PLANEACIÓN DE LA ENSEÑANZA Y EVALUACIÓN DEL APRENDIZAJE.
Enviado por Albert • 15 de Marzo de 2018 • 1.351 Palabras (6 Páginas) • 412 Visitas
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El uso de portafolios y registros personales es una herramienta más a considerar para evaluar a los alumnos ya que reúne una serie de evidencias de trabajo y observaciones que nos permite tener una evidencia de sus logros. Estos elementos nos permiten observar de manera concreta los avances de los alumnos y comparar que tanto han logrado a lo largo del trabajo realizado.
Esta herramienta puede ser utilizada para que los alumnos autoevalúen su trabajo y reflexionen sobre los logros alcanzados, para los padres de familia también resulta muy valioso ver reflejado el desempeño de su hijo.
Sin embargo el trabajo del docente es muy importante en este aspecto, ya que no se trata solamente de reunir papelería y llenar observaciones, sin no que es todo un proceso el que implica la recolección de evidencias significativas y con un propósito, para lo cual las actividades deben estar bien planeadas y encaminadas al desarrollo de las competencias.
En lo que se refiere al registro de logros tiene como finalidad llevar el seguimiento periódico de las habilidades y capacidades de los alumnos y valorar y reconocer su participación. Mediante esta herramienta el docente puede identificar las necesidades de los alumnos y partir de esto para una mejor intervención.
El registro de logros de los alumnos exige que el docente este preparado y actualizado, tenga dominio sobre lo que hace y fundamente sus observaciones, este preparado para resolver problemáticas y orientar a los alumnos y padres de familia que así lo requieran.
Casanova en su texto sobre Evaluación, menciona las 3 etapas de la misma. La evaluación diagnóstica (inicial) se enfoca en que el docente debe identificar y conocer en los alumnos sus conocimientos previos que van a constituir las metas u objetivos a lograr y la puesta en marcha de estrategias. Esta etapa se realiza antes de iniciar el proceso de enseñanza-aprendizaje. Las metas u objetivos planteados por el docente pueden ser o no alcanzadas por los alumnos y esto se debe a diferentes factores, como de aplicación de las estrategias, intereses del grupo, etc.
La evaluación formativa (intermedia o procesual), es la que se realiza durante el desarrollo del proceso de enseñanza-aprendizaje para establecer las dificultades cuando aún se pueden modificar e introducir sobre la marcha cambios en la planificación y tomar las decisiones adecuadas, para optimizar el proceso y lograr el éxito del aprendizaje del alumno; “La evaluación procesual es la netamente formativa, pues al favorecer la toma continua de datos, permite la adopción de decisiones "sobre la marcha", que es lo que más interesa al docente para no dilatar en el tiempo la resolución de las dificultades presentadas por sus alumnos” (Casanova,1998, p.89).
No debe basarse únicamente en pruebas formales sino que debe incluir la observación de la actividad y el análisis de tareas. Este proceso evaluador debe centrarse no en actividades específicas sino, en gran medida, en la misma actividad del aprendizaje, como: trabajos prácticos, exposiciones, parciales; trabajos escritos: ensayos, comentarios e informes; investigación, lecturas, esquemas, etc.; con estas herramientas se permite recoger información no sólo sobre el resultado, sino también sobre el proceso mismo, lo que permite conocer mejor al alumno y así poder adecuar el trabajo en el aula.
Y por último la evaluación sumativa (final) es la que se realiza a continuación de la etapa del proceso enseñanza- aprendizaje (formativa) para verificar sus resultados. Determina si se lograron los objetivos planteados, y en qué medida los lograron cada uno de los alumnos. En esta etapa se determina una calificación, para obtener la misma, el docente utiliza diferentes herramientas, tales como lista de cotejo y/o rúbricas como evidencias.
Lo anterior, demuestra la importancia de la evaluación en el proceso enseñanza-aprendizaje. Esto implica un gran reto en todos los niveles de intervención en dicho proceso, pues se requiere de invertir el tiempo necesario para cada momento y tipo de evaluación, así como atender las debilidades al momento de detectarlas en la evaluación procesual para lograr una correcta intervención y así alcanzar los aprendizajes esperados en los alumnos.
Sin duda, los maestros tenemos demasiado trabajo en el rubro de evaluación, trabajo ya conocido pero que en pocas ocasiones aterriza como debe ser en el aula. Es imprescindible elaborar una correcta evaluación en tiempo y forma para recabar las evidencias del desempeño de los alumnos en el desarrollo de las clases.
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