METODOLOGÍA DEL APRENDIZAJE.
Enviado por Albert • 16 de Marzo de 2018 • 3.324 Palabras (14 Páginas) • 392 Visitas
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Nació en ciudadela del “yanquismo” de Nueva Inglaterra, en el seno de una familia de colonizadores de humilde origen, el mismo año en que apareció Sobre el origen de las especies, de Darwin. El “yankismo” y el darwinismo fueron los dos puntos iniciales de una actividad filosófica que, empezada en una época hoy arcaica, había de terminar en 1952, y de una filosofía cuyas repercusiones mundiales se dejan sentir aún en nuestros días.
La juventud casi rural de Dewey y sus años de universidad transcurrieron en el Este; en 1884, sin embargo, inició la actividad docente en el Midwest, donde vivió durante los veinte años siguientes. De tal región -de sus genéricos estados de ánimo y de su “liberalismo americano” a la antigua- parece haber sido siempre el intérprete. El contacto, en los últimos años de estudios, con la obra de Hegel había dejado, según él mismo afirma, “un poso permanente” en su pensamiento. El intento de una nueva interpretación del ilustre filósofo alemán en modernos términos norteamericanos -o sea “yankees” y darwinianos- fue el primer paso en la elaboración de lo que había de llegar a ser el “instrumentalismo” (la teoría y el nombre resultaron variantes de lo que un autor contemporáneo pero de más edad, William James, denominó “pragmatismo”). Las ideas de Dewey eran un reflejo de las expresadas por pensadores como Rousseau, Pestalozzi, Herbart, Fröbel y sus seguidores, pero, que quizá por venir de América, sonaban como algo nuevo. También autores como, Darwin, Huxley, Comte, Hegel, James y Mead se pueden registrar como grandes influencias en su pensamiento.
Para Dewey la educación es una constante reorganización o reconstrucción de la experiencia a partir de esto su principal preocupación fue poder desarrollar una educación que pudiera unir la tradicional separación entre la mente y el cuerpo, entre la teoría y la practica o entre el pensamiento y la acción, ya que el pensaba que al hacer esta separación, llamada “natural” la educación, para él tendía a ser académica y aburrida, alejada de los intereses reales de la vida: “Cada vez tengo más presente en mi mente la imagen de una escuela; una escuela cuyo centro y origen sea algún tipo de actividad verdaderamente constructiva, en la que la labor se desarrolle siempre en dos direcciones: por una parte, la dimensión social de esta actividad constructiva, y por otra, el contacto con la naturaleza que le proporciona su materia prima”.
Para este mejoramiento de la educación pensaba el autor que esta no se podía lograr con una mejor educación de los maestros, sino con una mejor educación de los padres y los funcionarios escolares ya que para él, ellos son la última palabra y el carácter de esa palabra dependía solamente de la educación que ellos hubieran recibido: “Una persona que recibiera educación será una que la entregue”.
Afirmaba también que los niños no llegaban a la escuela como limpias pizarras pasivas en las que los maestros pudieran escribir las lecciones. “Cuando el niño llega al aula ya es intensamente activo y el cometido de la educación consiste en tomar a su cargo esta actividad y orientarla”
A partir de esto, el autor pensaba que la labor de la escuela era establecer reglas, por medio de las cuales, los alumnos obraran de tal modo que, aun después de haber obrado, a esos alumnos no se les lleve a ver la relación entre el resultado y el método seguido, ya que solo por medio de sus propias observaciones, reflexiones, formación y comprobación de sugestiones puede un alumno ampliar y rectificar lo que sabe. Creía firmemente que se podía aprender haciendo algo que no se comprendiera. Como consecuencia de esto la tarea del maestro es realmente esto ser un maestro, no un amo o “autoridad”, este debe tener suficientes conocimientos de sus alumnos, de las necesidades, experiencias, grados de habilidad y conocimientos de estos etc. para poder, no dictar fines y planes, sino participar en una discusión referente a lo que ha de hacerse en conjunto con sus alumnos. En este ámbito de conocer profundamente a los alumnos era fundamental para Dewey el respeto de la individualidad y libertad de los alumnos y a partir de estas habilitar a los alumnos que prestaran cooperación especial en grupos de sus interés y a participar de sus actividades de tal forma que la conducta social sea cuestión de su propia actitud mental, y no puro dictado autoritario de sus actos ya que creía que repetir materia en forma exacta a como la concibe la persona mayor queda sin dirigir la originalidad de la individualidad.
“Libertad significa, esencialmente el papel que el pensamiento -que es personal- desempeña en el estudio, significa iniciativa intelectual, independencia de observación, invención juiciosa, previsión de resultados y habilidad de adaptación a ellos”.
La educación es una necesidad de la vida, en cuanto asegura la transmisión cultural; en las sociedades complejas se ha especializado en la instrucción formal, y al mismo tiempo advierte como uno de sus fines el de mantener el contacto con la experiencia directa, estableciendo la continuidad de la teoría con la práctica. Es el nexo de la experiencia de participación con las actividades dirigidas a la adquisición de los símbolos culturales el que confiere a la educación moderna su particular función social.
La idea Deyweniana de la educación es similar a la de Durkheim. Coincide con el proceso de socialización y reconoce la diferenciación histórica de la práctica de la educación.
Pero con respecto a la sociología de la educación Dewey se separa de Durkheim y de Weber para el autor la sociología de la educación se interesa por la descripción de las situaciones educativas y de su evolución.
Dewey probó su método en su propia escuela laboratorio creada en 1896 en Chicago. Más tarde, su método sería aplicado con carácter general en las escuelas laboratorios universitarios norteamericanos, y luego en las escuelas públicas de los Estados Unidos. Este movimiento no sólo afectó a los Estados Unidos, sino que finalmente llego a permear todo el proceso de renovación educativa en toda Europa. El siguiente párrafo tomado del Pedagogic Creed (1897) de Dewey expresa de forma elocuente su punto de vista general sobre la educación:
Con el advenimiento de la democracia y de las condiciones industriales modernas, es imposible predecir de una forma definitiva cómo será la civilización dentro de veinte años a partir de ahora. De ahí que resulte imposible preparar al niño para ningún conjunto preciso de condiciones. Prepararle para la vida futura implica darle dominio sobre sí mismo; implica, pues, adiestrarle de modo tal
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