expectativas de los pacientes y familiares con los que los profesionales de enfermería interactúan en su quehacer diario.
2. La relación de ayuda en el cuidado enfermero:
“La relación de ayuda no se aplica a cuidados tales como el Proceso de Atención de Enfermería o el método de solución de problemas; por el contrario, es intrínseca a éstos” (Fontanals 1994). Desde esta misma perspectiva, Adam (1991) afirma que la relación de ayuda “no es una característica de nuestra profesión sino la condición sine qua non de la eficacia de los cuidados”, y Bermejo (2002) indica que “en el fondo subyace el convencimiento de que para realizar bien las profesiones de salud no es suficiente con poseer una competencia científico-técnica, sino que es necesaria también una buena capacidad de comunicar. Un buen diagnóstico, una buena adherencia a un tratamiento, un buen soporte emocional, la comunicación de una mala noticia, la solicitud del consentimiento informado, el informe de voluntades anticipadas, etc, tareas propias de agentes de salud, tendrán tanto más éxito y serán realizadas tanto más a la medida de la dignidad de la persona cuanto más diestro sea el profesional en la relación de ayuda”.
El profesional de enfermería debe adquirir una serie de habilidades que le permita, que al ejercicio y desarrollo de su competencia técnica vaya unido el ejercicio y desarrollo de su competencia relacional, es decir, todo el complejo actitudinal que le permitan establecer buenas relaciones humanas con el que sufre, con el fin de poder responder a las necesidades holísticas de la persona. El profesional de enfermería es un instrumento terapéutico, un individuo preparado de forma adecuada para responder a las necesidades fisiológicas y espirituales del ser humano con el que interacciona en el ejercicio de su profesión, una de las causas de estrés en los profesionales es la dificultad en la comunicación. En este sentido, Ribera (1988) citado por Fontanals (1994) realiza estudios donde concluye que uno de los factores más estresantes para las enfermeras hospitalarias son las dificultades en la comunicación interpersonal.
Aunque las técnicas humanas que puedan darse en el proceso de relación de ayuda en enfermería, puedan parecer a priori invisibles y no cuantificables, no por ello carecen de eficacia en la excelencia de los cuidados que los profesionales prestan a las personas que cuidan.
3. Definición de relación de ayuda en enfermería. Aportes históricos:
Una definición de la relación de ayuda, ya ubicada en el marco del desenvolvimiento profesional de la enfermería es la que nos da Cibanal (1991): “La relación de ayuda se entiende como un intercambio humano y personal entre dos seres humanos. En este intercambio, uno de los interlocutores, la enfermera, va a captar las necesidades del , con el fin de ayudarle a encontrar otras posibilidades de percibir, aceptar y hacer frente a su situación actual”.
De acuerdo a lo anterior, podemos definir la relación de ayuda en enfermería, como el intercambio personal y humano que tiene lugar cuando el profesional de enfermería interacciona con la persona que sufre , y éste, pone a su disposición el conjunto de actitudes internas y habilidades en las que se fundamenta el conocimiento de la Competencia Relacional de su Disciplina, con el fin de que el paciente y la familia sean capaces de explorar y comprender mejor su problema y de utilizar
...