MAESTRÍA EN GESTION DIRECTIVA DE SALUD ONLINE.
Enviado por klimbo3445 • 13 de Marzo de 2018 • 5.439 Palabras (22 Páginas) • 509 Visitas
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La infección por el virus de la influenza está causada como ya se refirió, por virus de ARN pertenecientes a la familia Orthomyxoviridae, de este hay tres subtipos identificados: A (se clasifican en subtipo según la proteína presente en su superficie: Hemaglutinina –H y Neuroaminidasa - N) B y C. Estos virus se propagan de forma rápida en todo el mundo a través de epidemias estacionales, las cuales, se repiten anualmente, en el otoño e invierno en regiones templadas. El contagio se ve favorecido por la temporada invernal, la humedad ambiental, el hacinamiento, los lugares públicos y la facilidad para viajar alrededor del mundo.
A partir de 1957, se realizó en México el diagnóstico del virus de la influenza, bajo la coordinación de la Dirección General de Epidemiología (DGE) y el Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológica (INDRE). En 1994 se establecen lineamientos para llevar a cabo su Vigilancia Epidemiológica, con el objeto de conocer la situación en el ámbito nacional y detectar cambios, además para recomendar y aplicar medidas de intervención a partir de la identificación de casos, el registro, el análisis, la interpretación y difusión de los datos.
Para 1997, se empezaron a presentar en países del sureste asiático casos de influenza humana producidos por el virus A (H5N1) de origen aviar, con una letalidad muy alta. Desde entonces, la amenaza de una pandemia ha estado latente, a pesar de que se ha reportado su baja capacidad, hasta ahora, para transmitirse de persona a persona. Debido a ello, la OMS y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) han apoyado a los países para fortalecer sus sistemas de vigilancia epidemiológica y formular planes nacionales de respuesta, ante una posible pandemia de influenza.
México cuenta con un Plan Nacional de Preparación y Respuesta ante una pandemia de influenza, donde se establece que, por norma, la influenza es una enfermedad sujeta a vigilancia epidemiológica y notificación inmediata.
Para finales del 2006 las instituciones que conforman el Comité Nacional para la Seguridad en Salud realizaron el Ejercicio “Escudo Centinela”, con la finalidad de probar, el Plan Nacional y los Planes Estatales de Preparación y Respuesta ante una Pandemia de Influenza.
En marzo del 2007, México participó en el Taller Subregional de Capacitación para la Implementación del Protocolo Genérico de Vigilancia de Influenza en Mar del Plata, Argentina y se realizó en Zacatecas la reunión para preparar la logística del proyecto cuyo objetivo era el fortalecimiento de un sistema centinela, así como cumplir con los requerimientos del Reglamento Sanitario Internacional.
En México desde finales de febrero hasta principios del mes de abril de 2009, ocurrieron dos hechos fuera de lo común; por una parte se incrementó el número de hospitalizaciones y defunciones por neumonía grave y, por otra, aumentó el número de casos probables de influenza , existía la expectativa que los casos presentados declinaran a finales de abril como ocurrió en Estados Unidos, por el contrario, la enfermedad siguió en aumento en abril; considerándose casos de influenza estacional debido a que 63% se reportó como tipo A y 37% como tipo B, llamando la atención que los grupos de edad más afectados eran los de 5 a 14 y 25 a 44 años, lo cual se atribuyó a que esos grupos no se habían vacunados por tratarse de grupos no considerados como prioritarios.
El 11 de abril se habían contabilizado 14 brotes de influenza en México (número acumulado de casos tres veces mayor al periodo del 2008) y habían fallecido tres pacientes con influenza, dos confirmados por laboratorio y otro sólo con diagnóstico clínico. Esto puso en alerta a las autoridades de salud del país y para tipificar el virus, se enviaron muestras de pacientes sospechosos de influenza al Laboratorio Nacional de Microbiología de la Oficina de Salud Pública de Canadá.
El 16 de abril de 2009, la Dirección General Adjunta de Epidemiología (DGAE) emitió el aviso epidemiológico DGAE/09/004 alertando a todas las unidades de vigilancia epidemiológica ante la prolongación del periodo de transmisión de lo que en su momento se consideró influenza estacional. El 17 de abril, el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos y el Departamento de Salud Pública de California identificaron una nueva cepa de virus tipificado como A (H1N1) en dos pacientes pediátricos que habían mostrado síntomas febriles respiratorios a finales de marzo. Los días 18 y 19 se llevaron a cabo encuestas en 23 hospitales del Distrito Federal las cuales revelaron un notable aumento en las admisiones de adultos jóvenes por enfermedad pulmonar, a partir del día 10 de dicho mes. El 24 de abril, las pruebas de laboratorio realizadas tanto en el Laboratorio Nacional de Microbiología de la Agencia de Salud Pública de Canadá y en la División de Influenza del CDC de los Estados Unidos, identificaron plenamente el nuevo tipo de virus AH1N1 encontrado en las muestras tomadas a los pacientes mexicanos. Siendo ya el número de defunciones en México de 20, por lo que la Secretaría de Salud intensificó las medidas de distanciamiento social, protección e higiene personal para controlar la epidemia por este nuevo virus.
El 24 de abril, la Secretaría de Salud dio a conocer que en México circulaba una nueva cepa de virus de influenza A (H1N1) asociada a infección respiratoria grave. Por ello, el Comité Nacional para la Vigilancia Epidemiológica (CONAVE) estableció la intensificación de la vigilancia epidemiológica de influenza mediante mecanismos complementarios al SISVEFLU, incluyendo una red de notificación negativa diaria en las USMI y hospitales, entre ellos los suscritos en la Red Hospitalaria de Vigilancia Epidemiológica (RHOVE), a través de la plataforma en línea del SINAVE.
Ante ello, el mismo día 24, el gobierno mexicano, declaró el Estado de Contingencia Sanitaria y adoptó una serie de medidas de prevención y distanciamiento social que fueron reforzadas por el gobierno del Distrito Federal. Dichas medidas fueron; el cierre temporal de establecimientos de culto religioso, estadios deportivos, teatros y cines, restaurantes, bares, cabarets, centros nocturnos, discotecas, etc; y la vigilancia sanitaria en los aeropuertos del país, dirigida a identificar y aislar aquellos pasajeros que viajando al exterior presentaban síntomas de la enfermedad. Además, al día siguiente, se añadió el cierre de todas las actividades educativas, incluyendo las guarderías. La propagación del virus fue inminente, el primer brote se identificó en la región sureste para luego continuar por el centro y norte del país.
El 25 de abril de
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