Mediación Experiencia

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En la segunda jornada de reuniones, opté por las charlas individuales con las partes. La Sra. Gutiérrez reconoce haber cortado la luz pero dejó entrever el verdadero interés de todo el consorcio, que el señor Vidal se fuera del edificio. Ante mi pregunta sobre los motivos de tal interés, no se explayó mucho. Sólo dijo que el Sr.Vidal “deja entrar en el edificio a personas cuyo aspecto dejaba mucho que desear.” También la Sra. Gutiérrez ofreció una solución al conflicto: Pagar $750 del arreglo y darle entre quince días y un mes para que este vecino dejara el edificio.

Aquí el interés oculto era, sin dudas, el principal. Todo el consorcio quería que el Sr.Vidal dejara el edificio, cuanto antes mejor. Un dato importante para tener en cuenta era que el consorcio sabía que aún faltaban doce meses de contrato en el alquiler del departamento; por lo cual el propietario, de viaje por el exterior, no quería saber nada con rescindir ese contrato.

En la reunión con el Sr.Vidal el diálogo fue mucho más claro. Lo único que él reclamaba era el pago del arreglo y algo más de respeto. Contó que en numerosas oportunidades encontró en su patio bolsas de residuos, papeles y todo tipo de desechos que habían sido arrojados desde otros pisos. Ante su queja en el consorcio nadie reaccionó satisfactoriamente para solucionar su problema. Para finalizar la reunión el Sr.Vidal me aclaró que era respetuoso de los horarios y volúmenes de sonido, que jamás recibió una decena de advertencias y lo más importante, que cansado de lidiar con este consorcio no pensaba renovar el contrato de alquiler.

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Al finalizar ambas reuniones individuales consulté a las partes sobre la posibilidad de dar a conocer el contenido de las mismas en las charlas conjuntas. Esto lo considero clave para comenzar a resolver el conflicto. Las partes accedieron sin problemas.

Quizás el panorama comenzaba a mejorar un poco. No sentía tan lejos el acuerdo. Y creo que las partes también se sentían cerca. El conflicto estaba en un estado de perfecta maduración. Tenía a un consorcio que quería deshacerse de un inquilino “molesto” por un lado, y por el otro lado, un inquilino que ante la pasividad del consorcio por sus reclamos hacia oídos sordos a las observaciones del mismo.

Dado lo extenso de ambas reuniones individuales propuse a las partes dar por finalizada la jornada y los cité para la semana siguiente.

Nos encontrábamos en la etapa final del proceso . Aquí yo intentaría guiar a las partes para que llegasen a un acuerdo que sea considerado como la mejor alternativa acuerdo negociado (MAAN) y evitar que sea rechazado por ser considerado como la peor alternativa negociada (PAAN).

En esta tercera reunión daría a conocer las partes y datos de las charlas individuales que yo considerara útiles para acercar a las partes. Haría hincapié en ese punto que yo consideraba de contacto entre las partes: “el consorcio no quería contar mas con el Sr.Vidal en el edificio y este último no pensaba continuar en él”. Desde este punto común tratare que lleguen a la solución del conflicto sobre el pago, los ruidos y los residuos.

Quizás lo más difícil de lograr sería el tema del pago. Debía observar como reaccio- naba el Sr.Vidal al escuchar la propuesta realizada por el consorcio a través de la Sra.Gutié- rrez. Mis observaciones y lo conversado con el Sr.Vidal principalmente, me indicaba que no sería aceptada dicha propuesta, pero debía hacerla y quizás podría ser un buen punto de partida hacia el acuerdo definitivo.

Ya en la tercera reunión comencé la charla con la siguiente observación: “Luego de todas esta horas de diálogo creó que estamos o mejor dicho, están cerca de solucionar sus diferencias”. Mi intensión era provocar una buena predisposición de las partes de cara hacia el futuro. Transmitirles a las partes que hasta ahora todo lo realizado había sido muy útil.

Seguidamente hice un reconto de todo lo charlado hasta el momento, tanto en las reuniones conjuntas como en las individuales (había obtenido la aprobación de las partes para hacerlo). Esto es muy útil pues permite a las partes recordar todo lo conversado y quizás divisar la posible solución, además de reubicarse frente a la posición del otro y poder estrechar esa distancia hacia el acuerdo final. También demuestra que el mediador no

perdió detalle alguno de lo dicho hasta el momento, reflejando un grado máximo de compromiso con el caso. Para esta tarea me tomé unos quince minutos deteniéndome principalmente en el contenido de las charlas individuales. Luego señalé ese punto en común de ambas partes. Acto seguido le traslade la propuesta del consorcio al Sr.Vidal, quien, tal como imaginaba, rechazó la misma.

El Sr.Vidal expuso los motivos de su rechazo. En ese momento comenzó una dura discusión entre las partes. Si bien no deje que esto se prolongara, tampoco los silencié ense- guida. Considero que estos intercambios de ideas pueden ser muy útiles.

Calmados todos propuse realizar un “ejercicio”. La consigna era realizar un torbellino de ideas donde se barajasen elementos para las posibles soluciones a cada uno de los temas del conflicto. A esta altura del proceso ya varios temas eran los componentes del conflicto, no solo el pago del arreglo de los equipos. El Sr.Vidal no aceptó mi propuesta pero realizó una oferta.

Esta oferta consitía en recibir $ 1500 como pago del arreglo, apagar sus equipos a las 22hs. y solucionar cuanto antes el tema de los residuos. La Sra. Gutiérrez contraofertó pagar sólo $1000 y recordar a todos los vecinos la prohibición de arrojar residuos por las ventanas. Todo esto se cumpliría en forma inmediata pero el Sr.Vidal debía dejar la vivienda en 30 días. Vidal rechazó una vez más la contraoferta tildándola de muy exigente y poco conveniente.

De esta manera comenzaron las ofertas y contraofertas. El circuito de comunicación estaba reestablesido.

Sin darse cuenta el torbellino de ideas daba sus frutos. Yo sólo escuchaba y tomaba notas de las ofertas iniciales y sus modificaciones. Esto duró alrededor de 70 minutos. Luego ambas partes pidieron diez minutos de intermedio. Pasado ese tiempo nos reunimos para redactar lo que sería el acuerdo final.

Mientras redactábamos el acuerdo se notaba la satisfacción de ambas partes por haber alcanzado la solución tan deseada. Luego de firmar el acta de confidencialidad sobre todo lo hablado en el proceso, y el acuerdo final, consulté a las partes sobre el proceso de mediación como un método alternativo