MODULO I EL DISEÑO DE AMBIENTES DE APRENDIZAJE Y LA PROPUESTA DE INTERVENCIÓN I
Enviado por Jillian • 19 de Noviembre de 2018 • 6.467 Palabras (26 Páginas) • 402 Visitas
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Desde el punto de vista etimológico, un pedagogo es un hombre o una mujer que mantiene una relación afectiva con los niños: en la idea de conducir o guiar se detecta un “llevar de la mano” en el sentido de llevar vigilando. Es difícil imaginarse una sociedad humana en que los niños no hayan vivido algún tipo de relación pedagógica con sus mayores, generalmente con su madre y sus profesores.
Es importante notar que, en nuestra vida diaria con los niños, a menudo actuamos sin pensar. Lo normal es que no tengamos tiempo de sentarnos a deliberar sobre qué hacer en cada situación. E incluso cuando hay tiempo para reflexionar sobre las alternativas y sobre cuál sería la mejor forma de actuar, en el momento pedagógico uno debe actuar, aunque puede que la acción consista en abstenerse de actuar.
Y es que a menudo sucede en el salón de clases donde nosotros no nos preocupamos por preguntar a nuestros alumnos que actividad quieren realizar, o donde quieren trabajar, fuera del salón de clases o incluso fuera de la escuela, solo nos preocupamos por ir exponer todo lo que ya tenemos planeado, o lo que en mucho caso se nos ocurrió porque no hay planeaciones, y es que cuando le damos la confianza a nuestros alumnos de sugerirnos cosas nueva para la clase, hacerlos participe de ella en tiempo y forma, las clases de verdad se hacen aún mejores, los alumnos trabajan con más entusiasmo y eso les ayuda a asociar lo aprendido con el día que trabajamos fuera del salón, como una alumna me siempre me dice eso lo vimos el día que trabajamos en la cancha y cosas así. Creo que el quehacer pedagógico no es difícil, lo hacemos difíciles nosotros que creemos que el alumno solo esta para estar sentado en la banca en silencio haciendo lo que el maestro le indica y nada más.
Los hechos y los valores son importantes para saber cómo actuar de forma pedagógica. Y es que saber cómo actuar de forma pedagógica en una situación específica implica, en primer lugar, un conocimiento empírico y un sentido de los valores, de las normas o de los principios morales.
La pedagogía es sensible al contexto de las historias personales. La pedagogía como disciplina siempre se plantea lo que se debe saber, lo que se debe ser capaz de hacer y el tipo de persona que se debe ser para orientar y tratar a los niños en situaciones pedagógicas específicas. Los profesores que tienen sensibilidad pedagógica respecto a los niños de los que son responsables, también suelen ser sensibles a sus antecedentes, a sus historias personales, y a sus cualidades y circunstancias particulares.
Al llegar un niño al salón nosotros nos damos cuenta de la vida que lleva el niño en casa, por su forma de ir vestido, la manera en que habla, etc… los puedo separar en los bien tratados y los mal tratados, y siempre trato de ser muy cariñosa con las mal tratados, trato de mostrarme más sensible y compresiva con ellos para que no se sientan igual de maltratados y no querido como en su casa. Siempre busco que jueguen en clases, les compre juegos didácticos, cuentos para leer y colorear, plastilinas, etc... y me ha dado muy buen resultado. Me dicen que les gusta mucho estar en clases conmigo que no me vaya nunca de la escuela.
Es siempre importante ser consiente del contexto más amplio de nuestro interés pedagógico en los niños cuando éstos no son los nuestros ni parecidos a los nuestro.
Los niños necesitan estabilidad y seguridad para poder arriesgarse. Y es que es algo tan cierto, si nosotros nos paramos frente a los niños como una figura dura, intachable, sin permitirle al niño tener confianza, el niño jamás se sentirá seguro, jamás tendrá la confianza de hacer muchas cosas porque pensara que el maestro siempre lo regañara, pero si por el contrario nos mostramos más amables, cariñosos, comprensivos, el niño siempre tendrá la confianza de poner se pie y hacer externas todas las dudas que tenga, siempre acudirá al maestro con la mayor seguridad posible. Cuando estaba en segundo año tuve una maestra tan fuerte de carácter, nos regañaba y pegaba muy feo, yo de ella no tengo ningún buen recuerdo, al contrario, y en el salón siempre sentía miedo de que las cosas me salieran mal porque era seguro que ella se enojaba y me regañaba. De segundo grado mi mente se bloqueó y lo único que sentí fue que no aprendí nada.
Los niños necesitan apoyo para llegar a ser independiente. En la escuela donde trabajo es bidocente yo soy la encargada de yo y a pesar que siento que el maestro tiene muy buenas ideas, su papá fue maestro y su mamá también y para mí eso es una excelente referencia, la cual él no sabe aprovechar o quizás no tiene el tacto para ser maestro y solo lo es porque le heredaron su plaza, no lo sé, lo que si logro percibir es que sus alumnos llegan con miedo al salón y más aún cuando tuvo algún problema con los padres de familia y se desquita con los niños.
EL TACTO EN LA ENSEÑANZA[pic 9][pic 10]
CAPÍTULO 4. LA NATURALEZA DE LA PEDAGOGÍA
Las condiciones de la pedagogía. El amor y el afecto, la esperanza y la confianza, y la responsabilidad. Naturalmente, estas condiciones no son simplemente “cualidades”, “actitudes”, o “sentimientos” que nos gustaría poseer. Y es que si algo es cierto que en muchas ocasiones por mucho que trato de ser amorosa y estar tranquila y en paz con los niños hay situaciones que se salen un poco de control y tengo que actuar y hablarles de una manera más fuerte y ser más rígida, pero aun así trato nunca perder, la templanza y seguir siendo responsable con mi trabajo y con los niños.
La pedagogía está condicionada por la esperanza que se deposita en el niño. Esperanza es sólo una palabra, una palabra que se desgasta fácilmente, que pierde su relación original con nuestra experiencia básica. Depositar esperanza en un niño es más una forma de estar presente para el niño que una forma de hacer las cosas.
La pedagogía está condicionada por la responsabilidad que se tiene ante el niño. La idea de autoridad se asocia fácilmente con la noción de autoritarismo, que en realidad podría definirse como la perversión de la autoridad. La autoridad pedagógica encuentra su origen y sus razones en el valor de la pedagogía. El pedagogo puede actuar con, o en defensa de, el niño ludiendo a la responsabilidad moral que tiene de su bienestar y de su desarrollo.
La naturaleza de la experiencia pedagógica, es una forma más elemental, podemos distinguir entre las situaciones pedagógicas, las relaciones pedagógicas y las acciones pedagógicas.
La situación pedagógica. La noción de “situación pedagógica”
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