MODIFICACIÓN DE SUPERFICIES DE ZINC PURO MEDIANTE ATAQUE CON HCL Y H2SO4 PARA EFECTOS ANTIBACTERIALES.
Enviado por Ninoka • 27 de Diciembre de 2018 • 2.842 Palabras (12 Páginas) • 422 Visitas
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Las bacterias pueden ser esféricas (cocos), cilíndricas (estafilococos), espirales (bacilos), entre otras
6.2.1 TIPOS DE BACTERIAS
Las bacterias son el grupo más abundante dentro del reino de los móneras, por eso se clasifican en diferentes grupos según su forma, necesidades de crecimiento y respiración.
6.2.2. FORMA
- Cocos o micrococos: Incluyen las bacterias de tamaño variable, cuya forma es esférica u ovoide y generalmente son aerobios estrictos. Algunas veces estas bacterias tienden a agruparse.
- Bacilos: Son bacterias que tienen forma de bastoncillo, se pueden encontrar en grupos de dos denominados diplobacilos, o en cadenas similares a las que presentan los cocos por los que se les llama estreptobacilos.
- Espirilos: Son bacterias bacilares, helicoidales con movilidad flagelar, que se clasifican dentro de las Gram-negativas. Para su clasificación taxonómica se utilizan criterios como la forma de la célula, el tamaño, la flagelación y las relaciones simbióticas entre otras.
- Espiroquetas: Son bacterias filiformes, flexibles, muy largas, que presentan forma de espiral con diez o más vueltas. En algunas ocasiones con un flagelo en cada extremo (como por ejemplo el espirilo responsable de la sífilis: Treponema). Habitualmente se hallan en ambientes acuáticos o en el cuerpo de animales. El cilindro protoplásmico de estas células se encuentra rodeado por una membrana de tres capas conocida como cubierta celular externa, además poseen una estructura única que le permite la movilidad llamada filamento axial, compuesta de un flagelo que atraviesa el cuerpo celular y se sitúa entre la pared delgada flexible y la envoltura externa.
6.2.3. NECESIDADES DE CRECIMIENTO
- Bacterias autótrofas: Estas bacterias tienen la capacidad de sintetizar las sustancias que necesitan para su metabolismo de sustancias inorgánicas. Dentro de este tipo se encuentran las fotosintetizantes (energía de las radiaciones luminosas) y las quimiosintetizantes (energía a través de reacciones químicas).
- Bacterias heterótrofas: Este tipo de bacterias parasitan a los seres vivos y usan los compuestos orgánicos que estos elaboran. Dentro de este grupo existen las bacterias patógenas o parasitarias (causantes de enfermedades), bacterias de la putrefacción o saprófitas (descomponen las sustancias orgánicas) y las bacterias simbióticas.
6.2.4. RESPIRACIÓN
- Bacterias aerobias: Para respirar, este tipo de bacterias se valen del oxígeno.
- Bacterias anaerobias: Estas, en cambio, no utilizan oxígeno, sino que deben sustituirlo por moléculas inorgánicas como las del sulfato o carbonato [1]
6.3 BACTERIAS PRESENTES EN LOS HOSPITALES
Una infección hospitalaria o nosocomial es un proceso contraído en un centro sanitario. Por definición, el paciente que la padece no presentaba síntomas ni signos de la enfermedad en el momento de su ingreso ni estaba en periodo de incubación. Los agentes infecciosos suelen ser organismos oportunistas que viven en los hospitales y aprovechan la debilidad de la persona para invadir su organismo.
Según las estadísticas de la Organización Mundial de la Salud, una media del 8,7% de los pacientes de un hospital presentan infecciones nosocomiales. Las más frecuentes son las de heridas quirúrgicas, tracto urinario (relacionadas con el empleo de sondas vesicales), vías respiratorias inferiores (tráquea y bronquios) y las asociadas al uso de catéteres.
No todas las personas que están ingresadas en un centro sanitario son igual de vulnerables frente a estos microorganismos. Los pacientes geriátricos, los inmunodeprimidos, los que reciben quimioterapia y los neonatos son las dianas principales de estos agentes oportunistas debido a que su sistema inmune está debilitado lo que facilita la colonización de los microorganismos.
Bacterias, virus, hongos y otros patógenos están detrás de estas infecciones, que suelen ser difíciles de tratar con los antibióticos habituales. Puede haber contagios cruzados (cuando el agente se contrae de otro enfermo), endógenos (cuando procede de la flora del propio individuo) o ambientales (por contacto con material contaminado).
Algunos de los agentes infecciosos más comunes son:
- 'Klebsiella pneumoniae': Este bacilo aerobio es el más importante del género 'Klebsiella'. Puede provocar infecciones en el tracto urinario (lo más frecuente), sistema respiratorio, tejidos blandos y heridas. En ocasiones, en organismos debilitados, puede desencadenar una infección generalizada (sepsis) que puede terminar con la vida del paciente.
- 'Escherichia coli': Se trata de una bacteria que está presente en nuestro organismo, concretamente en el tracto gastrointestinal. Existen numerosas cepas o variantes de este agente, algunas de las cuales, como la 'O157:H7', producen toxinas que pueden originar enfermedad grave. Los niños menores de cinco años y los ancianos son los grupos de edad que tienen más riesgo de contraer complicaciones con esta infección. La enfermedad se transmite por vía feco-oral a través de alimentos contaminados y de persona a persona. Sus síntomas son variables en función de la cepa pero los más frecuentes son colitis y fiebre alta.
- 'Pseudomonas aeruginosa': Es el más temido en general. Es un bacilo Gram-negativo que siempre está en contacto con nosotros. Pero en ambientes hospitalarios puede representar un problema, especialmente para pacientes oncológicos y quemados. Suele infectar el tracto urinario, las vías respiratorias, las heridas y las quemaduras. Tiene una gran capacidad de adaptación y una alta resistencia a los antibióticos.
- 'Staphylococcu aureus': Los contagios de esta bacteria son muy frecuentes. En Estados Unidos, alrededor de 300.000 personas se infectan con este 'coco' en los centros de salud. Los factores que predisponen al contagio son la hemodiálisis, la dermatitis, ser diabético insulinodependiente, la exposición previa a antibióticos, las quemaduras y la hospitalización prolongada.
- 'Candida albicans': La candida es la máxima responsable de las infecciones intrahospitalarias fúngicas (por hongos) y es una importante amenaza para los pacientes inmunocomprometidos. Normalmente, C. albicans vive en nuestro organismo sin ocasionar ningún problema pero puede provocar candidiasis invasivas,
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