Los PROCESOS ADMINISTRATIVOS EN LA EDUCACION

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La planificación administrativa como proceso racional promueve la previsión, estructuración, diseño y asignación óptima de recursos en las organizaciones, para que alcancen los resultados esperados en un tiempo y espacio dado.

¿Por qué decimos que es situacional? Porque sabemos que la administración educativa depende de situaciones y circunstancias diversas y reconoce que no existe una única forma de administrar y que hay variables situacionales de ambiente que impactan la practica administrativa, tomando en cuenta la flexibilidad y adaptabilidad de las instituciones educativas, lo que nos lleva a decir que las instituciones necesitan ser sistemáticamente ajustadas a las condiciones ambientales, cuando se habla de ambiente nos referimos al contexto externo en el que se encuentran insertas las instituciones educativas, es por ellos que se debe estar atentos a la información que se recibe y seleccionar solo aquellas que se sujetan a la realidad de las mismas.

En otro orden de ideas la tecnología, como se ha dicho, como variable ambiental influye mucho en la organización de la administración de las instituciones ya que al adquirir tanto el material como el conocimiento tecnológico, el sistema interno de la institución fluye de manera rápida y efectiva.

En vista del estilo de administración de las instituciones educativas por jerarquización o niveles, o lo que es lo mismo, que se basa en la interdependencia seriada de las tareas necesarias para completar los objetivos finales, de dice que esta es una organización mediadora encargada de conectar un nivel con otro y además con los que confluyen con ellas, en esta caso, con los estudiantes, padres y comunidad en general, jugando la tecnología un papel importantísimo en cuanto a la administración, distribución y divulgación de las tareas de las instituciones. Cuando decimos tecnología no solo nos referimos a la tecnología flexible, sino a la fija que es la que se refiere a las estructuras materiales y cuan avanzadas están.

Sabemos cual es el objetivo final de las instituciones educativas, un producto concreto que es la enseñanza y la educación, la formación de seres capaces de desarrollar capacidades cualitativas y cuantitativas que contribuyan no solo al desarrollo personal sino colectivo también y por ende se deben fijar estrategias con ese fin, hacer énfasis en la metodología que se aplica tanto en la parte de la organización administrativa, que es la raíz de la situación, como en la educativa y concretar de manera efectiva las tareas.

La innovación constante de las estrategias y la creación de nuevas vías o formas de aplicación de las mismas, hacer hincapié en las metodologías de investigación y desarrollo de las mismas, lograr la integración tanto del contexto interno como del eterno y la constante formación de los recursos humanos aunado a la tecnología, consideramos sería la clave para que los administradores mejoren cada vez más su eficacia y mejore la conducta organizacional y educativa de las instituciones.

En definitiva la estrategia organizacional debe conocer cuál es el dominio o competencia distintiva de su organización, lo que ofrece, a quien va dirigido, las formas o el modo en que aplicará la misma, que usará y la situación en que el trabajo debe ser desarrollado, debe elegir la mejor forma, o la que más le convenga, de distribuir las tareas, bien sea por individuo o por equipos, seleccionar a las personas, diseñar tareas y ofrecer incentivos atrayentes a los ejecutores. ¿Cómo se logra esto?, una buena estrategia es la de dividir el trabajo en equipos dedicados a tareas específicas, creando relaciones horizontales creando estas una aproximación en la organización o institución, pudiendo ser la ADHOCRACIA una alternativa ocasional, esta consiste en crear equipos ocasionales y multidisciplinarios de trabajo, autogestionables y autoadministrados, con atribuciones y responsabilidades fluidas y mutables y mucha libertad de trabajo, la esencia es combinar las dos formas de trabajo en la misma estructura organizacional creándose una delicada balanza de doble poder, así se lograría neutralizar las debilidades de las instituciones, se enfatiza la especialización y se lograría satisfacer dos necesidades importantes de las instituciones educativas como son la especialización y la coordinación. Esta metodología vendría a imponer un cambio, una nueva cultura organizacional, una nueva mentalidad y un tipo de comportamiento dentro de las instituciones.

Aplicando un esquema participativo y flexible de pueden enfrentar con la complejidad, utilizando estrategias nuevas como respuesta al cambio y la innovación, esto hace más agiles los ambientes y se aprovechan las ventajas de la relación grupal, reduciendo las barreras y aumentando el compromiso, logrando así reconocer las diferencias individuales y las situaciones en las que las personas se encuentran involucradas